miércoles, 29 de febrero de 2012

TIEMPOS DE CARNAVAL EN TROVAS Y RELATOS- I I-



















TIEMPOS DE CARNAVAL EN TROVAS Y RELATOS –I I-

 Lo oficial, lo permitido está en la plaza y ahí es donde se celebra La Corrida del Pataheno (con hache bien aspirada); hombre recubierto de heno y paja, lo que le impide moverse con desenvoltura.

LOS MOZO-TOROS

Disfrazados van de toros
Con cornamenta de cabras.
Tiznados (hasta los codos)
O una “jorca” -(sin palabras)-.

En la plaza que es un foro
Les cuquean, les reclaman.
¡Ven “pa-cá”-mocito toro!
Embiste con “toas” tus ganas

Mas entonces…¡Pero bueno!
¿Quién es ese tarambana?
Nada menos que el Pataheno.
Se mueve de mala gana

El mozo- toro le embiste
El patageno le esquiva.

Ahora todo ya es más triste
La horca caló en la barriga.

De la herida sale el heno
Y un buen chorrazo de paja.
Pese a que estaba tan lleno
Al culo llega la raja.

 LOS ENMASCARADOS
¿Y esos?.Son enmascarados. -
La gente corre de prisa-
Y es que llegan bien cargados
Ceniza, serrín….¡qué risa!

Quien se enfada nada gana
¡Con que todos al tinglado!
¡Mira! ¡El salto de la rana!
Y al instante le han pillado.

 DISFRACES
Famosos y personajes.
Todo el mundo “echao p´alante”
De flamenqueo. ¡Qué trajes!
Pueblo y plaza. ¡Impresionante!

 Y hasta te corta el sentío
Tan bonito carnaval.
¡Que en febrero no está mal
Que se celebre el Rocío!

 Mi arma la que “s´armó”
Tu “pisha” ¡que te creía!
Hoy “toer mundo, aquí es caló”
Que es: L´Alberkandalusía.

 Se bailó por sevillanas
-Los Romeros, los del Río,…
- Al “picao” las albercanas.
La Plaza ¡con tal color!
Que no acabaron las ganas.

 Y casi llegó a la mañana
¡Ese tío..., el del tambor!
(Relatos y coplas de Peromingo, con fotos recogidas de Internet, carnavales 2012)

TIEMPOS DE CARNAVAL EN TROVAS Y RELATOS -I-

TIEMPOS DE CARNAVAL EN TROVAS Y RELATOS –I-

 Disfraces. Enmascarados.
Patahenos. Hilanderas.
Pachangas. Ensabanaos
Mozo-toros y carreras.

Luego jamón, carne asada.
Cervezón, o buen vinillo.
Esto sí es carnavalada.
Que al Rocío vamos ¡quillo!

La primera vez que oí la palabra “pachanga” fue a la señora Dolores, en el Rincón de la Maina. La señora Dolores era hija de la Tía Triz, como decíamos en La Alberca, que era una auténtica eminencia en conocimientos y saberes de las cosas de su pueblo. Me encantó la palabra, la busqué en el diccionario y ponía.: diversión, jolgorio. No habría hecho falta pues la señora Dolores me recitó una poesía, que seguro que venía de los años de juventud de su madre y decía así:
Donde hay mozos hay pachanga
Donde hay mozas alegría
Donde hay viejos rezongones
Sermones todos los días.
Pues bien, el franquismo prohibió los Ensabanaos con la cara tapada, quizás por eso de los posibles desquites o venganzas; no obstante, salían a la calle y para evitar problemas iban con la cara descubierta y moviéndose en espacios conocidos.
LOS ENSABANAOS
¡Cuidado! ¿No ves que llegan?
Con un palo “ensabanaos”
Además ¡Qué fuerte pegan!
¡Al portal! Y bien” pechao”.

Se han metido por la cuadra
Y la “puertina” han forzado.
El perro ladra que ladra
La gallina “sa´spantao”.

