jueves, 24 de junio de 2010

HOGUERAS. FIESTAS Y CREENCIAS (SAN JUAN)

























HOGUERAS, FIESTAS Y CREENCIAS

Llega el anochecer y el sanjuán esta “asujetao” , bien puesto y derecho con piedras en el suelo.
“¡Bueno…¿vamos a prendé la “joguera?”. Primero “sacá la hornija” de la cuadra…
¡Qué está ardiendo la fogata!!! Madre baje ya…¡Ahora no saltéis! ¡Eh! Que es peligroso. Aplausos y ¡mucho …cartucho! Las vecinas sacan sillas de sus casas y forman corros o se sientan por los poyos más cercanos. Y comienza la fiesta y las bromas: ¡Decidle a la Tiaga que baje algo “pa” probar…” Mira, por ahí viene Juanma con la botella de coñá… Y al momento ¡”Cuidao” que se asoman cantando los de la Barrera!... Esos de ahora son los del Castillo…. Los mozos y muchachos recorren las calles del pueblo saltando las hogueras, tirando petardos y “cubetes” y cuando quieren subir a un sanjuán, la gente les dice: “¡Ar de la praza! Subí a ese…” Y si alguien lo intenta ya esta la encargada de sacar la escoba.
Se arrancan las primeras canciones y saltos. ” Que lo baile, que lo baile , que lo baile…”
Los mozos del pueblo ya se han “escapao”…. Ya no va la niña / por agua la fuente,..
Pelona, sin pelo… ¡Ahí, la tienes bailalá..!... Mi jaca, galopa / y corta el viento… ¡Ay campanera!.... Por ser amiga de hacer favores…. “ Yo tenia un cascabel/ que me costó un real / y por la noche aquella/ morena mía / vamos a baila/ Vamonos a dormi/ vámonos a “costá” / Tú quitarás la manta/ morena mía/ y yo el “candi”/ ¡¡Bien por la Dolores! ¡Bien! A coger el trébole / el trébole / a coger el trébole / en la Noche de
San Juan,… El pueblo está ardiendo por los cuatro costados y hay sanjuanes en muchas esquinas. –“!Quisca, ven al portal! Que he hecho perrunillas y cualquiera las saca ahí fuera…
Siguen… los saltos a la hoguera, los aplausos, el resbalón , las pequeñas caídas… Y… las muchas carcajadas
Cuando el sueño ya puede con los niños y la bombilla de 25 de la esquina está que no se ve de mosquitos y el reloj de la torre da doce cansinas campanadas … Hay que echar un cubo de agua a las últimas cenizas. Comienza el rito del agua y ¡ojo! Se pasa por última vez el porrón y las obleas que sacó algún generoso vecino
Cuando se acuesta Loren Lorenzo/ se levan levanta Catalina…. El rito del agua sigue con otro cubo para apagar bien las cenizas y….¡ya te pillaré yo a ti… después!...
Algunos mozos se despistan del grupo para poner el ramo a la puerta o a la ventana de la novia. ¡¡Agua va!-ya te dije que ahora viene el rito del agua…
-Te aconsejo que sigas leyendo Ritos Festivos, José Luis Puerto te seguirá contando muchas cosas interesantes-
Hogueras. Aguas y Ramos / son las fiestas de San Juan.
De San Pedro son reclamo / y de mañana, hoy ya, dirán…
Creencias y sortilegios /hierbas, plantas , amoríos,…
“Toma Juan, Dame María”… / Ceremonia concluida.
Las habas al vaso de agua / y al novio la bienvenida.

LA FIESTA DE SAN JUAN: " EL SANJUAN"
















































