martes, 27 de marzo de 2018

LOS SONIDOS DE LA SEMANA SANTA ALBERCANA-- PASOS EN EL EMPEDRADO --LAS MATRACAS --Y EL RUMOR EN EL SILENCIO DE LAS PISADAS





















LOS SONIDOS DE LA SEMANA SANTA ALBERCANA
PASOS EN EL EMPEDRADO --LAS MATRACAS --Y EL RUMOR  EN EL SILENCIO  DE LAS PISADAS
En la década de los años de 1950, la Semana Santa era para vivirla con tu familia y en los lugares de origen. El fenómeno llamado turismo no se conocía como lo realizamos en nuestros días. La Semana Santa se vivía  tal y como era en cada lugar:”¡Niño, sabes que no se puede cantar, en estos días!”. Y lo  asumías, en una época en que no se cantaba mucho por las calles y plazuelas.
 Pero estos días eran de silencio, de recogimiento; las campanas enmudecían y en lo alto de la torre se colocaba una artesanal y singular carraca – o matraca- con la que se llamaba a los fieles a los actos religiosos. Su sonido era de latón, puro, no asustaba a la cigüeña, pues en aquellos años no acudían a nuestro pueblo,  por las posibles causas que  en otro lugar  hemos comentado.
La carraca era tan familiar que había que decir a la gente  en el Solano: “¡Habla bajo, que si no, no  escuchamos a la matraca! Y esto en el Solano”
Sólo estaba permitido, en especial a los niños, el hacer ruido con otra especie de matraca hecha con cuatro tablitas de maderas y una rueda por la que se deslizaba una de sus tablitas. Una auténtica obra artesanal.
¿Quién no recuerda aquellas matracas que hacía Goyo Mañanitas, excelente carpintero, para sus hijos? Con ellas, sí que se representaba bien “la hora de los tormentos, la muerte de Jesús. Y el sonido se extendía por todas las calles y plazuelas: Es la muerte del Señor, se decía. Yo no sé si en la actualidad se seguirán haciendo o si alguien las comercializa,  pero sin duda alguna representaban los sonidos de nuestra singular y típica Semana Santa. Las matracas.
Las callejas van, vuelven, se entrecruzan, se acercan  y dispersan de su gran templo casi catedralíceo. Y sólo un zumbido se extiende de su gran colmenar de fervor…Son las pisadas sobre el empedrado, conmovedoras, con unos cánticos pausados, de honda tristeza,  que sin duda alguna el Señor perdonará.
¿En qué año o en qué época estamos viviendo? El rumor de las pisadas sobre el duro empedrado de granito se extienden de un lugar a otro, merece la pena grabar estos sonidos. Con ese ¡Ay Dios mío! Tan espotáneo. Que sale del fondo de un portalito.
Porque si cualquier época del año es buena para visitar La Alberca es en estos días de Pasión cuando mejor se pueden conocer sus singulares adentros. Y en tus grabaciones te vas a llevar unos sonidos sorpresas que seguro no pensabas realizar.-Aldabas de viejos portalones, fuentes cantarinas, pajarillos que anuncian la cercana primavera, entre oraciones de ánimas benditas, toques de esquilas, y sonidos festivos de flauta  y tamboril de próximas celebraciones y acontecimientos.













































viernes, 23 de marzo de 2018

SON ELLAS, LAS ANUNCIADORAS






























SON ELLAS, LAS ANUNCIADORAS
El campo. El río. La pradera.
                                               Y ese arroyo que se inclina.
Corre inquieto. Se arremolina.
                                               Emite una suave canción.
-----------------------------------
¡Mira, ese paredón!
                                Con sus musgos y hierbajos.
                        ¿Lloran?
Sufren los altitajos.
                         Aguantan la inclinación.
Parecen… tener  “moquinas”.

------------------------------------

Y el agüilla
                   Remolona
                                   Y temblona
Se acumula en las esquinas
                                    De los prados.
¿Las  ves…?

                    Son las campaninas.
-------------------------------------

Arre moto
                Pitipoto
                         …¿Que está esperando el arado?...
Algo nuevo tiene el soto.
                La primavera amiguito
                Trina y canta  un pajarito
                ¡La primavera ha llegado!