Nos han dado treinta palos
Menos mal que “simulaos”
Por la calle van que vuelan
Caminito de la plaza
Con las sábanas “tapaos”.
Mas, por callejas se cuelan
Que allí temen que haya “caza”. -
O quien sabe, sean multados-.
 El carnaval era, por tanto, más íntimo; más de rincones y plazuelas y…¡Con los ojos bien puestos!

viernes, 24 de febrero de 2012

LA VIDA EN CALLES Y RINCONES





























LA VIDA EN CALLES Y RINCONES

 Los pueblos no sólo son sus calles y plazas. Son también sus gentes, su modo de vida, el trato continuo de unos con otros. Cada época, el pueblo tiene un distintivo propio y todas le dan sus características señas de identidad.

 Por su aspecto oriental que llegó a decir a Rufino Blanco Belmonte “ he encontrado un auténtico barrio de Damasco”, las calles de La Alberca van íntimamente unidas, a sus callejas, “callejinas”, rincones y personas que las habitan.
 Los rincones son como continuos salientes, algunas veces cerrados; y otras, salidas a diferentes zonas o caminos a cercanas huertas. Si nos detenemos en la Calle principal La Calle del Tablado, hoy eminentemente comercial y nos vamos a otras épocas de más habitantes veremos que sus salientes de calles o rincones eran conocidos mencionando a la persona principal o a la que por algo más se destacaba de los demás habitantes.

Así empezamos en dicha calle por su entrada, en otra época Travesía del Tablado, hoy de Don Luciano Barcala. Ayer, basta que dijeras para ser reconocida “donde vive la Chivina o el Pardal” y era suficiente.
 Pasamos a la izquierda y tenemos el Rincón del Médico (junto a la casa de Tomás), un lugar conocido por su amplio poyete y pared solariega.
Un poquito más adelante tenemos un auténtico rincón, El rincón de la Maina (allí vivían muchas personas conocidas, la Inés, Juanma, la señora Dolores, Martín el Zapatero,..), pero era ese nombre de la Maina el que más le destacaba.
Siguiendo a la derecha tenemos el Rincón del Herrero, lugar donde estaba la fragua, se vendía miel y Vicente herraba las caballerías.
Un poquito más abajo a la derecha el Rincón de la Minica y en frente al mismo, La Senjá o “donde vivía Perrerías”. Era suficiente, así se conocían ambos lugares al momento.
Siguiendo la calle, más abajo la calle del Pedregal, y como no hay rincón, se decía “ a la Puerta del señor”, (Juanela, o Goyo Mañanita ;aunque era más propio decir del “tío” tal o cual ;el “tío” no era un parentesco sino una denominación). Hoy, decir allí, en ese bonito tramo, Mari Luz, es decir dulzura.
Finalmente viene la salida a la Balsada, pero popularmente el lugar era conocido como “A onde la Rita” y era suficiente.
Lo mismo podríamos decir de otras calles de La Alberca, hermanadas con sus típicos y característicos rincones. En la entrada de los mismos, se detenía el pregonero a publicar su bando; paraba la furgoneta del pescado; el afilador, para que le oyera toda la vecindad. Y sobre todo, donde todas las tardes del año recita su salmodia, la Mujer de las Ánimas.
¡Calles y callejas de La Alberca con sus típicos y característicos rincones!. Donde pese al cambio de los nuevos tiempos las gentes se siguen sentando en sus poyetes con regusto africano; venden en las tiendas embutidos, jamones; un cesto o banasta de fruta, un recuerdo de la China con sabor local, postales, artesanía, camisetas,… Y donde aún se recuerda y brota la esencia de su singular y característico pasado, especialmente su peculiar modo de hacer vida.

lunes, 20 de febrero de 2012

LAS COMUNICACIONES -DÉCADA /60- I I I-

LAS COMUNICACIONES -DÉCADA/60 – I I I -

 LAS NOTICIAS DE RADIO MACUTO
 Si te quieres enterar
Qué pasa por la mañana
A la calle has de bajar
Es mejor que en la solana.