LA FIESTA DE SAN JUAN
¡A POR EL “SANJUAN” A LA DEHESA!
Seguramente que ese mozo que está subiendo al sanjuán de la Plaza, no ha nacido en La Alberca ( y sólo es fruto de la atrevida tijera) ¡ peor para é! Pero lo que si sabe ese trepador es la gran sensación de triunfo que da el subir a la capullina de este roble ( el más alto del pueblo) y que no puede faltar un día como hoy en la Plaza Mayor de nuestro pueblo.
Hay que “agatar” para competir. Y, hay también que decir ¡Uy…! Cuando el altísimo árbol se tambalee un poco
Pero, esta es una fiesta de iniciación estacional. Y tiene sus ritos y sus porqués…(te recomendamos amigo si quieres saber de estas cosas con profundidad que acudas a esos estupendos libros que ha escrito José Luis Puerto sobre La Alberca, sobre todo:” Ritos Festivos”) Nosotros nos quedamos con la palabra y los collages en la calle y en el tiempo. Recordando a vuelapluma todas nuestras apasionadas vivencias de niñez y juventud.
¡Dichosa edad y tiempos aquellos que tenía santos para todo, honraba a los evangelistas y elevaba a la cumbre de los días festivos a los santos apóstoles! Hoy, hay veces que no sabemos ni en el día en que estamos. Necesitamos recuperar fiestas por el bien de los católicos, de los “cansinos” oficinistas y de los “paganinis” de todo tipo de crisis.
¡Quién no recuerda lo felices que eran estos días en torno a San Juan! Ya sólo había escuela por la mañana. Empezaba a apretar el calor…¡Con qué ya sabéis! ¡Eh! A las cinco nos vemos, que hay que ir a buscar el sanjuán a la dehesa Y a las cinco estábamos todos los amiguetes en la Senjá: Kisko, Juanito, Gerardo, Fausti, Benito , Tacha, Minuto, Toñi, el que cuenta y unos pocos más que se arrimaban de calles cercanas. En la Dehesa quienes eran los más conocedores del lugar donde se podía cortar nos llevaban a los demás.
¡Ese no, que es “mu” chico!-¡ Tú que quieres que “aluego” dé con los cables y “haiga” que cortarlo! Ese, está bien. ¡Los petallazos que sean límpios !.”Echaijvo pa´allá, a ver si a alguno le va a cae en el cogote.
-“¡Ya callú, bien coigne bien”- Hay que tener cuidado al llevarlo. –Los muchachos chicos que se pongan en la parte más “dergá”… Y empezaba la marcha al pueblo
-“¡Qué ya han “venío”- Decían por la Senjá. Y saltaban los aplausos. La Maína, la Inés, la señora Jesús, La Dolores la Estoca, La Dorita, el señor Clemente. Manolí, el señor Isaac,…Y, todos… ¡Qué contentos! Ya está aquí el sanjuán.
Y nos decían: “Ya lo tenéis ..¿Eh! Y pasaban mirándonos sonriendo: Alejandro y Josefa, el señor Clemente montado en un mulo que subía de las Ferrerías, el señor Pepino con sus productos del campo, la señora Minica que nos decía que era más chico que el de su rincón,…
¡ ”Aluego”, lo ponemos pa árriba, con cosas en la “capullina!... Y al anochecer
¡”To er” mundo a la calle, era la víspera, comenzaba la fiesta, las hogueras y si se podía había que “agatá” al sanjuán…

lunes, 14 de junio de 2010

LA ALBERCA, ESENCIA PURA DE CASTILLA
























































LA ALBERCA, ESENCIA PURA DE CASTILLA
--PALABRA DE UNAMUNO—PINCEL DE ISMAEL BLAT
PANÓRAMICA LÍRICA
“Otra vez, a la derecha, aquí cerca, asomado tras esa loma, los tejados de La Alberca, a que domina la torre de la Iglesia. Estos pueblos, que se pueden abarcar así desde lo alto, en una ojeada, y que se diría cabe cogerlos en un puño. Y allí dentro es todo un mundo. Y cerrando los ojos veo las negras calles de La Alberca, los balconajes de madera, los aleros voladizos de sus casas, las mujeres sentadas en el umbral de las puertas y los niños jugando en la calle, y allí, en la fuente, una moza llenado el cántaro. Y corre la vida, como el agua de un arroyo que baja de la cumbre entre guijarrales . Robustos castaños ciñen La Alberca. Y los hombres miran al cielo, por si llueve sobre la tierra.
Destila la miel el pobre árbol enfermo.”