Y..¡Qué bellas, suaves y finas!
                  ¡Acarícialas…!
El jarrón tiene devotos. / Delicias y manos finas.
Para el altar o la sala:
 El RAMO DE CAMPANINAS.

X-El término “campaninas” es una denominación especial de nuestro pueblo
X-Foto de Rosa Gómez


domingo, 18 de marzo de 2018

LETRILLA ¡A CHOCAR LOS PALOS!































LETRILLA

       ¡A CHOCAR LOS PALOS!
-A Rosa Gómez que con estas bellas fotografías, hermana aún más a nuestros pueblos serranos.


¡A chocar los palos!
Me encanta esta danza.
De chocar los palos.
Con ritmo y con chanza.
¡Sin dar varapalos!

¡A chocar los palos! / Pasando, danzando.
Y también sonriendo.
¡Me encanta esta danza! / Los brazos cruzando
Los ojos fingiendo.

¡A chocar los palos! / Se baila y se trenza
Con los pies marcando.
Y no da vergüenza / Si un palo resbala
Que así se comienza
Se ríe y se iguala.

¡A chocar los palos!

Y es en Santibañez. /  Mogarraz. Cepeda.
La Alberca. Herguijuela,…

En bailes y fiestas. / Son nuestros regalos.

¡Que nadie se engañe /  -Con estas  propuestas-
El baile se  hereda!
-Si no, que  se apañe.
Y  haga, lo que pueda.-
¡A chocar los palos!


























































































































X-CLIC, EN LAS FOTOS  DE ROSA PARA VERLAS SEGUIDAS-

RELATOS: DÍAS DE FIESTA EN LOS TEJADOS -




















RELATOS:  DÍAS DE FIESTA EN LOS TEJADOS
-Nuestro amigo Peromingo, el que vive en el Pino más alto de las Peñas Tiritinas, odia estos hilillos de plástico de su vivienda, porque dice que dejan pasar el agua y recuerda aquellos castaños de antaño que tenían unas hojas más grandes que las manos de quien escribe estos relatos. ¡Aquellas sí que eran hojas valiosas, cada pajarito tenía la suya! Y si se caían al menos se lo anunciaban para tener de reserva su agujerito correspondiente.
Hoy ha bajado al pueblo, porque hay fiesta, una buena fiesta en los tejados. La fiesta de los pajaritos entre los aleros y las tejas que tienen en propiedad.
Estas son las canciones que allí se cantaban:
Los angelitos del cielo / mean por los canalones.
¿Y si llegaran al suelo?
¿Quién va a ser? ¿Los canalones?
Los pajaritos tendrían
En los oídos tapones.
-Caen chuzos, chaparrones-

Si rezas para que llueva /Procura hacerlo despacio.
Que la Virgen de la Cueva
Tiene de lluvia un palacio.

Alguien que no creía
Ni rezaba ¡Mal cristiano!
Al ver La Puente-decía
Me meto en mi casa.
                                  En vano.
Porque allí sí que caía.
Los canalones de plano.

A la Virgen de la Cueva / No la rezaré ya tanto
Porque si llueve que vea
¡Cómo bailan los Tarantos!
Las tejas, tocan las palmas. / El tambor, los canalones.
¡Y tú, que si no te calmas!
Nos dejas sin chicharrones.
        ---¡¡Fiestas, fiestas, en los tejados!!---
X-fotografías de Teresa Lorenzo
















miércoles, 14 de marzo de 2018

CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO,…-REFRÁN-


CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO,…-REFRÁN-
Nos forma y educa la familia, la escuela, la formación religiosa, la sociedad,…
Esa formación muchas veces está condensada, como el cubito de hielo al agua, en pequeñas y sabrosas frases que llamamos refranes.
Admiro a las personas que estando con ellas, parece que los tienen en la punta de la lengua y en un momento determinado los desvelan.
Mister, era el apodo de un albercano que tenía un huerto  un poco más delante de la ermita de San Antonio. Cuando me veía pasar por la carretera levantaba la mano, dejaba su faena y ya sabía que iba a hacer un alto en el trabajo.
“¡Hola, doctor!”, me decía teniendo yo veinte años.
Merecía la pena hablar un rato con él, porque raro era el día que en su conversación no te regalaba, alguna de estas frases que vienen como anillo al dedo en un momento determinado.
La cultura del refrán no debería desaparecer  del todo y sobre todo en las ciudades, deberíamos renovarlos, actualizarlos y emplearlos en el momento oportuno.
CUANDO LAS CABRAS DE TU VECINO...
“….veas pelar, echa las tuyas a remojar
“Dime que móvil llevas y te diré quién eres”.  “Si el monte se quema, algo suyo “señor es conde”, se quema” Pero vayamos al caso de esto de las Cabras Zapadoras.