 Tres mujeres en la esquina
Si están hablando por bajo
Adivina, adivina
Cebolla, tomate y ajo,…

 Cuatro hombres en la plaza
A la sombra, pies al sol
Seguro que meten baza
Y ¿cómo no? Algún farol
¡Mira! ¿la ves que va a misa?
Pues el camino mal traza
¡A saber, llevando prisa!...
¡Dejad ya de echar mostaza!

LAS CELESTINAS
 Siempre ha habido Celestinas
-Y Celestinos, ¡chaval!
Que tenían las leguas finas
Y también que “echaban cal”
Pues te puedes figurar
Igual que en otro lugar:
“No dicen que la chiquilla…
¡Qué va hombre! Ya no dicen.
¿Qué enseña la pantorrilla?
Pues, eso hoy. Ya lo bendicen”.

EL MAYOR ACONTECIMIENTO
La llegada el coche línea
Y el pueblo paralizado
¡Vamos a ver hoy quien llega!
¡Cuánta gente en el Tablado!
Ese, ¿será don Vicente?
Y aquella ¡qué bien peinada!
Esos se van… pa´ La Puente
Y estos, que no dicen nada…
Y la Lola que se enfada
 Con su amiga por flojera
No  ha traído las almendras
Y ha ido al Cristo de Cabrera.

LAS COMUNICACIONES -DÉCADA/ 60-I I-

.LAS COMUNICACIONES -DÉCADA/60 –I I -

 SERMONES. AMONESTACIONES Y SALIDA DE MISA MAYOR
 Los domingos a Misa mayor iba casi todo el pueblo. Era curiosa la distribución de los fieles en la iglesia. En la parte de adelante, a la derecha los niños y a la izquierda las niñas.
Un pasillo a ambos lados y junto al púlpito algunas mujeres que tenían allí su reclinatorio, detrás a ambos lados los hombres ( en el de la derecha predominaban los funcionarios o autoridades del momento). Debajo del coro mujeres y arriba, subiendo las escaleras, mozalbetes y hombres jóvenes.
El silencio primero y los murmullos después surgían en el momento de las amonestaciones –alguna vez el cura se tuvo que enfadar…- Las misas se decían en latin y el sacerdote mirando al altar sólo se daba la vuelta en algunos momentos:¡Dominus vobiscum!- Et cum spiritu tuo. Comenzaba el sermón y quienes estábamos cerca de la pila de agua bendita salíamos a fumar un cigarro. La salida de la iglesia también tenía su protocolo, primero alguna mujer que tenía mucha prisa, después los hombres y finalmente las mujeres. Comenzaba la hora de la doctrina para los niños y los jóvenes que estaban en la puerta aprovechaban el momento para “el ojeo”.
Después el vinito con cacahuetes: Marcial. Gabi. Jacinto. Marcos. El Porru ( Y ¡para ya de contar!).

EL CINE
Fue Dn Saturnino quien hizo el Centro Cultural Recreativo (con periódicos, biblioteca, bandurria). El teatro pasaba un mal momento. Era el cine la actualidad y los domingos llenábamos aquella sala tan fría y que había que silbar cuando la censura enseñaba un dedo para que no se viera un beso.Después se encargaron otras personas. Las películas españolas con acento andaluz eran las que más gustaban.
 LAS CAMPANAS
Ya hemos hablado en otro lugar como principal medio de comunicación ante acontecimientos como fiestas, misas, incendios o desgracias personales La campanina era el último aviso y la “matraca” un curioso instrumento que sonaba en Semana Santa. No se puede pasar por alto la campanilla de la mujer de las Ánimas que invita todos los días a la Oración en recuerdo de los fieles difuntos y la otra campanilla que tenía en su casa Francisca, la esposa de Moisés, y que con ella se rezaba La Oración de Las Horas.