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VIÑETA
“ ¡ De Batuecas a La Alberca! Ese es el pueblo ¡tan pueblo Recogido entre castaños, al pie de la Peña de Francia.
Esas casas caseras, de piedras de berruecos serranos y de madera, de madera renegrida por lluvias y por humo de hogares; esas casas que abrigan, bajo los anchos aleros de sus tejados un mundo de recuerdos cotidianos…
Relicarios de la dulce intimidad de la vida popular, con el agua que corre por el caño de la calle, sin tubería subterránea…
“Quien no conoce la vida de estos pueblos de la Serranía castellana (algunos de los cuales parecen transportados, más que a siglos hace a esa vida que transcurre fuera del tiempo, igual ayer que mañana, rutina y nostalgia que es sustancia de la dicha); quien eso ignora, no conoce la España inacabadera”.

TABERNAS DE ANTAÑO// EL ARTE DE CATAR EL VINO









TASCAS Y TABERNAS DE ANTAÑO
-El arte de catar el vino-
En la plaza de La Alberca siempre hubo gran variedad de establecimientos de bebidas . Fue la televisión quien distinguió entre, bares y tabernas. Los bares se llenaban de gente para ver jugar al Madrid, torear al Cordobés o para seguir aquellas famosas series del oeste, con Bonanzas y tiros que se escapaban por los reflejos, que salían de las ventanas de los bares de Marcial, Gabi y Jacinto. Quien quería estar un rato tranquilo (pese a haber sido lugares bulliciosos de cartas y charlas) se iba a pasar un rato a la taberna. Antaño eran lugares exclusivamente de hombres, en los años sesenta entraban ya algunas mujeres excursionistas. Las tabernas del Pelujo y del Colorado con sus tajos, pellejos de vino y botes de carburo iban ya quedando para el recuerdo. Las vinotecas de esta nueva época eran (excepto los días festivos) lugares tranquilos y baratos y así estaban las de la Flora, del Porru y el N´ hay Club de Marcos.
Marcos atendía a todo el mundo con gran cariño y simpatía especial. Y seguía con gracia nuestras bromas, bajaba el antiguo juego de la rana que ya tenía apartado en el “sobrao” y colocaba la tabla que le hicimos de No Hay Club. El porrón y el metro de vino para la panda de amigos presidía las entrañables ceremonias de charlas y bromas.
En ciertos momentos llamaba la atención algunos de los clientes habituales que después de haberse pasado todo el día trabajando en el campo, llegaban, pedían su vaso de vino y se quedaban como meditando en el mostrador.
La forma de beber un serrano nos lo va a relatar con gran maestría M. Martín. “ no hay rasgo personal que caracterice a un serrano como su manera de catar el vino. Primero, lo toma en la mano con reverencia, y echase atrás el sombrero. Lo examina., lo mueve en el vaso, lo mira al trasluz con una visual sesgada, ceñuda, taladrante. Y hace otra pausa. Escupe, limpiase la boca de un revés. Lo huele y alza la nariz al viento. Lo prueba mojando apenas los labios. Lo paladea dando pequeños chasquidos con la lengua. Todo ello con parsimonia suma, Y al cabo, tras un silencio, dice su cabal parecer. Nadie en el mundo sabría representar esta escena con la prosopopeya de un serrano de raza.”
Y a este vino que sus gentes subían de las tierras cálidas del Soto, Cepeda, Mogarraz,…
Y que después de probarlo su marca te quedaba tan fija en los labios que ya no podías negar que le habías hecho su correspondiente reverencia. Pues bien, a este vaso de buen vino la jota también le hacía sus correspondientes honores y admiraba como algunos albercanos al toque del tamboril afiligranaban su pasos de baile en torno a él sin caer una gota. Después se cogía el vaso y a compartir como buenos amigos y compañeros de fatiga.
No faltaba tampoco el porrón que se pasaba con gracia y arte. ¡Pobrecito el que se dejaba escapar una gota- no por la mancha- sino por el pecado que cometía. Nos falta por decir que el amigo que hace collages subrealistas , la sangre del Cristo de su cuadro
es puro calco de la hermana uva que tenía en una bodega de Cepeda un ricachón de La Alberca. Lo descubrió el alambique que tenía el boticario de La Alberca, auténtica prueba de ADN de aquellos tiempos.
Volviendo a momentos más recientes entresacamos de las Coplas de Peromingo estas entretenidas aleluyas- porque “los chinos” también estuvieron en las tabernas de La Alberca, antes de invadir nuestras ciudades como lo están haciendo en la actualidad..
Aquí se bebe buen vino./ Se confiesa, juega y habla
Después se inicia el camino…/(Jacinto, Marcial, Gabino,…)
Y un gran negocio se entabla.
Mi amigo dijo que tres/ y yo respondí que seis.
Él me prestó las monedas / y va y me gana ¡lo veis!
Volvimos a repetir / y otra vez que me ganó.
Ya veremos si mañana…/-seguro me vengo yo-.
Y es que en el juego el maestro/ de matemáticas nada,
¡los vinitos y a lo nuestro!/ No repito la jugada.
Al final tomamos cuatro / y un pececito cayó,
¡gracias a la tabernera! /Y..¡ hasta mañana!…¡Con Dio!







