DEL PELOTEO AL CHUTAZO. EL FÚTBOL EN LA SIERRA
-CRÓNICAS DESENFADADAS DEL PUEBLO-
El fútbol lo
inventó el pueblo, la calle, la barriada, el grupo de niños que se aburrían,..
Estamos
convencidos de ello, aunque la palabra sea inglesa y trate de trasladarnos a
Huelva.
Igual que la
democracia se inicia en una carnicería, parecida a la de Fermín, para acabar con el “yo prime” y poder dar paso
a.. “el te doy a ti la vez”. Y todo el mundo tan contento.
En nuestro
pueblo, el “pión”, “el marro” y “el ir a soltar las caballerías” es de
temporadas. Surge la pelota-pie por el mal estado del frontón y así, se regatea
en el Cemento, delante de la Cruz, el Solano; de ahí pasa a la Plaza, a la
explanada de la Barrera, a las Eras, a la entrada de San Antonio- donde a un
conocido serrano le voló la gorra. Y finalmente al nuevo allanado del Alto Las
Eras. De donde se traslada los días de lluvia al oportuno pórtico de la
Ermita de San Blas.
Sabemos, que surgió
este deporte para acabar con las tradicionales “pedreas” de los pueblos vecinos
que se juntaban en la linde que los separaba, como el gran cartelón que estaba
agujereado pasando la Fuente del Castaño, justamente en la desviación para Monforte
y Mogarraz.
Los jueces de paz
de ambos lugares pactan para acabar con
estas rivalidades. “Haremos una pelota
de trapo de proporcionadas dimensiones. Y once de los tuyos y otros once de los
míos se liaran a “patadas”, para ver como se burlan, pasan, re-pasan y la meten
dentro de la portería hecha de dos sacos
vacíos de carbón. Estos fueron los
primeros pasos de la pelota-pié”. Con algún
partido que otro en la Fiesta de Majadas.
Los jugadores
tenían que ser nativos, sin intrusos de Monsagro, Bosnia o de donde fuera.
Los árbitros
imparciales de Zarzoso o el Caserito.
En el partido los
jugadores deberían “zurrarse” al máximo entre ellos, no se admitían ni
protestas, ni intervenciones de los asistentes; Cargas y descargas de todo
tipo; cánticos sí. Como “el caminito de las Eras”, himno de la hinchada
albercana:
“Caminito de las
Eras / Vengo a aplaudir a mi equipo / Para que no pierda el tipo / Y todos sean
unos fieras”. –toqueteo de aplausos-
“Cada vez que
metan goles / Nosotros aplaudiremos / Y así les animaremos. /Desde lejos. Desde
cerca,… /Que vivan nuestros colores!/ Sois sin duda los mejores/
De nuestra nación: La Alberca”// -Silbidos, “mucho/cartucho” y fueras y “cubetes”-
Luego se
iniciaron partidos con tamboril incluido a las cercanías del Cabaco. Con
camioneta del señor Calentino. Derrotas al canto. Bien lo saben Sánchez y
Pinturas.
En esa época
abundaban los partidos con sotana, lo que ocasionaba que a veces desapareciera
el balón por arte de magia. Y se inventaran los famosos “goles fantasmas”.
El fichaje más
caro fue el de Andrés el mecánico dentista que había jugado nada menos que con
Arza en el Sevilla.
La técnica que
más predominaba el “regateo”, quizás con antecedentes en la actividad
empresarial de la venta del embutido con la
romana. El “tiquitaca” ocasionaba problemas con los balones que se
perdían vía terraplén y camino de la Cruz de la fuente del fondo del Calvario…Por lo cual era “el
chutazo” de la parte de arriba lo más deseado
y llamativo.
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Las siguientes
plantillas, ocasionales, no acabaron de
cuajar del todo para formar un equipo como El Guijuelo, el Salmantino, los
Salesianos, el Bejar Indusrial,…
Y la afición
albercana /que es muy viva y también lista / y algo menos futbolista / Prefirió
buscar jarana. / Recordando y ¡recortando!.
Bien se sabe que es torista./ ¡¡Y a la
chirumba!!..¡al marro!/“Al patacón” o ¡Al pico zorro zaina! /No hay afición que
la gane / Actividades muy sanas.//
La adquisición
de un silbato por parte de un tal
Florentino, - no se dice cual. Puede traer algún que otro buen fichaje.
Tiempo al
tiempo, que de eso se habla ya por La
Puente.
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