LA RADIO
Había unos cuantos aparatos de radio. Yo recuerdo en mi casa que algunos vecinos subían un rato a escuchar la radio que tenía la antena exterior y a veces por el día había que coger la antena de la mano. Por la cercanía a la montaña se oía mejor de noche. Poníamos Radio Andorra por los discos solicitados. El emigrante, Machín, Antonio Molina,etc. La BBC se escuchaba bien, Radio París a días. Radio España independiente-La Pirenáica- se escuchaba muy mal y mi madre se enfadaba. ¡Niño, no pongas esa emisora! Que luego se escucha en la calle.” Bueno pues nada pondré la cadena SER con el negrito del colacao o en los 303 metros de su receptor radio peninsular de Madrid, con Los Pekenikes o “yo quiero estar borracho otra vez” de los Brincos,etc.
Aunque en La Alberca las mejores emisoras estaban en la calle, el perrito que ladraba a las cabras, la vaca que se salía de una cuadra, el toque de una campana(y el eso a qué es…), el altavoz del pescadero que llegaba, la fragua del señor Antolín, el camión de paja que no cabía por las calles, el cable que se enganchaba y todos viendo al electricista subido a unas escaleras que daba miedo verlas,  el chapista que pasaba con su buen humor entonando una canción y los bandos que había que estar al tanto porque allí llegaban las noticias.

LAS COMUNICACIONES -DÉCADA/60 - I -

LAS COMUNICACIONES -DÉCADA/ 60 -I-
 Las comunicaciones en la década de los sesenta en La Alberca eran las de un pueblo bastante avanzado y puesto al día.
CORREOS
 El coche de Josele partía de Tamames y traía la correspondencia a La Alberca. Solía llegar sobre las trece horas. Dejaba el correo al cartero que por aquel entonces y durante bastantes años fue Juan Serrano. Juan vivía en la esquina del Tornero, recogía la correspondencia, la clasificaba, sellaba y repartía. En días de mucho trabajo, su mujer Pura iba por una zona del pueblo, y por otra Juan. El servicio lo hacían estupendamente. Sellos había en el estanco de Lucio (que estaba encima del comercio de la Pilata). Y también, después en el de Domingo Mecu, en la calle de la Puente. El coche correo regresaba de Mogarraz sobre las cuatro y se llevaba de nuevo la correspondencia y algún viajero a Tamames.
TELÉFONOS
La centralita de teléfonos estaba junto a la posada de Belisario. La llevaba Luisa. Me encantaba ver con la desenvoltura que hacía su trabajo. Dándole a la manivela, metiendo las clavijas.”¡Pues no hay comunicación! La línea está ocupada. Habrá que esperar”. A Luisa la veías por las calles corriendo:”¡Oye, dile a tu padre que venga a las siete al teléfono! En su casa siempre había gente y ella iba y venía; subía y bajaba las escaleras con el mayor esmero del mundo para atender bien su trabajo.
TELÉGRAFOS
La oficina de telégrafos estaba en la Plaza. Las telegrafistas eran las hermanas Roncero (con su peculiar apodo, propio de todos los pueblos). Era curioso ver el aparatito, mirándolo a través de una ventanita, pues estaba separado del público. Por lo general en aquella época los telegramas eran poco agradables. El texto tenía que ser pequeñito pues se pagaba por el número de palabras. El cableado era curioso con postes de madera y tacita de porcelana. Si te ponías debajo de un poste se escuchaba un curioso chisporroteo. Los cables de la luz eran mejores e iban a la casilla transformador que estaba junto a la casa de don Bartolomé. ¡Mira eso! ¿Qué es? unas calaveras para que no toques…Pues vámonos…
EL ALGUACIL
Las noticas y órdenes del Ayuntamiento corrían a cargo del alguacil. Tenía su trompetilla que tocaba y daba en cada esquina del pueblo su correspondiente comunicación.. “Se avisa a los vecinos que el que riegue con la pesquera(…) se presente por la mañana a las ocho, bajo la multa de (…) “Se recuerda a los vecinos que está prohibido el que anden las gallinas por la calle” “Y mañana, a la diez se recuerda que llega el “capaó”. El señor Domingo, tenía el aspecto de todo un gran señor pregonero de una serie televisiva. Cacherina era todo nervios de un lado para otro y finalmente Alejandro conocía el oficio con gran maestría.
EL COCHE DE LÍNEA
La empresa era del Churrero; el conductor Victor todo parsimonia y buen hacer. Los coches salían de la cochera de san Isidro (junto a la Clerecía en Salamanca). Estaban rotulados: Salamanca- Vecinos- Mogarraz. Su hora de salida era a las cinco de la tarde y llegaban a La Alberca sobre las siete. De aquí partía otro coche que iba a Herguijuela. Por la mañana sobre las siete menos cuarto llegaban de nuevo, había que cogerlos junto al salón de Calentino y llegaba a Salamanca sobre las nueve. Lo más curioso es que en Tamames desayunaba el conductor y subía una mujer a vender churros

