EXPERIENCIAS DE VIDA COTIDIANA-LA CALLE-I-

EXPERIENCIAS DE VIDA COTIDIANA
 LA CALLE
DURACIÓN: un tiempo determinado
MATERIAL: La memoria
EFECTO: Revitalizador

MI CALLE-I
Quienes hemos nacido en una pequeña localidad y somos orgullosos de ser albercanos. Estamos viendo que día a día se va perdiendo lo cercano, lo más inmediato a nosotros mismos que era la calle. Si a cualquiera de los que nacimos allá por la mitad del siglo XX nos preguntaban de niños Tú ¿de quién eres?, la respuesta era clara. ¿Yo? De mi padre y de mi madre. ¡Sí, hombre! ( este tiene cosas de bombero), pero... dime algo más. Y enseguida surgían los parentescos, la familia, los apodos. Los apodos son todo un mundo.
 ¿Y los amigos? Los amigos eran generalmente lo más cercano, los que estaban en tu calle, placita o rincón y jugabas con ellos.
Y tú ¿de dónde eres? Te preguntaban en tu pueblo. Yo del Tablao ( pese a que estuviera escrito General Queipo de Llano). Al instante surgía el nombre de todos tus amigos del Tablao ( kisko, Juanito, Fausti, Minuto ,Gerardo, Juan Mari, Toñi, Pedrín, Jose María, Benito, Tacha, Poli, José Antonio, Pedrín Conejo, Cosme, etc, etc.) Más o menos mayores, eran todos tus amigos.
La calle ejercía una gran influencia, parecía que la llevábamos marcada en nuestra mente, imprimía carácter y modo de ser; de modo que no era nada extraño que las peleas a nueces ( cuando no a pedrada limpia) se dieran contra los forasteros de otras calles como podían ser los del Castillo, los de la Barrera, el Barrio Nuevo, la Fuente Canal, la Puente,...
Solamente había unión en común con todos los demás niños del pueblo ( aún no se había inventado eso del fútbol) cuando se celebraba la romería de la Ermita de Majadas Viejas y la pandilla general y local se unía para tirar piedras contra aquella señal de carreteras que separaba la de Monforme con Mogarraz Y había que tirarle piedras porque representaba a los del pueblo vecino, el montón de chinarros que tenía debajo era bien patente.
La calle era también el mayor centro de atención. Y con los amigos salías a la escuela, a la catequesis, a esperar el coche de línea, a correr con los aros, a buscar el sanjuán a la dehesa y a competir con otras calles.
Hoy los niños y mayores hemos perdido ese sentido de lo cercano y no nos esperamos para ir o venir juntos de la Plaza, de la salida del bar, de la iglesia,...
Ni siquiera los niños ya nacen en la localidad, ni se tallan o juntan con los de su quinta, o van juntos a la mili como me diría Eduardo- ¿te acuerdas del Ferral del Bernesga? Y Cosita se echaría a reír. 
Por lo que, bien vale ese dicho de, no donde naces sino donde paces.
Hoy lo que si se ve en algunas localidades que los vecinos de varias calles se reúnen para celebrar su particular fiesta o Verbena como si los del Barrio Nuevo si no hubiera sido por esa devastadora emigración que dejó solos a los pueblos, celebrara su propia festividad verbenera con ofrenda, bailes y cohetes. (Vendrán mejores tiempos!