martes, 13 de marzo de 2018

LA LOA ALBERCANA -EL DEMONIO MÁS DEMONIO DE TODOS NUESTROS DEMONIOS- -EL TÍO PABLO-





















--Clic en las imágenes para ampliar-
LA LOA ALBERCANA
-EL DEMONIO MÁS DEMONIO DE TODOS NUESTROS  DEMONIOS-
-EL TÍO PABLO-
“Calificada como único resto, junto al Misterio de Elche, de los Autos Sacramentales en España”
 Fue en el Segundo Congreso de Poesía celebrado en Salamanca en 1953, donde sus principales asistentes y famosos escritores de aquel momento conocieron, en una visita a La Alberca, la importancia de la misma y dentro de ella de su principal personaje: “El demonio más demonio de todos nuestros  demonios”-El Tío Pablo.
-Sin menospreciar el valor y la entrega de otros grandes actores, Valencia, Susines, Isidro,..-
Federico Muelas nos relata en esta publicación como se realizó el acto aquí en La Alberca. Así nos lo manifiesta en los dos cachitos recortables que presentamos. El tema ya lo hemos tratado aquí, en el blog. (Lunes 13 de octubre de 2014-Etiqueta: El médico de La Alberca).
El acto fue presentado por el Doctor Barcala médico de La Alberca, también escritor y poeta.
Le llama la atención a Federico Muelas, cómo impresiona con sus bailes serranos Mauro de Mogarraz. Igual que su sobrino Poldo sigue haciéndolo en la actualidad.
Y como se acercaban las fiestas de la Asunción el médico poeta habló a los congresistas de este famoso Auto de La Asunción. El personaje principal, el demonio, hizo una breve representación para dar a conocer a esa figura satánica que intenta impedir que se celebre en La Alberca el milagro de La Asunta. Y ¿quién mejor que el Tío Pablo?
El demonio más demonio de todos nuestros  demonios. Que entusiasmó con su actuación a los congresistas.
Actor de aspecto característico, cara de pocos amigos como el papel que representa. Rasgos judáicos, desafiador, con un vozarrón que hacía temblar al Solano, temido en las tablas y en sus calles y plazas.
Tenías que ver como mascaba los versos y los lanzaba al público con saña. Veníamos de tiempos difíciles de "muera la inteligencia y de fanfarronear ante personas valiosas por el mero hecho  de vestir camisa azul con flechas"
De la calleja a las tablas / Apenas hay medio paso
Pero, dinos ¿De qué hablas?
¿Del demonio o del Parnaso?

De Pablo, en sus comienzos / Perseguidor de cristianos.
Su figura en grandes lienzos
Y de arrebatos mundanos.

¡Qué bien le va este papel! / ¿Otro igual? Nunca  en La Alberca.
Hasta el mismo San Miguel
Tiembla, al sentirle tan cerca.

Vomita ya vil serpiente / Se expresa así el vozarrón.
Mientras temblando la gente…
Se esconde con  emoción.
Y vomita la serpiente