sábado, 12 de junio de 2010

CUANDO "SANGRE EN CASTILLA,DESTRUIDA POR EL FUEGO"



















































































                         
                   


NOS SORPRENDIÓ.
A Pablo que ya ideaba en su mente hacer carros de madera que fueran y vinieran solos por tracción lunar desde la solana de su casa hasta el llano de la Mataricho. A Cosme que iba y venía a las Ferrerías montado en unos mulos con Ferino que eran la envidia de todos. A Juanito y Poli ,Canete que compartían conmigo pisar charcos en la calle. A Faustino, Santiaga, Gerardo, Minuto; Toñi y Tere del señor Isaac. A Benito, que sabía hacer buenos “piones” A Eusebio, que negociaba conmigo el cambio de aros por secantes. A Pedrín Conejo, el mejor monaguillo por aquel entonces y de la madre más simpática y alegre la señora Minica. A José, el de la Cantora, gran amante de la caza de perdices y “jabalines”. A Ana Mari, de doña Rita y a Juan Francisco, de D. Rufino. A Kisko, José y Dolores ,Estoque.A Pedrín Pinturas, un buen goleador. A Pingüi y Tirso que conocían los secretos que hacen las “cosquillinas” de la luz eléctrica. A todos los que me ayudaron a “asaltar” la tabaquera que tenía reservada mi padre y que me costó estar colgado una semana del balcón de mi casa (según rumores).. A Consuelino, a Tere y Margarita Melota, a Kety, a Encarni, a Luci, a Basi, a Maria Dela, a Presentación, a Pepi Carina,… que al ver a los muchachos nos temían por los dichosos “pegotes” Y a tantos y a tantos amigos que la memoria no olvida pero que el espacio limita.
A TODOS NOS SORPRENDIÓ …la gran cantidad de cables y focos que había por el pueblo. Por las Espeñitas imposible pasar. Y aquí todo el vecindario estaba disfrazado.
Se estaba rodando SANGRE EN CASTILLA. Según he leído la película iba a tener tanta fama como Nobleza Baturra, Morena Clara, Bienvenido Mister Marsal,..
Pero lo poco que sabemos hoy de esta película después de rodarse , lo cuenta mi padre en el siguiente artículo que publicó en el Adelanto de Salamanca.
-Mira ese que va por ahí disfrazado de soldado francés ¿Quién es?...¿ Matías? Y ese ¿es Perrerías? Ese seguro que es ..¿el Mister?...¡vamos anda?- deja de inventar historias.
A ver si alguien recoge la idea y piensa volverla a rodar en la Alberca ,ya adaptada a nuestros tiempos. El escenario sigue siendo único.




