lunes, 4 de julio de 2011

CON EL VELAY



CON EL VELAY
¡Vaya bronca que me ha echado Peromingo! como si yo tuviera la culpa de lo que se cambia, se pierde o se gana con el paso del tiempo. Y aunque todo está sujeto a cambio siempre queda algo en nosotros que perdura y es la más pura esencia del pasado que se niega a morir. Y así, me manda en poesía malabaratista y populacherista como gusta al que tiene que gustar (a él) este corrido para que me vaya agarrando bien a los machos ( por eso de ser buen aficionado al arte del toreo y del requiebro).
¿Dónde están aquellas mozas?
¡Aquellas mozas de antaño
Que subían las escaleras
Desgastando los peldaños!
La entrada ahora es mejor
Cuando suben a su casa
Prefieren el ascensor
Y ¡el móvil!- no tiene guasa.
Ya no lavan en el río
Usan guantes, lavadora,
Así tienen al “marío”
¡Apaga la secadora!
¿Dónde están aquellos mozos?
¡Aquellos mozos de antaño!
Gorra. Navaja. Alborozos.
Escancianos todo un año.
Ya no quieren ser pastor
Ni curas, ni la baraja.
El iPod u ordenador
En su mente es lo que encaja.
¿Dónde están hoy nuestras gentes?
Que decimos son de hogaño
Rajando como hacen siempre
Y añorando lo de antaño.
¿Dónde estará el tamboril
La flauta y el almirez
Y esas noches de candil
De embrujada palidez?
¿Dónde están hoy nuestros pueblos?
Si pasan un tiempo amargo.
¿Renovarán con denuedo?
¿Terminará su letargo?
Han llegado nuevas gentes
No conocían su pasado.
Y ya notas en sus mentes
Que son iguales, clavados.
(Del velay del presente
Al velay del pasado)

No hay comentarios: