UN PUEBLO SIN CUESTAS, CON BELLEZA Y
ENCANTO
Si no quieres ser ave de paso y
eliges La Alberca, para al menos pasar una buena temporada; seguro que no te va
a pesar. Y sobre todo “pesar”, cuando
vuelvas de sus tiendas y pases por sus calles bien haga frío o calor,
disfrutando de su peculiar acerado.
No tienes apenas cuestas, casi todo es llano.
De modo que hoy tienes las ventajas de un pueblo y de una ciudad pequeña.
¡Qué alegría sentarte en uno de esos
poyetes! Las moscas ya no son drones como fueran antaño, son te diría hasta
familiares. Eso sí , si vas camino de la Dehesa al lugar llamado La Fuente el
Castaño, los robles son amigos de ellas. Con una navajita corta un helecho
verde y te distraes asustando a tu compañero.
Verás cuestas, subidas y bajadas. Te
dirán por ahí se va al Hoyo, pero no va a ser preciso que te metas en esos
menesteres.
Hoy hay muchas personas mayores que
buscan un lugar por el que se pueda ir con
su cochecito de impedido o andador de caminar y La Alberca para ello es
un lugar excelente.
¡Y ese aire, y ese sol, y ese correr
de las aguas, y ese dorar el sol la piel sin que te queme,…!¡Y ese pueblo! Tan pueblo,
como diría Unamuno es La Alberca.
Te aseguro que yo no tengo ni
negocio ni hacienda para hacer tal propaganda. Pero si tengo una cosa Experiencia
y Sentimiento, soy albercano.
Fotos de Isibe y de Santos Cordovilla
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