En las tablas, patrimonio. / En la calle, gesto austero.
Sin duda el más demonio
De todos nuestros demonios.
Genio, carácter y  fiero.












































































miércoles, 7 de marzo de 2018

TARDES DE LLUVIA Y EL PLUVIÓMETRO DE DON JUAN






























TARDES DE LLUVIA Y EL PLUVIÓMETRO DE DON JUAN
Cuando llueve en La Alberca, como en tantos otros pueblos de España la actividad se paraliza. Hoy los soportales de la plaza se ven vacíos, la gente se refugia en sus bares o permanece en sus correspondientes domicilios.
Teresa Lorenzo aprovecha el momento para recoger estas magníficas fotografías y nosotros continuando con el verbo recoger, se las recogemos en nuestro blog.
Hemos logrado “recoger” un relámpago de su pequeña peliculita y lo mostramos.
Lluvia en la tarde. Relámpagos en el cielo. Y esplendor con su luz en la noche que ilumina la Plaza albercana,  presidida por  su Cruz.
Pero ¿Qué había pasado al atardecer? Que un grupo de niños-caramelos que antes habían pasado por las tiendecillas cercanas de Mari Luz, de Santiago,… se habían puesto a saltar como siempre delante de la Cruz, el cocherito leré, el corro de la patata, tengo una vaca lechera,…Pero ¿será posible? ¡Si son canciones de ayer, en tiendas de hoy! Pues sí, se las sabían. Cuando cayeron las primeras gotas se inició la desbandada cantando así, como siempre…
Que llueva que llueva
La Virgen de la Cueva
Los pajaritos cantan
Las nubes se levantan
Que sí, que no
Que caiga un chaparrón.
Agua de San Marcos
Rey de “tos” los charcos,
Para mi triguito
Que está muy crecidito (…)
Y aquí comienza la novedad, ¿un relámpago nocturno en el mes de marzo?. ¡Aleluya! Tendrá que llover. ¿Será verdad que las nubes saben echar agua en las calles de La Alberca? ¡Vayan ustedes por allí y pregúntenselo al primer vecino que vean, a ver que les dice!
EL HIGRÓMETRO DE DON JUAN
Don Juan Ávila, fue un excelente maestro albercano, al que respetábamos por su seriedad  y buena altura. En el patio de la escuela de niños, junto a la finca de Manolín, había una especie de cilindro de lata. Los días de lluvia nos decía: ¡Niños traerme el higrómetro con mucho cuidado! Salíamos como relámpagos, procurando pasar, dando la vuelta por el patio de las niñas y aprovechar la pasada por el “meaero” que estaba detrás de la escuela. Su ventaja,era el estar al aire libre y con su  cadena de tirar, lo más natural posible, las raíces de un castaño que sostenían el terreno y valían también para columpiarnos-.
Luego Don Juan anotaba las medidas del agua que contenía el cacharro, nos mandaba tirarla y colocarlo de nuevo en su sitio, no sin antes de llegar a clase, procurábamos hacer rabiar a algún perro que nos veía desde los balcones  cercanos.

¿Qué entonces llovía? Tanto y como ahora, no cabe duda. Además el formidable  grupo escolar hecho en la época del diputado señor Villalobos tenía pararrayos, yo creo que los únicos que había en el pueblo.
































































































































Pluviómetro parecido al de entonces, más rústico.