viernes, 11 de junio de 2010

POR LA ESPAÑA DESCONOCIDA- II-y III














































POR LA ESPAÑA DESCONOCIDA-II-
-Notas del libro de Blanco Belmonte- y comentarios nuestros
EL CHURRO
“El churro es un número insustituible en los programas de las ferias y romerías. Ese número consta de dos partes: el encierro y la capea.
He presenciado muchos encierros en distintas ciudades; nunca creí posible lo que en La Alberca vi. El encierro suele ser un acto ordenado, en el cual mayorales, vaqueros, manso y toros marchan por un camino despejado, sin que haya guapo que les estorbe el paso. En La Alberca ocurre todo lo contrario. Las puertas de las casas permanecen abiertas y en ellas hombres, mujeres y hasta niños asisten al desfile del churro, que marcha entre un pelotón de gente. De vez en cuando, el animal se cansa del asedio y prueba a arremeter; entonces hay carreras, chillidos, golpetazos de puertas que se cierran…Y al minuto vuelve el novillo a sentirse prensado, dominado por sus acompañantes. Es milagroso que tratándose de reses bravas, algunas de las cuales llegan a pesar de veinticinco a veintiocho arrobas, no se registren desgracias”.
-(Quiero hacer un alto aquí para decir que por los años(1950) conocí todo esto que nos está relatando perfectamente Blanco Belmonte y se conservaba con extraordinaria pureza. Se llamaba: A buscar el toro. Me encantaba ver como adornaba su jaca Jesús Navarro, la paseaba por la calle del Tablado con demás acompañantes y se iban todos con la alegría que se puede ir hoy a la Romería del Rocío. Unos iban hasta el Cabaco, otros hasta el Puente Francia por el antiguo camino carretera. Y las noticias iban llegando al pueblo..Que ya vienen por…Y la gente se animaba y a los niños nos entraba escalofrío..Por el pueblo pasaban por el Alto de las Eras, camino del Prado” Mellina” Era una auténtica romería de gentes montadas a caballo o en jacas, acompañando al toro y otros detrás montados en burros y andando y saltando paredones-)
La corrida. Banco Belmonte lo llama la capea Y lo describe tambien. Que merece la pena leerlo detenidamente. No puede haber película ni documental que lo refleje tan admirablemente- seguimos con él.. “ La capea es una continuación del encierro. Asusta la carencia de precauciones contra las acometidas del churro. En la plaza, amén de los balcones y ventanas, todo artificio es útil para improvisarse una “localidad”. Las puertas, de en par en par abiertas, sirven de refugio cuando el toro se arranca; en otras, unas tablas mal clavadas forman talanquera, ilusoriamente protectora; tras las empalizadas y sobre las empalizadas que cierran las bocacalles, apíñanse centenares de personas; en tablas, suspendidas por dos cordeles a los balcones, toman asiento los mozos y encaramados en las rejas, medio ocultos tras las columnas de los soportales y hasta agarrados a cabos de maromas hay aficionados al arte de Cúchares; por las empalizadas asoman cabezas de muchachos y no faltan algunos que, gazapeando, deslicen todo el cuerpo tras la cabeza y salgan al coso.
En conjunto y en detalle, la plaza, a la hora de la capea, tiene extraordinaria brillantez de luz y soberana palpitación de vitalidad robusta. En la lidia hay dos momentos perfectamente marcados. Durante los primeros quince o veinte minutos, el churro es el amo de la plaza, sus facultades y su acometividad le hacen dueño del campo, y apenas si algún torerillo de carretera- que ha recorrido muchas leguas a pie para tirar un capote y recoger un puñado de calderilla- o algún mozo excitado por las libaciones, se atreve a desafiar el cornúpeta. El reto va inmediatamente seguido de un acosón, de una pateadura o de un puntazo en la región que es víctima propiciatoria de estas audacias :en la región glútea.
