martes, 29 de diciembre de 2009

MAURICIO LEGENDRE Y LA ALBERCA

























DN. MAURICIO LEGENDRE Y LA ALBERCA
-Isi, arréglate enseguida que tienes que hacerme un recado.
Y...¡Lávate bien las manos y te peinas!
-¿Puedo llevar el aro?
-No, eso ni pensarlo.
Cuando mi padre me dijo que tenía que ir al Casetón a llevarle un libro y unas cosas a Dn. Mauricio, la cara se me cambió.
-Es que a ese señor yo no le entiendo muy bien es francés... Y además, por esa calle hay un perro que muerde mucho...¿No puede venir conmigo algún amigo de la calle?
-No, tienes que ir sólo.
Armado de valor hice el recado a la perfección. Dn Mauricio que estaba sentado en un sillón de mimbre con un libro en sus manos recogió el encargo. Me miró unos segundos y poniéndome una de sus manos en mi cabeza, me dio las gracias. Aunque, no recuerdo bien en que idioma lo hizo.
Pero...¿QUIÉN ERA DON MAURICIO LEGENDRE?
Nace en Paris el 30 de Junio de 1878 en el seno de una familia de bordados y mantelerías. Estudia en la Escuela Normal Superior obtiene el título de agregado en Historia. Se dedicó a estudios personales, de sociología, filosofía,... Su primera obra: El catolicismo y la sociedad, la escribe con un amigo francés. En 1909 viaja a España, conoce a Unamuno. En 1913 sube a la Peña de Francia. Le coge la primera guerra mundial (1914-1918) terminando con el grado de capitán y con la gran Cruz de Caballero de la Legión de Honor. Durante la guerra viene a España, viaja mucho. Pero La Alberca es la zona que más le atrae realizando una gran investigación sobre la vecina comarca de las Hurdes. La Alberca es su sede central y desde allí con el Tío Ignacio, su escudero, humilde campesino de La Alberca realiza continuas visitas a las Hurdes. En 1923, publica Semblanza de España. Años después presenta su tesis doctoral sobre las Hurdes en la Universidad de Burdeos. Publica: Portrait de l´Espagne, Literatura Católica española, Santa Teresa de Ávila y el Greco. Es nombrado Director de la Casa de Velázquez, una academia de Bellas Artes que sirviera para albergar a becarios franceses de pintura, escultura, arquitectura y arqueología. Lo más interesante eran las exposiciones anuales de arte. Fue amigo de Unamuno, de Marañón, de Domínguez Berrueta, de los frailes dominicos de San Esteban de Salamanca y de la Peña de Francia.
HOMENAJE ALBERCANO (16 DE AGOSTO DE 1948)
Don Mauricio era querido y admirado en La Alberca. Y su fama de ilustre hispanista merecía el máximo reconocimiento no sólo a nivel local sino nacional. Fue organizado por la Asociación de Amigos de La Alberca y el Ayuntamiento. Recientemente había sido distinguido con la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio. En el Ayuntamiento tuvo lugar la entrega del título de hijo adoptivo de La Alberca junto con un paño bordado por una joven albercana. Después se formó una gran comitiva encabezada por tamborileros y bailadores y se dirigió a la Placita de Los Prados en la que iba a descubrirse