viernes, 16 de septiembre de 2016

LA MINERVA- LOS SENTIMIENTOS QUE NOS UNEN





















Cofradía del Santísimo de La Alberca (Salamanca) Boletín nº 17 – 18 de septiembre de 2016

LOS SENTIMIENTOS QUE NOS UNEN
 Suele decirse que “sobre gustos no hay nada escrito” y con ello nos referimos, por lo general, a las diferencias que existen entre unas cosas y otras. Y en esto juega, también, un papel muy importante las vivencias y sentimientos que se tengan.
Admiro la Minerva, procesión del Corpus Cristi, que tiene así su nombre y que se realiza en dicha fecha en la iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera.
 Pero hay un algo muy especial que me atrae más, esta Minerva que se realiza cada tercer domingo de mes en mi pueblo, La Alberca.
Es más íntima, más familiar. Se procesiona por dentro del templo llevando bajo palio la Custodia por cofrades albercanos que visten sus típicas capas en señal de respeto y porte distinguido.
Su paso es lento, muy lento ya que el trayecto que recorre es corto y su solemnidad muy grande. Pasa delante de los diferentes altares, mientras llega desde la puerta de la iglesia el alegre toque de la flauta y el tamboril que el tamborilero reserva para este acto.
El paso de la Sagrada Forma que porta el sacerdote es seguido por el leve movimiento corporal de los fieles que desde sus sitios lo siguen así con su mirada. El momento más emocionante está en su tramo final, al pasar junto a la valiosa talla del Cristo del Sudor, que según la tradición sudó sangre. De ahí al Altar Mayor hay un paso y en ese breve tiempo parece realizarse la transubstanciación – el paso de la substancia-. La palabra es difícil de pronunciar, el milagro de comprender pero el simbolismo existe, así lo manifestó Jesucristo y la fe católica lo mantiene. 
Siguen estos actos con la bendición y se incoa este cántico eucarístico: “Pangue, linguae, gloriosi,…” Se guarda en el Sagrario la Sagrada Forma y se canta también el Himno del XXIII Congreso Eucarístico, celebrado en Madrid en 1911. La letra es del padre agustino Restituto del Valle y música de Ignacio Busca Sagastizabal, que poseía un especial carisma para obras de carácter religioso.
Ese Himno tan nuestro, tan emocionante, tan profundo y tan acogedor es:
“Cantemos al Amor de los amores”
-Y las faltas que pueda llevar el soneto son sin duda mías. -

Cantemos al Amor de los amores
Con nuestro peculiar aire serrano
De sentimiento, firme, puro, llano,…
Y versos gozosos y seductores.

Cantemos con los máximos vigores.
Acento y habla, tan del pueblo albercano
Que con profundo espíritu cristiano
Hace suyo el “Amor de los amores”

Cantemos alegres y ensalzadores
“Gloria Cristo Jesús. Cielos y tierra”
Cantemos Al Amor de los amores.

La firmeza, la pasión, da la Sierra
“Dios está aquí. ¡Venid adoradores!”
Que tu pueblo que va en Ti, a Ti se aferra.
Isibe
X-fotos de Alberto Martín



















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