Al cabo de quince o veinte minutos, el público “le puede” al toro; el animal, aturdido por vocerío ensordecedor, inicia la acometida, y en el acto se ve solicitado por capotes, blusas, boinas y mantas que flamean en las rejas, que asoman por las empalizadas, que se agitan en talanqueras, a un lado, a otro, de frente, detrás, por todas partes.
Y el final es desastroso; cuando el bravo novillo no cae pronto enlazado para recibir el puntillazo, llueven sobre él garrochas pequeñas que le convierten en un magno alfiletero y le hacen caer desplomado, bramando de ira y de dolor.”
Tras esta estupenda descripción queremos recordar a un magnífico aficionado a los toros , El Cuco (hermano de nuestro buen amigo Jesús Perrerías) con su capote era un valiente que sabía torear y quitar del peligro a algún mozo atrevido que se veía en apuros.
POR LA ESPAÑA DESCONOCIDA-III
-Notas del libro de Blanco Belmonte-y comentarios nuestros
- CUANDO LA CAMPANA DE LA PARROQUIA TAÑE CON QUEJUMBRE EXTRAÑA-
“¿Qué ocurre?-preguntamos.
-Que se ha perdido un niño en el campo- nos dijeron- y que de orden del alcalde ha de ir una persona de cada casa en busca del pequeñuelo.
Los que no crean en la caridad, los que duden de que aún existen sentimientos fraternales en los humanos pechos, vayan a la sierra y vean lo que en La Alberca vimos.
Trescientos, cuatrocientos, quinientos vecinos provistos de faroles, farolillos y linternas se desparramaron por el campo.
La campana seguía gimiendo lúgubremente. A distancia parecía que un ejército de gusanos de luz había invadido la sierra.
La angustia se reflejaba en los ojos y las palabras parecían sollozos. Pesaba en los ánimos el recuerdo de otro niño perdido y hallado al siguiente día en la hondura de un barranco, destrozado por las alimañas.
La pesadilla se prolongó una, dos, tres horas. Al cabo el muchachuelo fue encontrado dormido a orillas del Lera, y volvió en triunfo al hogar paterno. Y los vecinos, satisfechos del hallazgo, dieron gracias a la Patrona, y, sin la menor sombra de vanidad, como si su conducta fuese algo muy natural, tornaron a sus casas sin dolerse de la molestia ni de las horas de sueño que habían sacrificado.
Frente a la afirmación de Hobbes, frente a la crueldad entristecedora de que el hombre es un lobo para el hombre, quiero colocar con orgullo el proceder humanamente generoso del vecindario de La Alberca que proclama con el ejemplo que el hombre es un hermano para el hombre.”
Estas notas me traen al recuerdo la forma que siempre ha tenido nuestro pueblo para actuar en determinados acontecimientos. Recuerdo una noche. Serían sobre las dos . Mi padre tenía la costumbre de quedarse trabajando hasta las tres o las cuatro aprovechando el brasero de encina que le preparaba la señora Jesús cuando su familia se iba ya a dormir. >Pues bien oímos que pasaba por la calle una voz muy ronca que iba gritando: ¡Fuego, junto a la esquina del Tornero! Mi padre me dijo coge un par de cubos y vamos..
Cuando llegamos ardía el tejado de una casa , estábamos cuatro o cinco personas nada más por la mala hora que era. A los pocos minutos estaba allí todo el pueblo. Desde la Fuente de la Plaza se formó en unos minutos una gran cadena de personas pasando cubos de agua, mientras algunas personas demasiados atrevidas con petallas, picos, zachos, se jugaban el tipo de un lado a otro de la casa. La asistencia de todo el pueblo, el valor y la colaboración fue digna de encomio.
Recuerdo que al día siguiente- ni nos preocupábamos si este era mi cubo o el tuyo, en un rincón había un montón de ellos esperando que alguien los recogiera- y alguien comentaba la costumbre de otros lugares cercanos que cuando sucedía algo parecido sólo se ayudaban entre familiares y el resto de la gente miraba.
En La Alberca, en un fuego, en una gran nevada o en cualquier suceso, siempre se ha ido TODOS A UNA. Ya nos dieron ejemplo las mujeres con el famoso Pendón que arrebataron a los soldados portugueses del Prior de Ocrato que habían venido ayudar a la Beltraneja.