domingo, 19 de febrero de 2012

LAS FUENTES-I I I-

LAS FUENTES –I I I-

 El peor peligro de la fuentes en momentos de calor son las avispas, continuas visitantes. Siguen existiendo muchas fuentes a las entradas, salidas y diferentes zonas del pueblo. La más peligrosa es la fuente del Indiano, llamada también de las pulmonías.. Lógico si vienes de la dehesa en verano y sudando, un buen trago de agua tan fría podría ser la causa de su nombre. La tristeza es en los años de mucho frío si el caño se hiela pero cuando llega la primavera La Alberca hace mención a su nombre el agua corre, regatea por los lugares más inverosímiles.
Los campos se llenan de “campaninas”, los caños salen a “rebosá” y te gusta ver: La fuente del Castaño. La Fuente Fría. La Fuente Nueva. La Fuente la Peña. La Fuente La Pilita. El Repesón. El Sapo,…
En la Peña de Francia es famosa la Fuente Buitrera. Y en el interior del convento de Batuecas la Fuente de las Conferencias.
 MURMULLOS DEL REGATO DE LA BALSADA -
Con una historia de alegre pájaro de juventud-
En la puerta de su casa
La esperaba. Y hasta la fuente
La seguía. -Ella:”¿Qué pasa?”
-“Ya ves”- “¡Que nos ve la gente¡”

 En la esquina la esperaba
Muy cerquita de la Cruz.
Su cara se reflejaba
En el agua. Linda luz.
Y ella: “¡Qué nos ve la gente!”
 -“Así enseguida se entera
Y dirán:”cosa corriente”

 -“Mi madre me mataría”-
-“¿Acaso no soy decente?”-
-“Tú eres muy poco corriente”-
-“Del campo no sabes nada
Ni de ordeñar a las cabras.
Tienes sí, muchas palabras
Pero no has visto una azada”.

 -Un buen día se marchó
¡Maldita sea tal hora!
Dijeron:” Se fue a un convento”
Y ¿la fuente? ¿se secó?
La fuente llora que llora.
¿Y tú? -¡Ya ves!-Lo que cuento.


-Las fotos unas son mías y otras corren amablemente por internet, gracias a sus autores. Es preferible que pongamos siempre el nombre, a mí se me suele olvidar-

LAS FUENTE -I I -

LAS FUENTES –I I-

 Pero las fuentes eran ante todo un lugar confidencial, ellas charlaban mientras llenaban los cántaros pero si pasabas cerca y eras timorato también tenían sus “bromillas” y te lanzaban una palmadita de agua con una sonrisa. El chaval iba después a por sus amigos y se volvían lo que eran… “brutos”. ¡Vamos a “cuquearlas” desde la esquina! Y ¡zas, un petardazo! (las tiras de corteza de hacer cestas del castaño si están húmedas suenan contra las paredes como auténticos petardos). Pero nada ellas con su cántara a la cabeza o ajustadas a las caderas y ni se inmutaban.
 Cuando se formalizaban las relaciones, las fuentes eran un buen lugar de encuentro con la espera y el paseo hasta la puerta de la casa.
¡Ay, si las fuentes!, Las fuentes
De las agüitas hablaran.
Murmullos de las corrientes
¡Ay, si se desentrañaran…!
Y como había bastantes fuentes, el caso era ir de unas a otras a ver lo que por allí llegaba.
En la fuente del Tablao
Me dijiste me querías.
En la Balsada reías
Ya se te había olvidado.
El paso del tiempo también agudiza el humor:
En la Fuente de la Plaza
Te pedí y dijiste no
¡Treinta añitos han pasado!
Tenemos hasta biznietos
Y sigues diciendo no
(¡Llámame ya “Nicanó”!)
Los pilones también tenían su peligro, sobre todo el de la Fuente Canal que dejó un mal suceso.
 Hoy ha cambiado de lugar y ha perdido el ambiente y buen aspecto que tenía; los fósiles fue una buena idea de don Isidro Puerto.
 La fuente del Chorrito con su bello arco de piedra y cercano rincón es atractivo de los turistas. La de la plaza de amores, la de la Balsada confidencial; la del Barrionuevo con la cruz y la plaza forma un armonioso escenario para pintores y películas. Intima y acogedora es la fuente de las Espeñitas.

