EL SABER Y EL SABOR
DE LAS FUENTES ALBERCANAS.
-LA ESCOBINA ,LA TANI Y LOS CÁNTAROS-
-¡Vamos Juani
que hay que barrer la calle!...
-Eso madre ya
está hecho.
-¡Dime tú…!
Juani ha cogido
la escobina de barrer la calle y el cogedor al
uso. Piedrecita
a piedrecita va limpiando el suelo, mientras
se aprieta la
falda entre las piernas y canta:
“A las cuevas
que hay en Graná
Ha llegado de
tierras lejanas
Como reina en
carroza dorá
Una niña
princesa gitana.
Tani la llaman
de nombre
Y es más bonita
que un sol
No camela corona
real
Que camela un
gitano español.
-¡Hacendosa!
¿Tu madre está en casa?
-Suba usté
señora Tomasa y cuidado con el escalón tercero
del segundo
descansillo.
-Y sigue la
Juani:
¡Ay, Tani.Tani mi Tani,
Ay Tani, Tani mi
Ta
Ay Tani, Tani
morena
Que corre en tus
venas
La sangre real.
Ay, Tani, que mi
Tani, que mi Tani
Ay Tani, que
Tani, que mi Ta.
Ay Tani,que Tani
morena
Gitana más buena
No ha habido ni
habrá.
Una y una dos
Dos y una tres
No sale la
cuenta
Porque falta un
churumbel.
-¡Qué bien cantas,
chiquilla…!
¿Quieres venir conmigo a buscar agua a la
Balsá?...
-le dice la Lole
a su paso-
-Dejo la
escobina y me voy contigo. ¡Ya está hecho!
¡Madre que voy a
buscar agua a la fuente?
-“Pues no te
“envaigas” que hay que hacer
muchos
oficios…Eh…”
Las dos
jovencitas se van juntas a la fuente
con una cántara
bajo el brazo y la otra con
el rodete a la
cabeza. En la Balsada hay
mucha
concurrencia por lo que se acercan
a la fuente de
la Plaza.
En una de las
escalinatas de la Crú están sentados
dos mocitos que
las miran con entusiasmo.
Es el Andrés
quien las mira y canta:
Que
fresquita baja hoy
El
agua que va a la Plaza
Y
yo ya me ves que estoy
A
ver si puedo darte caza.
Al
pie de esta bonita Crú
Ya
me ves que aquí estoy yo
Y
tú y yo, y yo y tú
El
agua del Avellano
Me
tiene a mi ¡tururú….!
-Las
dos jovencitas se van para sus casas sonriendo
bien
acompañadas de las miradas de los
dos jóvenes albercanos, que se quedan cantando
ahora
a todo pulmón: El Agua del Avellano.
La
Crú, monumentalmente callada queda soleada
ya
por la mitad de su columna, mientras los dos
cañitos
le cuentan historias, muchísimas historias
de
requiebros y amoríos que guardan y se
lleva
la
corriente de sus aguas.
-Pero
los muchachos no se pueden ir sin hacer
sus
muchas “mucha-achadas” y en el rincón de la puerta
de
la cárcel se ponen a “cuquear” como de costumbre
Poco
a poco se van cantando:
Por
la plaza mayor / Pasea una gallina.
-Rumba-la
rumba-ron- (BIS)
Con
un huevo en el culo/ Mírala que cochina
-Rumba-la
rumba-ron- (BIS)
-El
señor Juez de Paz que baja en ese momento del
Ayuntamiento
les llama la atención con un ¡chist…!
Y…¡Un respeto a la autoridá!
-Ellos ¡Sí señor,mande…usté!
Y
unos y otros dan así por finalizado el relato.
Es
el momento de ir a tomar una copita de aguardiente
a
la taberna del Pardal.
Y
después al Cemento a ver si sale algo.
Y …¡Que haya
paz, mucha paz! Dice Paisa, pasando
entre unos y
otros.
Y
…¡Que haya paz, mucha paz!
Canciones,vivencias
Y
momentos de alegrías y sonrisas
de los durísimos años de la década de los
primeros años
de los sesenta.
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