martes, 11 de julio de 2017

EN VERANO Y CON CALOR -LA VIDA EN TORNO A LAS FUENTES-























EN VERANO Y CON CALOR
-LA VIDA EN TORNO A LAS FUENTES-
Las fuentes siempre han tenido un algo que nos comunicaban, que nos unían. Tú, ¿pregúntale a cualquier albercano cuál es su fuente? Te hablarán de todas,  pero de una en especial. Ya sea la del Tablado, la de la Balsada, la de la Plaza, la de las  Espeñitas, la del Barrionuevo, la Fuente Canal,…
La mía, tengo que reconocerlo, era la del Tablado-¡qué fino!. Aquella fuentecilla que estaba en una hondonada y tenía la carretera en lo alto; a su vera el Río de San Antonio, con su poza y su ermita al fondo. Y detrás el huerto del Tío Román –hoy estupenda iniciativa de parquin público.
La hondonada de la fuente del Tablado tuve la suerte de poder colaborar, de allanarla al ras de la carretera a base de carros de serrín de la cercana Serrería.-donde trabajaron Moisés, Tirso, José Estoque,...
La fuente del Tablado tenía un agua exquisita y el pilón le venía a los animales –vacas, burros, cabras,…- de perla.
Si un día algún animalillo no podía salir de casa era corriente que el hombre le dijera a la mujer:¡Chica, que voy a darle de beber al burro!
Había otras fuentes que eran más sociables como la de la Plaza, la Balsada, Las Espeñitas. Veías a las mozas con el cántaro bajo el brazo o con el rodete a la cabeza formar un corrito de conversación al paso, o mientras se llenaban las cántaras. Y cuando se iban, algún buen corte de agua enfrentaba a algunos muchachos. ¡Bueno, vale, ya, eh! Y se respetaba el turno.
SEÑAS DE MALA DENTADURA
El tener alguna muela picada o una dentadura un poco fea se achacaba a estas “aguas tan fuertes y mineralosas” pero el agua no pudre los dientes, “ la nula limpieza y otras cosillas bien lo saben los doctores que tiene la iglesia”que serían sus principales causas.
RITUAL DE LA BEBIDA: Había que coger el caño con la mano, arrodillarse, inclinar la cabeza y beber a morro; algún que otro señorito o timidón juntaba las dos manos y absorbía el cuenquecillo que hacía con ellas.
 Los burros para beber en el pilón a veces eran timoratos o no les gustaba verse reflejada la cara, para ello con un poquito de paciencia y silbándoles cariñosamente pasaban por el espejo reflectante.
En algunas casas tenían además de una tinaja  o cantareras, que se encargaban en tener siempre llena, una cantarilla pequeña con la que se iba a la fuente y se llenaba en el momento de  comer los días calurosos. También había botijos con el agua fresquita para todo el día, aunque la bota y el porrón también calmaban la sed. ¡Y bien!
¡Echa un trago que es del Soto!
RITUAL DEL TRAGO: Prudentemente mirabas el cielo, cerrabas los ojos, calculabas la última gota, te limpiabas los labios con la mano,…Y un ¡ay Dios mío! Era de agradecidos…
¡Esta si que es agua santificada, amigo!
Pero no es de las tabernas ¡eh! Que tengo yo en la bodega  “un pellejo” que mejor que no lo veas,..
Al tercer latigazo afloraba la copla.
RITUAL DE COPLAS
 “ A mí me llaman Calores/ Y yo me arrecio de frío/. Calores  vamos al agua. / Calores vamos al río”. “ Al pie de una fuente fría/ me puse a considerar/ que pocos amigos tiene/ el que no tiene que dar” “ En la Pilita te vi /Después en el Repesón / En la Colá ya sentí/el que  no era baladí / dos en uno, en el pilón”//
En la fuente del Chorrito/ Una apuesta yo te hice/ Te espero en el Pilarito / Y el cura ya nos bendice” //
Tú, dijiste  ¡vaya Sapo! /este en la fuente ya cae / Y me viste al cabo un rato / ¿en la Fría y la “Laváe?”.//

¡Ojo! a la fuente el Indiano/ que es fuente de pulmonías /porque mezcla en el verano/  sudor con sus aguas frías.
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