lunes, 18 de febrero de 2013

MARCIAL BLANCO SIEMPRE ESTARÁ ENTRE NOSOTROS



 MARCIAL BLANCO SIEMPRE ESTARÁ ENTRE NOSOTROS

 En la lejanía y en el recuerdo me llega la desagradable noticia de la muerte de Marcial. ¡Y cómo no voy a recordar aquellos domingos después de Misa Mayor, allá en el fondo del Bar de Marcial se formaba una partida de dominó que Marcial y su mujer Clara les encantaba servir sus vinitos porque eran sus clientes más habituales: Don Isidro, Valencia, Quiliano, mi padre y si alguno faltaba siempre había quien le gustaba jugar una partida que más que partida era la charla de un grupo de amigos que se reunían un rato después de Misa Mayor.
Pero a Marcial le tenemos que recordar los albercanos por formar junto con Susine, Valencia, El Peque, Pena, Moisés, etc, etc. aquel fabuloso grupo que representaba la Loa con el mejor sabor albercano. Marcial vivía el personaje del Gracioso y lo hacía como pocos han sabido hacerlo, con gracia, naturalidad, sentimiento y salero.
 “Yo soy pastor como veis
Y cada día sé guardar
Tres panes de a cuatro libras
Aquí dentro del morral (señalando el estómago)
Y después enzarzándose con los galanes les contaba su situación con su especial naturalidad:
Soy un pobrete mezquino
Que paso mi soltería
Y voy a esta romería
Sin pan, carnero, ni vino. (...)

Pero dejando ya a un lado
Las preguntas y respuestas
¿No me contaréis las fiestas
Que tanto se han divulgado
Con esto sí que ya encolerizaba al demonio, lanzando este contra ellos toda su furia y ardor. Pero Marcial arrancaba los aplausos de todos sus paisanos cuando recitaba estos versos tan significativos:
Palafustrán de plazuela
Cara de pocos amigos
¿Cuánto va que si me inquietas
Que de dos cachiporrazos
Te derribo la mollera?
Y después de ser vencido el demonio, la voz de Marcial terminaba arrancando, de nuevo, muchos más aplausos en todo el Solano:
 Anda con dos mil demonios
Engañoso, patastuertas
Que de la calle del Puente
No ha de salir cosa buena.
Sirvan estas fotos y estas líneas en recuerdo, simpatía y cariño que todos teníamos hacía él, Clara y su
familia.
 

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