LAS FUENTES -I-

LAS FUENTES – I -
 -Dime, joven serranita:
 “¡Con qué te lavas la cara
Que siempre tan linda estás!”-
-“Me lavo con agua clara
Y Dios pone lo demás”-
-¡Seguro, es agua bendita!-
-“Del Pilarito y no más”.


Dicen que cuando hicieron los depósitos del agua se recogieron y también se secaron, muchos arroyitos que llevaban agua por diferentes partes del pueblo. El caso es que desaparecieron después algunas fuentecillas de aguas purísimas que manaban por donde les salía en gana.
Yo recuerdo, si la memoria no se pierde, la fuente de los Limones que salía al lado de unas peñas en la Huerta de la Chanca, sus aguas eran una delicia. Las fuentes tienen su caño para llenar las cántaras y su pilón para beber los animales y jugar los niños, barquitos de cañivetas o palitos entrelazados.
Si los juegos te delataban te cogía tu madre por la cabeza junto al pilón y la mano que sacaba el agua, a los tres restregones cambiaba unas manos sucias o aspecto de carbonero en una carita roja y brillante que ya envidiaba al mismo cielo.
Mis recuerdos siempre estuvieron en la Fuente del Tablao que tenía un gran desnivel junto a la carretera. La hondonada la fuimos llenando los niños cuando Tirso y Moisés nos dejaban bajar los carros de serrín de la sierra del señor Calentino. Con el tiempo se ha allanado el lugar y la fuente ha cambiado de sitio.

sábado, 18 de febrero de 2012

CÓMO SE HACEN LOS TEJADOS

CÓMO SE HACEN LOS TEJADOS

 Para hacer un tejado de los de antaño, y bien hecho, hacía falta unos buenos albañiles y hábiles carpinteros que no teman las alturas. En la fotografía adjunta se ve bien destripada una gran casona por dentro. Vuelan los pisos unos sobre otros hasta llegar al “sobrao” que está debajo de la mismísima cubierta del tejado y que sirve como lugar de almacenamiento y de excelente secadero de los productos de la matanza.
El techo es de vigas y maderas clavadas a base de puntas y si la cubierta es de dos aguas se puede caminar sobre él. También sirve de almacén del heno que se sube por la ventanina de la hierba por medio de una polea.
La solana es el balcón de madera donde se airean los frutos,, se seca la ropa, se toma el sol y se puede observar la vecindad. En los días de fuerte viento y lluvia conviene subir a dar una vuelta por si alguna teja se ha removido y es preciso poner un cubo a la gotera. Y al mismo tiempo observar si en el matarratas ha caído algo o ha quedado medio abierta alguna ventanilla.
 ¿CÓMO SE HACE UN TEJADO?
Así se hacen los tejados.
Vigas, tablas, puntas. Tejas.
Las tejas curvas, ovales
Desprovistas de morteros
Sujetas a los canales
Con piedras en los costados.

 Las chimeneas suplidas
Por lo mejor que allí encaja
Sin duda media tinaja
Y con la boca hacia arriba.

 Los muros son de entramado
De madera de castaño
-“Tramones”, postes y puentes
Tornapuntas. Y de antaño
Piedras chicas inherentes.