lunes, 5 de marzo de 2018

EL APELLIDO CERECEDA
























EL APELLIDO CERECEDA
Hay apellidos que son propios o abundan más en determinados lugares. Al ser La Alberca, durante mucho tiempo, un pueblo con acento muy acusado, Cereceda es un apellido muy característico y al tiempo bastante repartido entre muchos familiares.
Recientemente ha fallecido Teresa Cereceda, pero en nuestro pueblo hay apellidos que quedan absorbidos por una denominación familiar más conocida, en este caso Calentino.
Tere, casada con Juan Becerro, también ya fallecido, fue una mujer con rasgos muy característicos a los que hoy las mujeres en general reivindican.  Emprendedora familiar en sus tiempos jóvenes con actividades comerciales y, posteriormente,  bien se sabía que era gran valedora por sus consejos en la industria familiar maderera, en los transportes tanto con camiones, como con autocares de largo recorrido.
Fueron muchas las veces –me decía Juan- que bajé  por la década de los cincuenta, por aquellas carreteras de entonces, con el camión al Puerto de Santa María a por sal, pues en La Alberca se gastaba mucha sobre todo para  las matanzas y chacinería.
Y Tere, honrando a su  nombre era una auténtica señora  andariega, tanto en su entrega familiar a sus hijos  yendo y viniendo en los estudios  a Salamanca, como atendiendo a sus trabajadores para que no les faltara unos buenos cuidados  médicos, la  cortadura en la sierra, la mota en el ojo, el accidente ocasional,… Recuerdo a mi padre como la alababa en todos estos asuntos.
La primera vez que vi un autobús con televisión por los años setenta me lo mostró su  hijo Pedro.
Aunque los negocios familiares siempre fueran para adelante, ella sabía muy bien hasta donde se podía llegar. Y para no olvidar las bases, Telesforo, ayudante ejemplar seguía en La Alberca.
El apellido Cereceda junto a transportes de La Alberca es muy conocido no sólo por España sino también por diferentes países europeos.
Tere se caracterizaba por el amor a las costumbres y tradiciones de su pueblo. Y ha sido junto a su familia Mayordomos de la Virgen, fieles devotos del Santísimo, de la Minerva,… Y sobre todo del Corpus, en la procesión, los altarcitos, las colgaduras,…
Si no hubiera sido por la entrega callada de las mujeres albercanas y en especial  las  de los cofrades, la brillantez del Corpus albercano no hubiera alcanzado la fama que tiene como fiestas de Interés Turístico.
Aunque se haya marchado, ahora, con más facilidad, desde donde seguro se encuentra, guiará a sus hijos para continuar con la labor emprendida, siendo intercesora para que cumplan con aquello con lo que siempre han estado comprometidos.
Característica mujer de unos tiempos en el que su papel permanecía en el anonimato, pero que en el pueblo se sabía que era la principal impulsora.

No nos puede faltar la rima en esta ocasión, porque:

Hay familias que se entregan / Y dan tanto por su pueblo.
Que las demás las veneran.
Tere queda en el recuerdo.

Teresa la Calentina. / La sierra. Transportes. Viajes.
Y tan de cerca el comercio
Familiar. Los autocares.
Ayudas que no escatima
El Corpus ¡con tanto aprecio!
Y devoción a raudales.
El carbón, la madera, huertos,…
Y su voz en el silencio

Viva, para aconsejar
A otro apellido ejemplar
Que tenía que ser Becerro.


















































































































sábado, 3 de marzo de 2018

LOS ALEROS DE LAS CALLES DE LA ALBERCA















































LOS ALEROS DE LAS CALLES DE LA ALBERCA
-“Las fachadas suben escalonadas y los balcones y aleros se asoman a la calle, hasta casi tocarse”-
            ¡Mira ves..!, ¡Tocan el cielo!
Decían los niños albercanos de los años cincuenta  del siglo pasado, viendo los aleros de los tejados de las estrechas calles de su pueblo!  ¡Tocan el cielo! ¡Qué bonita expresión viendo las calamidades que sufrían a causa de las cercanas consecuencias de una guerra absurda que lo único que había traído era, hambre, miseria y emigración.
¡Tocan el cielo!
Y en verdad, que vistos desde abajo, desde la mismísima altura de un niño, tocaban el cielo y apenas dejaban pasar el sol.
Hoy los modernos materiales de construcción, han abierto espacios, modernizando estancias y se ve más amplio el cielo para disgusto de artistas y pintores. Aunque en algunas calles se ven todavía tejados casi tan  hermanados que sus aleros  aún dejan pasar muy poca luz en determinados momentos.
No obstante la cercanía de una parte a otra de la calle acerca tanto a algunas ventaninas que  las noticias y conversaciones corren de un lado a otro sin necesidad ya de alguacil o pregonero que las difunda.
Los aleros para los días de lluvia favorecen el transitar por las calles y sólo es preciso ir salvando canalones como una especie de juego en Zigzag y de portalito en portalito. Y en tiempos de calor la mayoría de ellos cubren la mitad de los poyetes de la calle, bien para sentarse o auparse mejor a las caballerías.
Saliéndonos por adivinanzas, el siguiente acróstico nos descubre esta palabra tan característica de nuestro pueblo. La primera letra de cada verso  de la izquierda unida a las de abajo nos  descubren el vocablo anteriormente tratado:
Alas son de los tejados.
Leales a sus fachadas.
Estrategias de adosados.
Recubren, no haya caladas
O se dañen balaustradas.
Son escudo de “sobrados”.