LA ROMERÍA DE
MAJADAS
Todos los años
cuando llega el Día de Pentecostés, a
los albercanos les gusta ir de Romería hasta le Ermita de Majadas. Majadas era
un lugar de encuentro y estacionamiento de pastores. Y allí Froilán, un pastor
de Monforte se encontró una Virgen. La tradición atribuye al rey visigodo Don
Rodrigo. Al parecer la llevaba como protección en sus batallas y mientras en Majadas oteaba el horizonte cercano, la
escondieron entre las peñas y peñascos de aquel lugar. La Virgen permanecía en
su ermita todo el año hasta que un famoso coleccionista de robos Erik el Belga la cambió de lugar fuera de España. Fue
rescatada por Don Saturnino; restaurada su ermita y desde entonces continúa su
famosa romería que parte a pie desde La Alberca.
Al pasar por la
Fuente del Castaño se unen a la procesión sus clásicas moscas de los robledales
y al “mosqueo” hay que espantarlo con un buen ramo de helechos, de los muchos
que abundan por el lugar.
Dejamos a un
lado la Ermita de San Marcos con su misterioso “asteroide” que está dentro de
su derruida ermita y que emite “desconocidos rayos invisibles de luz-ultravioleta
e imaginaria que comunican los deslumbrantes reflejos de las apariciones
marianas de Peña de Francia y Majadas Viejas”.
El asteroide no estaba cuando tenía que haber
estado o al menos nadie cuenta que por
allí le vio. Seguimos el camino de tierra, sudor y moscas y antes de llegar a
la Ermita un montañon de cantos rodados nos alerta, en su alto una cruz. Pero ¡Ojo! A cada piedra que lanzamos hay que
rezar una salve o un Padrenuestro; no abusemos, por tanto de “cantos”, ni de oraciones que de todo tiene
su recompensa el lugar y la devoción.
La fiesta este
año por lo que vemos por internet ha estado muy animada, nos llaman la atención
los bailes sueltos de la juventud, con botellín o vaso de cerveza en la mano y
el “acompasado meneíto” de pies de la jota, perfectamente emparejados en largas hileras.
El baile, típico
y natural del pueblo está calando y entusiasmando a la juventud y lo hacen con
una soltura increíble, nada de academia o de imposición. Este baile -bien lo
sabe Poldo- “que quien se mira a los pies, y no lo hace a la cara, peligra en
aires de rock-and-roll y por tanto los ojos se desvarían”.
Pero ¡Hay que
ver qué bien bailan los jóvenes albercanos! De ellas no hace falta decir nada
por su soltura y belleza. Pero los mozos-hombres han conseguido un grandísimo avance, en relación a nuestros
tiempos jóvenes.
La ofrenda a la Virgen, depositando la
papeleta en el actual cuenco de las Ánimas Benditas,es anónima
y quizás electrodigitalizada.
No faltan a las
clásicas danzas, el ánimo juvenil de Poldo; el arrimarse a la pared si se
acerca la vaquilla, el mucho cartucho de la emoción y el desenvainar el móvil
si viene al caso.
Majadas es un
deseo, una merienda festiva, un encuentro entre tres pueblos. Un ir y venir,
cada cual luego al suyo; sin competiciones reñidas. De acercamiento de
costumbres y tradiciones vividas y sentidas entre pueblos.
Y como aquí no
nos faltan los dichos, echemos mano a ese de…
“La Alberca /
tiene la fama /de las muchachas bonitas / Pero “en llegando” al Cabaco / Monforte
ya se la quita.”
(Este dicho es tan veraz,/ Que se escucha en Cepeda, el Madroñal, Herguijuela, Mogarraz –…adaptando la letra a cada lugar.)
Del tema de
Majadas Viejas y sus fiestas ya hemos tratado en nuestro blog que si te pasas
por sus etiquetas orientativas puedes ver alguna cosa más de provecho o por el
otro blog: “La alberca, pueblo serrano y pintoresco”.
Nuestro amigo
Don Florindo de la Puente que está estudiando El enigma de las dos Vírgenes
trova finalmente para nosotros: “Qué secreto esconderá / el Asteri de San
Marcos?.../ Que refleja a la de Francia / Y a la Virgen de Majadas / Juntas las
dos en su charco./ En sus aguas “lagunadas”/ eso es porte y elegancia.
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