domingo, 19 de febrero de 2012

LAS FUENTE -I I -

LAS FUENTES –I I-

 Pero las fuentes eran ante todo un lugar confidencial, ellas charlaban mientras llenaban los cántaros pero si pasabas cerca y eras timorato también tenían sus “bromillas” y te lanzaban una palmadita de agua con una sonrisa. El chaval iba después a por sus amigos y se volvían lo que eran… “brutos”. ¡Vamos a “cuquearlas” desde la esquina! Y ¡zas, un petardazo! (las tiras de corteza de hacer cestas del castaño si están húmedas suenan contra las paredes como auténticos petardos). Pero nada ellas con su cántara a la cabeza o ajustadas a las caderas y ni se inmutaban.
 Cuando se formalizaban las relaciones, las fuentes eran un buen lugar de encuentro con la espera y el paseo hasta la puerta de la casa.
¡Ay, si las fuentes!, Las fuentes
De las agüitas hablaran.
Murmullos de las corrientes
¡Ay, si se desentrañaran…!
Y como había bastantes fuentes, el caso era ir de unas a otras a ver lo que por allí llegaba.
En la fuente del Tablao
Me dijiste me querías.
En la Balsada reías
Ya se te había olvidado.
El paso del tiempo también agudiza el humor:
En la Fuente de la Plaza
Te pedí y dijiste no
¡Treinta añitos han pasado!
Tenemos hasta biznietos
Y sigues diciendo no
(¡Llámame ya “Nicanó”!)
Los pilones también tenían su peligro, sobre todo el de la Fuente Canal que dejó un mal suceso.
 Hoy ha cambiado de lugar y ha perdido el ambiente y buen aspecto que tenía; los fósiles fue una buena idea de don Isidro Puerto.
 La fuente del Chorrito con su bello arco de piedra y cercano rincón es atractivo de los turistas. La de la plaza de amores, la de la Balsada confidencial; la del Barrionuevo con la cruz y la plaza forma un armonioso escenario para pintores y películas. Intima y acogedora es la fuente de las Espeñitas.

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