DELICIAS DEL PAISAJE //HORNAZOS Y MANIFIESTO
Uno
de los grandes atractivos, auténticos regalos de la naturaleza, en nuestra
Sierra albercana, es el paisaje.
No
solamente predomina su singular caserío, modo de vida y tradiciones. Pasas el
Cabaco, dejas atrás toda la inmensidad horizontal del campo charro y de pronto
al llegar al Casarito encuentras al instante una nueva sensación de vida. La
cumbre de Peña de Francia y un auténtico mar de arboleda reconfortable. Un poquito
antes de llegar a La Alberca mi acompañante se detiene en el Alto del
Arrol´huevo. Me invita a sentarme en unas pequeñas peñas rodeadas de bravía
naturaleza, ciertas escobas, helechos y florecillas que renacen con una nueva
primavera.
-¡Mira,
te invito a sentarnos!. Para sorpresa tuya he traído un hornazo. Lo vamos a
“encetar”.
-¡Pues
vale!
-Sólo
te pongo una condición, a ti y al pequeño grupito de amigos que nos acompañan;
mientras yo parto y reparto- como buenos amigos y tú pasas la bota y aliñas la
ensalada.
“¡Escuchad!
Que el delicioso bocado será más provechoso. La recitación es a vuelapluma; los
puntos, las comas, los comentarios y los académicos guiños literarios e intelectuales
los dejáis para otras altas y más significativas plumas y momentos.
Pero.., ¡Comed y no aplaudáis, no siendo que
caiga al suelo “el cachillo” de hornazo!
Y…acudan a sus migas, esas
simpáticas hormigas que enseguida todo lo ven, huelen o sienten…”.
Y
con acento grave y voz conmovedora, dijo así:
No
dejéis que a estos castaños.
Ni a estas bravías nogales.
Se
los coman, con los años
Robles, acacias o pinos,…
Que
tienen trucos, engaños.
¡E
invaden nuestros caminos,..!
¡Defended
nuestros castaños!
¡Apoyad a las nogales!
No fueron simples apaños.
Del
campo, son catedrales.
Cobertura
de rebaños.
Fuentes de buenos caudales.
Sombreado de morrales
Cobijo
en los invernales.
En la casa travesaños
Sostenes de ventanales
Y sus
hojas sobrepaños
De cuadras y cortinales.
Pulmones
de vida. Escaños
Para los tiempos finales.
Soporte
para peldaños
De los más grandes
rituales.
No
dejéis que a estos castaños.
Ni a estas bravías nogales
Se
los coman, con los años…
Invasores, barrancales,…
¡La
vida por los castaños!
¡La vida por las nogales!
Mucha
maña. Más apaños.
¡Tutores y defensores!
¡Que
lo sepan los señores!
Fortaleza. Nunca engaños.
Si
hay rayos o vendavales.
-Sentose.
Seguimos brindando y comiendo…
Y la “comitiva”… quedó agradecida y
confortable
El caballero narrador y mal” recitadero”,
echándose la gorra para atrás y mirando al cielo, dio las gracias a todos y después… ¡Fuese!.
Le esperaban en el alto, más alto
de las Peñas Tiritinas una impresionante multitud de pajarillos, hormigas,
lagartijas, candelinas, abejas de paso, saltamontes deportivos, mariposas
planeadoras, avispas guerreas, moscas con patitas pintadas de azul y mosquitos con móviles incorporados.
X -Clic en las imágenes y aumentar de tamaño. El hornazo tiene derechos de autor,Isabel, no se permite bajar sin indicar su procedencia pues luego se lo comen...
