EN
BUSCA DE LA PECULIARIDAD QUE NOS CARACTERIZA
-Este es el
rasgo, la señal, la marca, el aspecto,… el significativo detalle que va de paso
en paso a través de los tiempos-.
Hay personas muy
sencillas del mundo rural de los sesenta que se han distinguido por su
agradable atractivo natural y serrano. Y algunas con rasgos artísticos
que les enorgullecía que se
fijaran en ellas escritores, intelectuales y en especial pintores. Por ser
portadores de una imagen que caracterizaba a sus antepasados. Y así, entre las
gentes del pueblo se decía: a Luis Puerto le fotografió Ortiz de Echagüe, a la
madre de Teresa la pintó Sorolla. La Tía
Triz, la señora Dolores o las Magallas posaron para Ismael Blat.
Este fijarse en
una determinada persona por un reconocido artista les daba estima, notoriedad de ser portadores de una
peculiaridad natural y especial de aspectos característicos y
tradicionales.
En este retrato
hecho al carboncillo sobre tabla preparada con técnica mixta por María José
Barcala se enorgullecía de verse esta albercana, conocida entre sus paisanos
por el sobrenombre de la Larata.
Esta señora se
llamaba Catalina y se daba a conocer con el nombre de Cata. Entre sus amigos y
familiares La Larata.
“Hilaba- nos
dice María José- en la rueca, torciendo la lana con sus largas y elegantes
manos, con el fin de que en las prendas no se formaran
las feas bolas, que hoy día vemos en tejidos
que se utilizan a diario y que da lugar a que se tenga que emplear
una maquinilla que funciona a
pilas”.
Y siguiendo con
nuestro escrito de costumbres, vida y tradiciones, con un aire y espíritu lorquiano nos atrevemos a manifestar:
Una copla popular / Viene a mi oído diciendo
La Larata .La
Larata. / Parece que la estoy viendo.
¡Y
qué bien caracterizada!
La rueca no se
movía / -Muy quieta junto a su cuerpo-.
Era
el huso el que giraba.
Y poco a poco
formaba
Un
rollito.
Que
surgía
Juguetón.
Y trotano.
No dejaba de
saltar / Mientras movía las manos.
Era
su oficio. Y no en vano
El hacer. Sonreír e hilar
Con sentimiento
albercano.
¡Joven! Mira esas bolitas/ que tienes en tu jersey.
Con
la rueca no pasaba /-Bis- .
Su buen “huso”
era de ley.¡Qué bien Catalina hilaba!
¡Qué bien Catalina hilaba!
Estamos seguros que a muchos jóvenes de hoy les agradará ver estas imágenes de personas que aunque ya no estén entre nosotros expresan en sus rostros los rasgos más característicos de nuestros antepasados; para orgullo saber y sabor de nuestra raza.