lunes, 23 de febrero de 2009

FIESTAS DE MEDIO COHETE (ENERO/FEBRERO)



































Entre las pequeñas fiestas locales de tamboril y cuatro "cubetes", según corran los tiempos. Estaban las de:
San Antón (diecisiete de enero)
En ese día se llevaban los animales a desfilar alrededor de la Iglesia y el cura los bendecía. Pero San Antón en La Alberca "tiene un cerdito que, ni come, ni bebe, y está gordito" Este animalito es alimentado por todo el vecindario y al paso por las calles llama la atención el toque de su esquilita colgada al cuello. Cuando llega el atardecer allí donde para es guardado para pasar la noche y otra vez al día siguiente a recorrer calles y contornos del pueblo. Cuando llega su día y ya está gordito se rifa para sacar un dionerillo apara la parroquia.
San Sebastián
San Sebastián es procesionado por las calles del pueblo con su arbolito de acebo. "Sois abogado especial, en los males contagiosos. Válganos tu intersección, San Sebastián Valeroso".
La procesión recorre las calles del pueblo, entre súplicas, cantos, rezos, ladridos de perros que se asustan al oír el toque del tamboril, el pequeño estampido de medio cohete y el monótono y continuo rezo que la gente canta a coro de "San Sebastián Valeroso".
También tiene su alborada religiosa y los cánticos se oyen ya casi al amanecer a la puerta de autoridades, cura, o personas principales.
Los copleros estiran, encogen,varían o añaden nuevos versos según las diferentes ocasiones o momentos. La Tía Triz (Beatriz Mancebo) sabía de estas cosas más que nadie y de su famoso cuaderno de recopilación de costumbres, sale la siguiente alborada:
Con permiso del" arcarde"/ y demás autoridades
a San Sebastián Bendito/alborada hay que cantarle.
El día veinte de enero / por confeso de la fe
allí consumado fue / su martirio verdadero.
Las fuertes garras de hierro / hacen tu nombre glorioso
VÁLGANOS TU INTERSECCIÓN /SAN SEBASTIÁN VALEROSO.
Fuistéis capitán valiente /en tiempos de Maximiliano
aquel día, cruel Creciano, / hacen tu nombre glorioso.
Las cárceles visitaba / con caridad peregrina
y su palabra divina / a los presos confortaba.
A los ciegos les das vista/ y a los mudos les das habla
como santo milagroso /todo lo que pida alcanza.
El día veinte de enero /contento sufrió el martirio
para que aprendan los moros / a hacer algún sacrificio.
Tira la flecha ,tirano, / tírale y no te detengas
por darle muerte a los dos / mil millas en cada flecha.
La ocasión o el momento sirve para que los copleros introduzcan versos para las diferentes circunstancias.
El párroco de este pueblo / mañana predicará
allí explicará el martirio / del glorioso Sebastián.
los mayordomos te sirven / con alegría y contento
dales paz en esta vida / feliz en su casamiento.
Nunca ha olvidado a La Alberca/ este santo milagroso
como así lo viene haciendo / desde el año dieciocho
nos libraste de la peste / sigue siendo medianero
hasta el fin de nuestra muerte.
La Tía Triz como así se la llamaba cariñosamente en La Alberca a Beatriz Mancebo (1874-1960) nos daba la catequesis a los niños los domingos después de Misa Mayor y recordamos la cantidad de anécdotas, historias bíblicas y recitaciones que nos hacía a los niños que si muchas veces no entendíamos sí seguíamos con gran entusiasmo. Luego después llegaba Don Saturnino nos ponía el sello de tinta en la mano y esta era la entrada del cine por la tarde de los domingos o días festivos.

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