 Debajo de la cubierta
El almacén o sobrado.
La ventana de la hierba
¿Quién no recuerda el sequero?
Y aquí se cura y conserva
La matanza. Y es secadero.

martes, 14 de febrero de 2012

TEJADOS-I I-

TEJADOS-II

 El humo que sale de las tejas o baja de las nuevas chimeneas, juguetea con el viento, con los rayos de sol que se cuelan por las estrechas callejas y se hermana en tiempos de hielo con el provocado en el campo para proteger cosechas, frutos y arbolado. 

Y el tejado, los tejados de la casas de La Alberca van cambiando de tonalidad según los diferentes momentos del día, del mes o de las estaciones.
 La noche les hermanará hasta que vuelvan los nuevos rayos del amanecer y se irán descubriendo nuevas sorpresas, llamativos resplandores, encantadores balconajes y terrazas de madera de castaño que invitan a asomarse por las pequeñas ventanas de sus salas y “sobraos” y hacer vida de alturas a los pies del mismísimo tejado.
 Al-Sidrisi, trovador que conoció y vivió el lugar se eleva así a las alturas compartiendo pino y peñas con su amigo Peromingo allá en lo más alto de las Peñas Tiritinas.
 No tuvieron chimenea
Esa es reforma moderna.
Ya, la cocina no humea
Ni hace la castaña tierna.

 Apenas se ven sequeros.
Y la teja es menos negra
El pueblo en esto se alegra
Aunque añoran sus hogueros.

 Los tejados suben, bajan.
Comparten sus vigas madre.
Unas y otras que se encajan.
Y hasta con cierto desmadre.

Los más antiguos se acercan
Desafían sus aleros
Y los rayos del sol cercan
Son del humo coladeros.

 Tejados viejos y nuevos.
Si te asomas desde un alto
Te llevas un sobresalto.
¡Mira! La Peña del Huevo.

TEJADOS-I-

LOS TEJADOS- I-

 “Estos pueblos, que se pueden abarcar así desde lo alto, en una ojeada, y que se diría cabe cogerlos en un puño. Y allí dentro es todo un mundo”-Don Miguel de Unamuno-

 No me gustan las ciudades ni los pueblos vistos desde lo alto. Desde el avión, las cosas pierden su forma, relieve y se pegan al suelo. Me gusta la contemplación desde arriba, lo que no quiere decir con visión aérea ni siquiera a vista de pájaro.“ Hay que mirar- dice Federico Muelas- con estatura de hombre y alzarse lo suficiente sobre las puntas de los pies, pero sin soberbia”
Y la mirada se ha de hacer teniendo a los tejados cerca, o exigir a las alas del avión que se pongan a nivel de los ojos vivos. Los tejados se rizan, se juntan y se separan. La monotonía que da lo liso de ciertas edificaciones de ciudad, aquí en la sierra se suaviza y enternece en el acanalado, surgen continuas vivencias. Aquí subo, allí bajo, entro, salgo, me abro en la plaza, en las afueras se acurrucan más unos con otros. Así es el mundo de las tejas.
Y nada mejor que asomarse a la ventanina del “sobrao”, o a la atrevida terraza que se eleva por encima de las demás casas. Algunas de estas recubren sus aleros a modo de faldones ( como las escamas al pez), con tablas horizontales de madera para protegerse de los fuertes aguaceros.
El campanario es el único que se yergue, pastoreando tañidos sobre la amplia comarca, con lentos redobles a la hora del ángelus o alegre voltear de días de fiesta.
Una nube de pajarillos ondulea el río de debajo de la Puente la “Arrol-berca” que se precipita raudo, elevan su altura al salir del Hoyo; se posan en el amplio robledal de la “Mataricho” y entran al pueblo extendiéndose por el paso de la Ermita de San Antonio.
Unos pocos terminan jugueteando en torno al Solano, las Espeñitas, la torre de la iglesia,…mientras otros encuentran refugio en la teja rota (casita de verano), en el cuenco de barro de debajo del tejado, o en el atrevido y saliente paredón de cualquier caserón del lugar.