lunes, 8 de agosto de 2016

EL DÍA/ AGOSTO EN LA ALBERCA -IMÁGENES EN EL PENSAMIENTO-


-Palabras, solo palabras, en su estado puro y natural, tal como las recuerda y aviva el pensamiento-
-Sirvan de ejemplo recordatorio, a los numerosísimos emigrantes que tengamos la suerte de poder revivir “El DÍ-AGOSTO” al menos en nuestro pensamiento, que en algunas ocasiones es sin duda mucho-


15 DE AGOSTO -ACTOS PRINCIPALES Y MÁS CARACTERÍSTICOS-
Corre agosto. Y si los trabajos tanto agrícolas como industriales, están lo suficientemente avanzados.  Nuestro pueblo, poseedor de  un profundo sentimiento religioso, detiene unos días sus cotidianos quehaceres para celebrar sus fiestas patronales; que honran la subida a los cielos de la Virgen María.
Es el día 15, el día/agosto, el día de la Virgen de la Asunción.
Para que tú, amigo lector, tengas un conocimiento claro de los actos más significativos   destacamos  los tres principales, que son: los religiosos, que se realizan en su iglesia parroquial con la entrada y posterior procesión; la ofrenda o el Ofertorio de la Plaza Mayor y la Loa, auto sacramental del día 16.
Son también muy atractivas de estas fiestas: Las danzas y “El Ramo”, que siguen a la ofrenda; los bailes típicos de la plaza pública; el desenjaule  con  el Toro; y la singularidad de los trajes típicos.
Podemos  resumirlo, así: 15 de agosto, La Alberca. Todo un pueblo que se prepara para celebrar las fiestas a Santa María, con tamboril y cohetes. Vino y jamón serrano. Obleas, dulces, turrón,…
En términos locales se dice que hay fiesta completa cuando se realizan estos  tres actos: el Ofertorio, La Loa y el toro.

LA ENTRADA AL TEMPLO Y PROCESIÓN
Inician la mañana las idas y venidas de los tamborileros por  calles y plazas, en alegre pasacalle y  acompañando a los Mayordomos desde la salida de sus casas a la entrada en la iglesia parroquial. Curiosa expectación audiovisual  de familiares vestidos con típicos trajes de la localidad. Es un momento muy emocionante con  cánticos de  Alborada en el pórtico de la iglesia: “tomemos agua bendita solamente con los dedos y haremos la reverencia a la reina de los cielos,…” La solemnidad de  Misa Mayor  con sermón, cohetes y repique de campanas.

PROCESIÓN CON DANZAS, TAMBORIL Y COHETES
En esta procesión es llevada a hombros la Virgen de la Asunción a la Plaza Mayor, entre los danzarines que van y vienen bailando delante de la imagen, toques de castañuelas y música de tamboril. Solemnizan el acto numerosos estandartes, mayordomos con capas, autoridades y gentes principales  vestidos con sus trajes  más antiguos. Destaca el atractivo de  la mayordoma, con el traje de Vistas, el más antiguo, rico y vistoso  de España.

EL OFERTORIO Y LAS DANZAS
La Virgen se coloca en lo alto de la plaza. El público abre un gran círculo en la misma.
Y podrás ver, junto a la solemnidad de este acto y continuo toque del tamborilero la forma más curiosa y respetuosa que realizan las autoridades, los mayordomos y público en general, ofreciendo a la Virgen de la Asunción. Salen de cada lado del círculo y  se encuentran en el centro de la plaza. Comienzan caminando lentamente, cada tres pasos se arrodillan o hacen genuflexiones e inclinaciones con la cabeza. Entregan su donativo. Y regresan con el mismo ritual.
 Los hombres visten largas y  típicas capas que les dan un aspecto cardenalíceo, de solemnidad y las mujeres hacen gala de  la rica variedad de trajes femeninos. De ventioseno, sin alhajas; mantita -para  ceremonias religiosas-; zagalejo, con hilos y collares de oro; y el  serrano, con sayas redondas y anchas.
El momento de mayor expectación es cuando va a ofrecer  la mayordoma  con el ya  mencionado traje de Vistas.
Recuerdan estos actos la solemnidad medieval, monárquica, vaticana o  universitaria de especiales conmemoraciones.
Terminada la ofrenda empiezan las clásicas danzas de jóvenes del lugar;  muestran sus habilidades del baile suelto y “picao” serrano, chocando sus palos, repiqueteando castañuelas, tejiendo y destejiendo cintas de colores  y santiguándose al ritmo del baile. Su realización es un primor del saber, sabor, arte, y gracia popular. Aquí POLDO, serrano del año, se merece el mayor reconocimiento popular, el mayor aplauso  de todos los albercanos.

