MISTERIOS
EL SILENCIO DEL MURMULLO NOCTURNO
Misterios las de estas calles en paseo nocturno. Medio
iluminadas por abajo, medio iluminadas "por
en medio", por el fondo. Medio iluminadas, pero…Tremendamente atrevidas de
luz por la cintura de sus peculiares entramados.
Mientras tanto, la parte que
ocupa el alero sobre-duerme.
Misterios gozosos de unos rosarios que
tratan del anuncio y la infancia de
Jesús y recuerdan, cuando niño, la de cualquiera de nosotros.
¡A ver quién era el guapo que se atrevía al atardecer a pasar por estas calles! La fama que tuvo el perro del señor Alejo, el de Garrapina…
Por en medio de la calle corre un regatillo
de agua que se escapa de unas huertas y fuentes cercanas.
A
estas horas por aquí no pasa nadie. El maullido de un gato puede romper el
silencio doméstico. Ese silencio doméstico que es el murmullo lejano, de algún
cerdo gruñendo; de la sintonía de un telediario; del lloriqueo de un niño que teme entrar en el reino de los sueños.
Del “ea la ea, ea”/ que se casa la matea/ con el tonto de Cepea,.."; del correr
ruidoso de una pesada mesa de madera de nogal.
Del ¡qué se habrá caído! que sonó más
fuerte que el trueno de una tormenta que entra vomitando rayos y centellas por
la Peña del Huevo.
El silencio del murmullo nocturno llega
de dentro de la vivienda porque hay vida. Unos, atizando la lumbre de los años
que acompaña en mano la tenaza y el tajo de tres patas. Otros, bajando el
caldero de agua caliente a la cuadra
para hacer la comida del cerdo, de la vaca, de la cabra,…
-¡Niño! Cuando subas "pecha la puerta que luego el viento la zarandea.Y vas a bajar tú...¿Oyes?
-¡Niño! Cuando subas "pecha la puerta que luego el viento la zarandea.Y vas a bajar tú...¿Oyes?
Y fuera, ya lo ves, soledad,
claroscuros, contrastes de noche larga y profunda.
Y si pasa la campanina de
las ánimas te recordará la brevedad de esta vida.
Y si lo que oyes es el
rosario de la aurora, muy poco común ya en nuestros días, es que vives soñando, recordando otros tiempos que ya no son los de hoy.
“Pongan todas atención / las almas en
general / que la Oracion de las Horas / en breve va a comenzar, (…)
¡Monstruos!, ¡Malditos monstruos de la
noche! ¿Quién se atreve a ignorarlos?
La cámara de Rosa los ha recogido en el
mismísimo instante que se transforman en esqueléticos armazones de castaños
secos, Señores de las Sombras ¡Quién no se atreve a respetar?
Mientras tanto la luz de los faroles de
las calles mima la poca claridad de la noche y el regatillo de agua murmura una
cancioncilla: la del “Glog, glog, glog, del paso lento de las aguas”y del tiempo.
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