jueves, 24 de diciembre de 2009

CUENTOS DE NAVIDAD:El tazoncito de castañaspilongas





































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-Pop-art-Escenas de La Alberca, con recortes y tiras
de papel-




Prólogo: -Si hay una profesión que merece ser reconocida por su máxima entrega al enfermo y a la familia del mismo es sin duda la de médico rural. De unos años acá los nuevos tiempos han cambiado la figura de aquel galeno con traje, chaleco y lazo en un moderno médico de familia- pantalón y camisa deportiva y en el que no puede faltar el móvil y el más moderno portátil a su lado. Se ha pasado de la valiente decisión personal, la soledad en el tra-

bajo, a la compartida comunicación con el compañero o estamento más cercano sanitario.
Para conocer estas cosas del ayer bien merece la pena leer: "Por los caminos de la medicina rural" de Angel María de Lera.-

EL TAZONCITO DE CASTAÑAS PILONGAS.

Esta historia nos lleva a una sencilla noche de Navidad de un año cualquiera ya lejano. Queremos mostrar en ella la preocupación de una familia por pasar una noche feliz entre

ellos pero siempre temiendo que una llamada a la puerta acabara con tan agradable reunión.
El día se había presentado tranquilo. Al atardecer los muchachos iban por las calles del pueblo cantando, tirando petardos y cohetes. Su acostumbrada ronda. La algarabía se vio interrumpida unos minutos mientras pasaba la Mujer de las Animas rezando y recitando su salmodia por las esquinas del pueblo. Empezaba a nevar. Florenti con su grupo de amigos se detuvo en una de las ventanas de la casa del médico:"Maria Manuela me escuchas/ yo de vestidos no entiendo/ pero me gusta de veras/ ese que te estás poniendo/.
El cante era acompañado con palmas y olés, hasta que la luz de una ventana animó a seguir por otras plazas y rincones a la alegre comitiva.
En la casa del médico llamaban de vez en cuando. El temido anuncio de visita se tornaba en un día como
hoy en un agradable regalo u obsequio:" Para que pase ud. una feliz noche con los suyos y no tenga que salir a ningún lado". -Muchas gracias, Manuela, eso es lo que hace falta.-
A eso de las diez de la noche cuando la bombilla de la esquina ya no podía con la ventisca y la oscuridad. En casa del médico que cenaba con su familia llamaron a la puerta.
-"Mira si tiene que salir tu padre con la noche que hace a casa de algún enfermo, tú le acompañas ¡eh!- Si madre, no faltaría más.
Abrí la puerta y una señora muy mayor, arrebujada en una gran manto negro que cubría todo el cuerpo y la cabeza, preguntó por mi padre.
Pase ud. Dolores y siéntese aquí con nosotros.Lo primero que hizo la buena señora fue recitar el Bendito y unas oraciones al ver que estábamos cenando.
-Mirad os traigo estas castañitas pilongas porque sé que van a ser de vuestro agrado. Mi padre lo primero que hizo fue decirla: "Dios te lo pague.¿Pero cómo te has atrevido a salir en una noche como esta?-
No se quería sentar pero la obligó a estar a su lado y compartir con nosotros- aunque se negaba- algunas cosillas de nuestra cena.
Al poco tiempo estaba tan contenta entre nosotros y nosotros con ella que nos dio pena cuando dijo que tenía que marcharse.
-¡Fíjate vive en las últimas casa del Castillo!
-La verdad que para venir desde allí con un tazón de castañas mejor que no se hubiera molestado.-
Mi padre salió al quite en el momento y cortó mis torpes palabras fruto de una precipitación juvenil poco razonable.
-Mira pues te digo la verdad he pasado la Navidad más alegre de mi vida y este tazoncito de castañas pilongas que estoy comiendo de postre agradezco más que el mejor pavo del mundo. Porque se ha hecho de todo corazón. Y cuando ,mañana vuelva a su casa a tomarle la tensión ese:Dios te lo pague, brillará de tal manera en sus ojos que es una pena que la medicina diga: hasta aquí hemos llegado.Porque seguro que Dios la tiene reservado un sitio especial para ella.
Apenas acabó de decir estas palabras. Llamaron otra vez a la puerta. Era la María, la del tío Pale, la partera.
-Que la Manoli ha roto aguas. ¡A quien se le ocurre una noche como hoy!.-
-Pues a ella-dijo mi padre- mientras se marchaba . ¡Qué mejor noche que hoy para dar a luz!
-Pues tiene ud. razón, pero...
"Esta Noche es Nochebuena/ y mañana Navidad/ saca la bota María/ que me voy a emborrachá". Eran los mozos que seguían de ronda y al ver al médico y a dos hombres con faroles detuvieron sus cantos. ¿Dónde irán?
-"A, encá tu hermana, Frijoli,"-¿Es que no tas enterao?"
Y ahora a las doce de la noche(¿en Nochebuena o en Navidad?) Mientras por todo el pueblo se escuchan las campanas de la Misa del Gallo. El llanto de un niño acababa de alegrar la Navidad en La Alberca.¿El médico podrá estar ya por fin con los suyos...?
Los cohetes estallan ya con más fuerza en el suelo (doble eco), los petardos a los pies de las chavalas que salen de la iglesia y las sartenes y zambombas animan todas las esquinas del pueblo: "Al Niño, al Niño, al Niño Manué/ para ofrecé al Niño Manué (bis)-"Pero mira como beben/ los mozos en la tasca/ Pero mira como beben/Hoy tienen mucha pasta/
Beben y beben y vuelven a beber,...
Y entre bebidas , cánticos y la nieve que no deja de caer, mañana, hoy ya, es NAVIDAD.

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