Este encabezamiento de algunas cartas era muy característico de los años 50, lo utilizaban personas que querían dar a conocer y promocionar el pueblo que acababa de ser nombrado Monumento Nacional. Lo de "monumento" al principio resultó un poco extraño, pues más que un "monumento" por el sentido literal de la palabra La Alberca era un lugar vivo. Paraje histórico-artístico, de inigualables costumbres y tradiciones que había sabido conservar como muy pocos pueblos de España.
Pues bien también era muy propio de algunas personas del lugar o que vivían allí la afición a "copletear" y así con estos versos en un 15 de Mayo se feclicitaba a quien estaba estudiando como otros chicos en aquel tiempo en la ciudad. Reflejan un poco la vida y costumbres de La Alberca.
tu onomástica celebras / en esa gran capital.
Yo quisiera, y no te creas / que me falta voluntad
para hacerlo, festejarte/ con rumbo y solemnidad
en fecha tan memorable/ con una fiesta sin par.
Con música de Guindilla/ que sabe "dar y soplar"
el tamboril y la gaita / con arte y habilidad.
Con cohetes de la Pilata /para mucho ruido armar,
con churros de la Perdía /"pa" el chocolate mojar,
pastas de la Mogarrala / y vinillo del Pardal.
Con chochos de la Pabila,/ bastones para chupar
de los que vende el Quilino / por dos pesetas no más,
con turruletes, floretas / y turrón de este lugar
que llaman de tira-tira / y es cosa muy especial.
Y en verdad, que para hacerlo / no me falta voluntad,
lo que me falta es..."monises" / o sease "vil metal"
o mejor dicho, billetes / de esos que vienen y van
llenos de mugre y de grasa / por el pueblo y la ciudad.
En vista de ello te mando / como la bolsa anda mal
esta preciosa postal.// No tendrás queja,amiguito,
que con poco capital / no hay quien pueda, te aseguro,
dar menos y ofrecer más.//
Y ahora como añadidura
salud y felicidad.
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