domingo, 14 de mayo de 2017

MOMENTOS CRUCIALES: FUENTE. CRUZ Y CÁNTARO






















MOMENTOS CRUCIALES: FUENTE. CRUZ Y CÁNTARO
¡Cuánto nos gustaría a todos poder detener el tiempo! Gracias a la fotografía podemos recordarlo  y dejarlo unos instantes  en nuestra mente.
Las imágenes pasan muy deprisa, son nada menos del año 1954. Conseguimos detenerlas del magnífico film que las captó.
Parece un milagro, ¿verdad?  Sentimos el tiempo, ese tiempo que parece que los ojos toquen y  las manos, los oídos, la vista se recrea sin prisa; viviendo el momento de las cantarinas gotitas de agua que caen del caño y se ondulan en la superficie transparente del espejo del agua que nos  medio descubre.
No sabemos lo que nos depararán los próximos milagros, pero este de La Alberca es de  su más pura solera. ¡Década de los cincuenta!,  escuchando a los niños y a las  niñas cantando y saltando  en la plaza con  esta canción tan popular de “la Sinda”  Y que merece la pena que nos guste revivir.
-AL PIE DE UNA FUENTE FRÍA
          -I-
Los secretos al oído
Se los llevó la corriente.
Murmullos que ya se han ido
Y bien  conoció  la fuente.
            -Ya no va la niña / A por agua a la fuente,
              Ya no va la niña/ Ya no se divierte.-
          -II-
Hoy, ¿hay algo  parecido?
Tan singular y excelente.
Parece que nada se ha ido
Y que  sigue el mismo ambiente.
            -Ya no va la niña / a por agua al arroyo
              Ya no va la niña / Ya no tiene novio.
           -III-
¿Son sueños que hemos  tenido?...
Pues que lo sepa la gente
Que hubo un ayer que ha existido.
Y que sigue en nuestra mente.
            -Ahí la tienes bailalá, bailalá
 No la rompas el mandil, el mandil.
 Mira que no tiene otro. / La pobrecita infeliz.

          -I V-
-AL PIE DE UNA FUENTE FRÍA
ME PUSE A CONSIDERAR
QUE POCOS AMIGOS TIENE
EL QUE NO TIENE QUE DAR.-

           -V-
Los chorritos de  las fuentes
De la plaza y la Balsada-
Y…¡Cuántas y cuántas gentes
Con la cruz abarrotada!
            -Mi madre no quiere / Que vaya al molino
             Porque el molinero  / se mete conmigo.

          -VI-
El cántaro y el agua clara
El reflejo y su semblante.
La ondulación que no para
La hermosura. ¡Impresionante!
La suerte que tiene el agua.
            -Mi madre no quiere / Que al molino vaya
             Porque cuando bajo / Me rompe la saya

          -VII-
¿Igualito? ¿No? Que  antaño
La chica con sus enaguas
Por si salpicaba el caño.
Y tú ¿miras?. ¿Por qué no hablas?
            -Ahí la tienes bailalá, bailalá
             No la rompas el mandil, el mandil
             Mira que no tiene otro / La pobrecita infeliz.
Anochece. Bajan las cabras del monte. Se escucha el toque  de la campanina de las Ánimas en cada esquina. Tocan las campanas del atardecer, es la hora del rosario.
Y mientras se realizan las faenas de la casa, del hoguero con  el caldero de agua caliente a la cuadra, el continuo chillido de los cerdos,…

De la fuente a la casa va y viene la cántara de agua, descansa unos instantes en el portal, al tiempo que un pellizco amoroso aviva  una sonrisa y lanza un “¡vaite” con Dios y  no “vuervas”! ¡Hasta mañana!




























































































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