el busto que estaba tapado por un paño bordado por la Tía Triz. El busto es una magnífica obra del escultor salmantino González Macías. Su sencillez y admirable caracterización de don Mauricio admiró a la numerosísima concurrencia. Don Luciano Barcala, médico y escritor, leyó unas cuartillas en las que glosó el carácter de este homenaje y las facetas de su cordial amigo Mr. Legendre. Don Mauricio muy emocionado se dirigió a sus amigos y paisanos. Hoy son dignas de destacar las siguientes palabras:”La Alberca se empobrece por la sequía y porque el aumento de las familias les impulsa a la emigración, no dándose cuenta que tienen la auténtica riqueza en su propia tierra, fomentando el turismo a este rincón hermoso de España”. Las mozas cantaron la alborada compuesta por la Tía Triz. Después el Ayuntamiento sirvió el tradicional vino de los escancianos y los mozos bailaron la danza de los paleos.
ALGUNAS CITAS Y NOTAS:
“El propio Legendre ha contado la peripecia de su primera visita a las Hurdes.”Cuando enteré a Canalejas, que era entonces jefe de gobierno, de mi resolución de ir allá, trató de disuadirme y, al ver que yo insistía me entregó una carta para el gobernador civil de Cáceres, a quien encargaba el presidente que me hicieran escoltar por una pareja de la guardia civil durante mi excursión por aquel peligroso terreno”
“Esa región que alguien ha dicho es la vergüenza de España y que Legendre dice, y no sin buena parte de razón, que es, en un cierto sentido, el honor de España. Porque hay que ver lo heroicamente que han trabajado aquellos pobres jurdanos para arrancar un mísero sustento a una tierra ingrata ¡Ni los holandeses contra el mar!”
“ Unamuno y Polo Benito- dice el gran escritor y eminente médico español Don Gregorio Marañón- fueron los que me pusieron en relación con Maurice Legendre, que llevaba ya algunos años estudiando el problema desde su cuartel general de La Alberca, el pintoresco pueblo próximo a las Batuecas, cuyo nombre quedará perdurablemente unido al del escritor francés.”
“A Legendre- sigue diciendo Marañón- le trajo a España su sentido religioso. Allí estaban las Jurdes, como un símbolo. Como tal símbolo acertó a verlas, y no como un país denigrado, olvidado de los hombres, naufragado en la miseria, sino como una muestra de recio heroismo de un puñado de españoles casi aplastados por una realidad brutal. Así supo comprender el problema de las Hurdes: sin cólera ni conmiseración, sino con amor. Recorriendo territorios, ásperos, inhóspitos, transitando por caminos inverosímiles; comiendo bellotas y castañas; durmiendo a la “belle étoile”; hablando, uno a uno, a aquellos tímidos seres que la leyenda había convertido en semilobos”
“Adios, Don Mauricio, le dijeron los pastores al despedirse, amortajado bajo el sudario, con la chaqueta bordada de los hidalgos de La Alberca.”
El 12 de Junio de 1955 Don Mauricio muere en Madrid y posteriormente es enterrado en la Peña de Francia el 1 de Julio de 1956.

