CAMINO DE LA IGLESIA

Al anochecer, cuando del cielo azul de la tarde se desploma lentamente el obscuro nubarrón de la noche.Al tiempo que, vuelven del campo los lugareños, suena la campanilla de las ánimas con su salmodia la oración y se extiende por todas las callejuelas del pueblo el toque lento de la campana de la iglesia. Las mujeres arrebujadas en sus largos y negruzcos mantos se esperan a las puertas de sus casas para salir juntas y en pequeños grupos de vecindad. Caminan lentamente, unas codo con codo, otras cogidas del brazo; algunas, tapándose con una de las dobleces del largo manto parte de la cara hasta la nariz. Van camino de la iglesia a rezar el rosario del via crucis de la pasión del Señor.
Cuatro tiras y trozos de papel de un socorrido anuncio de un periódico ofrecen al Pop-art el material necesario para intentar recoger el momento. La tijera queda encima de la mesa pensativa si el corte ha sido acertado, el pegamento incomoda. Y ambos se preguntan si falta o sobra algo par tan mágico momento. Ya todo queda en la opinión del agudo y crítico observador.