jueves, 6 de septiembre de 2012

FUENTES, MONTES,AIRE,RIEGOS -I-

FUENTES,

 MONTES,

AIRE,

RIEGOS –I-


 ¡Qué pena da llegar a La Alberca y ver la fuente del Tablado seca! Una fuente que necesitaba más caño, por lo apretadas que salían sus aguas y donde las caballerías y ganados al acercarse a su pilón apaciguaban su sed para llegar más vivaces al pueblo, o al campo a realizar su labor.
 La misma mala suerte le está sucediendo a otras fuentes que apenas desprenden un hilillo juguetón.
 ¡Con lo ricas y caudalosas que siempre fueron, la del Barrionuevo, la de las Espeñitas, la de la Balsada...!

 La Alberca, durante cierto tiempo, fue denominada “el orinal del cielo” pero los angelitos vaguean y no llueve como fuera de desear.
Y cuando la lluvia o nieve llega de verdad, no hay fuerza que la retenga. Y allá se va locamente por el Río de la Puente, el de San Antonio,”el Arrol´huevo”,..a desembocar al Río Francia y de este al Alagón.
El recorrido ha sido tan rápido que desde los depósitos ha pasado por el pueblo tan fugaz que no le ha dado tiempo a escuchar aquellos bandos de antaño “que se presente por la mañana temprano en la charca, bajo la multa de veinticinco pesetas”.
Las mismas “aguas”, con los mismos problemas: riegos, lavados, fugas; largas y lamentables sequías. Y... ¿Para qué hacer una procesión para pedir que llueva? Si cuando lo hace, tiene prisa y se va...-Nos dice un amigo que “la construcción de un pequeño embalse, habría venido de perlas.”
Peromingo piensa que mientras tanto- y esperando que alguien, pese a los malos tiempos, lleve a cabo esa iniciativa- trovar es bueno, para dar un toque de llamada y valorar el preciado líquido. (La pena es que “su excelencia” pasó por aquí en un buen momento-¡con lo que le gustaba inaugurar “charquitas”¡- pero al no darle la oportunidad, no se detuvo y pasó de largo.)
EL AGÜILLA
Ese agüilla de los montes
Dulce néctar natural
La que brota de las fontes
Río, arroyo o manantial.
¡No dejéis desperdigar!

 Nace, corre, llena pozas,...
Y se va...Debe quedar.
Ir a su cole, ser moza
Y al cielo azul reflejar.

 Se despeñará de nuevo.
 Deshilándose al cursar.
Y entre murmullo y renuevo
Su momento es de casar.
 Con un arroyo, el afluente
De todos el principal.

 Recorrerá las ciudades
Y las tierras de labrar.
Presumiendo de caudales
Llegará a otro río, o al mar.

 ¡Vaya agüita más dichosa!
Bien se supo aprovechar.
En el mar bulle gozosa
Y pronto...¡Vuelta a empezar!

 ¿Pasará por El Tablado?
¡Y por la Fuente Canal!

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