POR LA ESPAÑA DESCONOCIDA -I-
























































POR LA ESPAÑA DESCONOCIDA-I-
A quienes manejan con soltura Internet les invitamos a que conozcan a través de Google estas páginas de M R Blanco Belmonte Por La España Desconocida y si pueden y tienen ocasión adquieran el libro . Son: Notas de una excursión a La Alberca. Las Hurdes. Batuecas y Peña de Francia en el año 1911, con fotos de Venancio Gombau. Como estos libros disponen de una vista previa restringida hay unas páginas que el propietario ofrece en Google respetando los derechos de autor que pueden ser vistas y por su extraordinario interés mostramos algunas fotos y comentarios. Merece la pena tener tal libro si es que ya no está agotado.
Veamos lo que dice de las fiestas de la Alberca hablando del
OFERTORIO
“ Procesionalmente, precedida de estandartes, rodeada por el Cabildo municipal, asistida por los cofrades, seguida por compacto gentío, saludada por vítores, anunciada por músicas y llevada en hombros por fornidos mozos, hizo su entrada triunfal la imagen de la Virgen Santísima, ostentando rico manto azul.
La efigie quedó depositada en el frente de la plaza; el pueblo alineóse , dejando despejado buen trecho, y entonces, de dos en dos, por orden riguroso de categorías, fueron llegando mayordomas y regidores a prosternarse ante la Madre del Redentor y a depositar a los pies del célico trasunto la ofrenda destinada al culto.
De vez en cuando, docenas de cohetes estallaban en honor de la Patrona; luego volvía a imponerse el silencio.
Y en la compostura de las mayordomas, vistosamente vestidas; y en la gravedad de los regidores, envueltos en gruesas y holgadas capas; y en la actitud de los millares de personas asomadas a los balcones, enlucidos con colgaduras, o agrupadas bajo los pórticos, había algo tan respetuoso como tierno: algo que era un poema, rimado al unísono por los corazones”.
LAS RELACIONES
Antes de ver lo que nos dice Blanco Belmonte, queremos recordar a Manolín, la última persona que hemos visto relatar emocionantes versos dedicados a la Virgen de la Asunción, con su particular énfasis y acento local, que arrancaban vítores y aplausos por parte de sus paisanos.
“Formando brillante nota de color, avanzaron hasta el centro de la plaza ocho muchachitos con trajes de serranos y capitaneados por un vejete. Doblaron la rodilla ante la Virgen, y el Capitán,, en un romance más sentido que bien rimado, saludó a la Señora y expuso el programa del acto. A continuación, los rapazuelos declamaron romances, pintando la situación de sus familias, impetrando auxilio para sus necesidades y terminando con la deprecación:
“Reina y Señora bendita, /Madre de todo este pueblo.
Danos ogaño cosecha / y llévanos hasta el Cielo”.
En la relación de uno de los niños, hubo una nota de intensa emoción. El pequeñuelo evocó el recuerdo de su padre ausente, de su padre expatriado para ganar el pan en tierra americana, como trabajador en las obras del Canal de Panamá y pidió a la Patrona que amparase a los obreros albercanos que en Panamá luchaban por la vida- más de un centenar de hombres en un pueblo de dos mil almas- y que los volviese a sus hogares.
La voz del chiquitín temblaba y tenía dejos de angustia. Un sollozo mal reprimido llenó la Plaza, y el llanto corrió por las mejillas de las viudas de vivos, de los huérfanos con padre que hallaban en aquella criaturita un intérprete de sus amarguras.
Luego, los muchachitos dieron comienzo a sus graciosas y complicadas danzas, acompasándose a los golpes del tamboril y haciendo chocar, con arte de esgrimidores, unos palitroques que imitaban en cierto modo el repiqueteo de las castañuelas”



jueves, 3 de junio de 2010

EL DÍA CORPUS






























































"Ya hemos tratado aquí en el blog que el Corpus es una de las más hermosas y sugestivas fiestas albercanas. Quien de verdad quiera conocer las labores y bordados que hacen sus mujeres al cabo del año no debe de faltar de venir hoy a conocer esta viva y natural exposición. Se adornan balcones y ventanas con colchas antiguas expuestas al paso de la procesión. Acudimos a conocer lo que escribe un buen amigo de La Alberca allá por los años 1920, Andrés Pérez Cardenal en su obra "Por Sierras y Campos Salamanquinos"













 Se alfombraban las calles con tomillos, flores y romero.
Las albercanas colgaban de ventanas y balcones sus magníficas colchas y sus ricos paños, 
primorosamente deshilados y bordados con la más bella tonalidad de colores que pudo idearse.
¡Qué soberbia exposición de telas y de labores la de las calles de La Alberca en aquel día!
Votean las campanas y sale la procesión. Abriendo paso el tamborilero, los niños de las escuelas, la cofradía del Santísimo.
Con que noble porte, con que clásica elegancia marchaban
luciendo sus galas, sus trajes serranos...
La procesión terminó con el Ofertorio.
El Santísimo bajo aquel Pórtico de la Parroquia. Mesa de las ofrendas, con grandes bandejas de plata. De dos en dos venían a ofrecer los devotos, andando acompasadamente al son del tamboril, llegaban a la escalinata del templo. la subían y bajaban haciendo reverencias. Y en tanto solemnizaban los mozos la ceremonia quemando bravamente la pólvora en el Solano".