jueves, 24 de diciembre de 2009

CUENTOS DE NAVIDAD:El tazoncito de castañaspilongas





































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-Pop-art-Escenas de La Alberca, con recortes y tiras
de papel-




Prólogo: -Si hay una profesión que merece ser reconocida por su máxima entrega al enfermo y a la familia del mismo es sin duda la de médico rural. De unos años acá los nuevos tiempos han cambiado la figura de aquel galeno con traje, chaleco y lazo en un moderno médico de familia- pantalón y camisa deportiva y en el que no puede faltar el móvil y el más moderno portátil a su lado. Se ha pasado de la valiente decisión personal, la soledad en el tra-

bajo, a la compartida comunicación con el compañero o estamento más cercano sanitario.
Para conocer estas cosas del ayer bien merece la pena leer: "Por los caminos de la medicina rural" de Angel María de Lera.-

EL TAZONCITO DE CASTAÑAS PILONGAS.

Esta historia nos lleva a una sencilla noche de Navidad de un año cualquiera ya lejano. Queremos mostrar en ella la preocupación de una familia por pasar una noche feliz entre

ellos pero siempre temiendo que una llamada a la puerta acabara con tan agradable reunión.
El día se había presentado tranquilo. Al atardecer los muchachos iban por las calles del pueblo cantando, tirando petardos y cohetes. Su acostumbrada ronda. La algarabía se vio interrumpida unos minutos mientras pasaba la Mujer de las Animas rezando y recitando su salmodia por las esquinas del pueblo. Empezaba a nevar. Florenti con su grupo de amigos se detuvo en una de las ventanas de la casa del médico:"Maria Manuela me escuchas/ yo de vestidos no entiendo/ pero me gusta de veras/ ese que te estás poniendo/.
El cante era acompañado con palmas y olés, hasta que la luz de una ventana animó a seguir por otras plazas y rincones a la alegre comitiva.
En la casa del médico llamaban de vez en cuando. El temido anuncio de visita se tornaba en un día como
hoy en un agradable regalo u obsequio:" Para que pase ud. una feliz noche con los suyos y no tenga que salir a ningún lado". -Muchas gracias, Manuela, eso es lo que hace falta.-
A eso de las diez de la noche cuando la bombilla de la esquina ya no podía con la ventisca y la oscuridad. En casa del médico que cenaba con su familia llamaron a la puerta.
-"Mira si tiene que salir tu padre con la noche que hace a casa de algún enfermo, tú le acompañas ¡eh!- Si madre, no faltaría más.
Abrí la puerta y una señora muy mayor, arrebujada en una gran manto negro que cubría todo el cuerpo y la cabeza, preguntó por mi padre.
Pase ud. Dolores y siéntese aquí con nosotros.Lo primero que hizo la buena señora fue recitar el Bendito y unas oraciones al ver que estábamos cenando.
-Mirad os traigo estas castañitas pilongas porque sé que van a ser de vuestro agrado. Mi padre lo primero que hizo fue decirla: "Dios te lo pague.¿Pero cómo te has atrevido a salir en una noche como esta?-
No se quería sentar pero la obligó a estar a su lado y compartir con nosotros- aunque se negaba- algunas cosillas de nuestra cena.
Al poco tiempo estaba tan contenta entre nosotros y nosotros con ella que nos dio pena cuando dijo que tenía que marcharse.
-¡Fíjate vive en las últimas casa del Castillo!
-La verdad que para venir desde allí con un tazón de castañas mejor que no se hubiera molestado.-
Mi padre salió al quite en el momento y cortó mis torpes palabras fruto de una precipitación juvenil poco razonable.
-Mira pues te digo la verdad he pasado la Navidad más alegre de mi vida y este tazoncito de castañas pilongas que estoy comiendo de postre agradezco más que el mejor pavo del mundo. Porque se ha hecho de todo corazón. Y cuando ,mañana vuelva a su casa a tomarle la tensión ese:Dios te lo pague, brillará de tal manera en sus ojos que es una pena que la medicina diga: hasta aquí hemos llegado.Porque seguro que Dios la tiene reservado un sitio especial para ella.
Apenas acabó de decir estas palabras. Llamaron otra vez a la puerta. Era la María, la del tío Pale, la partera.
-Que la Manoli ha roto aguas. ¡A quien se le ocurre una noche como hoy!.-
-Pues a ella-dijo mi padre- mientras se marchaba . ¡Qué mejor noche que hoy para dar a luz!
-Pues tiene ud. razón, pero...
"Esta Noche es Nochebuena/ y mañana Navidad/ saca la bota María/ que me voy a emborrachá". Eran los mozos que seguían de ronda y al ver al médico y a dos hombres con faroles detuvieron sus cantos. ¿Dónde irán?
-"A, encá tu hermana, Frijoli,"-¿Es que no tas enterao?"
Y ahora a las doce de la noche(¿en Nochebuena o en Navidad?) Mientras por todo el pueblo se escuchan las campanas de la Misa del Gallo. El llanto de un niño acababa de alegrar la Navidad en La Alberca.¿El médico podrá estar ya por fin con los suyos...?
Los cohetes estallan ya con más fuerza en el suelo (doble eco), los petardos a los pies de las chavalas que salen de la iglesia y las sartenes y zambombas animan todas las esquinas del pueblo: "Al Niño, al Niño, al Niño Manué/ para ofrecé al Niño Manué (bis)-"Pero mira como beben/ los mozos en la tasca/ Pero mira como beben/Hoy tienen mucha pasta/
Beben y beben y vuelven a beber,...
Y entre bebidas , cánticos y la nieve que no deja de caer, mañana, hoy ya, es NAVIDAD.