EL
CUENCO DE LAS ÁNIMAS BENDITAS
Que
las Ánimas Benditas la tenemos muy presentes en La Alberca basta ver la
lamparilla de Ánimas que se enciende al atardecer en el Osario del Solano; o el
toque devoto y sincero de la campanilla, que todas las tardes y desde tiempo
inmemorial, realizan las mujeres de Ánimas recitando su salmodia por las esquinas de todas sus calles.
Hay
muchos más actos que las gentes del pueblo realizan por la devoción que sienten
por ellas.
Uno
de ellos y que no queremos que pase desapercibido es la recolecta que se hace
en las misas. Quizás de una forma muy natural para todos nosotros, pero
llamativa y un tanto extraña para los que no son del lugar.
Nosotros
recordamos a Celedonio que durante muchos años, hoy continúa la tradición un
hijo suyo, y así en las misas sale con un curioso cuenco y con una voz sentida
y profunda recita: ¡Ánimas Benditaaass...!
Los
fieles aportan lo que pueden para las mismas que depositan en el curioso cuenco
de madera y que tanta admiración provoca en los niños.
Como
el cuenco por su antigüedad llama mucho la atención, pedimos permiso a Valentín
para poder fotografiar de cerca y en el sitio en el que ha estado muchos años y
hoy por precaución sólo unos minutos antes del oficio religioso.
Pero
lo que más llama la atención del curioso cuenco de madera con su cruz de hierro
en el centro, forma ovalada y unos grabados que si los veis de cerca se
asemejan al retoque que tanta fama le dio al Ecce Homo del pueblecito de Borja, es que está
realizado para que en otros tiempos se pudieran aportar donaciones de especies,
por ejemplo de huevos.
Terminado
el acto el animero echaba los donativos en un pañuelo, lo anudaba y llevaba al
lugar correspondiente, con el máximo cuidado para que no terminara la recolecta
envuelta en una tortilla de monedas.
Después,
algunos domingos en la plaza se hacía una puja pública, productos del cerdo o
carnes para seguir recolectando.
Costumbres
un tanto extrañas pero muy devotas porque el pueblo así las sentía.
Y
tú ¿qué? Decía Don Saturnino a las muchachillas en la confesión “¿Has bailado
agarrado?”.” ..¿Yo? ,No” Entonces: ¿qué pecados tienes? Pues ya ve...decir
algunas mentirijillas” La anécdota se la agradecemos a Pilar Hoyos que a sus 95
años las vive y recuerda como cuando vivía Don Mauricio, que la ayudó con una
donación al morir su marido para que pudiera salir adelante con sus hijos muy
pequeños.
A
la una un fuerte grito / que el corazón le devora
Nadie
se acuerda de mi / dice el ánima más sola.
Pecador,
las once son / y en ellas contemplarás
Que
todo en el mundo se acaba / y como
estamos estarás. (....)
X-Clic en las imágenes para verlas con mayores detalles
No hay comentarios:
Publicar un comentario