LA LOA
Es un antiquísimo auto-sacramental representado por jóvenes  en la Plaza del Solano. Auténtico calco del  corral de las comedias del siglo XVI, con tablao de cuatro puntas y rampa de madera por donde se deslizará la serpiente. Idéntico escenario al aire libre como se hicieran para aquellas obras  teatrales de Calderón, Lope, Tirso de Molina,..
Argumentación muy sencilla: Lucifer se encuentra con unos jóvenes que acuden a las fiestas de la Asunción  y que él trata de impedir que se realicen. Sentado en una especie de dragón de fuego, les intimida,  asusta al público con  estampidos de pólvora, vomita fuego, recitando arrebatadores versos que muestran su dominio mundanal. Un ángel celestial con delicada voz y cristianos poderes, entre aplausos del público, le manda a las profundidades del averno. Sencilla y conmovedora obra.
Este  auto-sacramental es junto al Misterio de Elche  la representación más antigua que año tras año  viene haciéndose  en el Solano Bajero, plaza que está junto al atrio de la iglesia con natural balaustrada de piedra, tablao con toldo, escalinata de granito  y fondo de torre guerrera.
Para la realización de este acto  es primordial el equipamiento "coheteril" que lleva incrustado el dragón- serpiente,gracias a la familia de los TIBURCINOS que durante muchos años han venido equiparándola con verdadera maestría, se merecen el mejor reconocimiento y es que el dragón:
Silba, vomita, se para,
Siembra pánico en la gente.
Lanza luces de colores
humaredas, resplandores,...
¿Qué dices que es cosa rara?
¡Ven al Solano,valiente!
EL TORO
A quienes nos gustan las corridas de toros comprendemos que haya personas que  les atraigan menos. Cuestión de gustos y respeto. Estos espectáculos taurinos, dice Eugenio Noël: “son una especie de termómetro de la raza hispana, en la que el joven  tenía que  medir sus habilidades y valentía”. Consiste en correr ante el bravo animal, recortando y burlando sus embestidas; más fáciles cuesta abajo, atrevidas y peligrosas  cuesta arriba por la inclinación del  improvisado coso. Los “¡uy!” y gritos son las expresiones más características  y los “olés” se reservan para los profesionales taurinos. Sin este espectáculo, tan propio de nuestros pueblos, las fiestas decaen enormemente.
 El fuerte estampido del cohete –el correr de la pólvora de los árabes-, las burlonas carreras “de, ¡qué viene el toro!”, el amistoso desafío del “picao” que anima el tamboril, la espontaneidad del baile suelto,…Junto a  la jugosidad del incomparable jamón;  carne “asá”,  tradicional “tira –tira” de su turrón,  delicioso chasquido de las  típicas obleas, bizcochos, turruletes de La Alberca,…  Y el vinillo del Soto con aroma albercano, entre sorpresas,  encuentros  y  amistades, hacen que estas fiestas  sean únicas para quienes gozan de ellas año tras año.

Todo dentro de un singular marco de arquitectura y costumbres, en el primer  pueblo  de España denominado hace 75 años Monumento histórico-artístico nacional.

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