martes, 9 de febrero de 2016

CUANDO LOS TACOS SE ELEVABAN...ROSARIOS Y SANCIONES.






























CUANDO LOS TACOS SE ELEVABAN
 A LA MÁXIMA POTENCIA:
ROSARIOS Y SANCIONES
Decir palabras malsonantes  se siguen diciendo también hoy, pero con la carga tan ofensiva como debió de ser por aquellos años de 1927 sin duda alguna que no.
No debieron de ser muy efectivos los carteles de Prohibido Blasfemar. Los que no supiesen leer se acogerían en un momento determinado a esa disculpa que no les valdría. El siguiente  información  de A. de Mirabal  del  l0 de enero de 1927 nos viene a reflejar el panorama de aquella época
Es curioso que se hiciera tal iniciativa del señor Regajo con la colaboración ciudadana. Merece la pena leerlo detenidamente.
Por los años 1960 se blasfemaba ya menos, aunque no era extraño que entre amigos alguien escuchara esta famosa perla:” que mal vistes para  lo bien que  hablas”- de términos intercambiables.
Lázaro Carreter con tal que la eñe tan nuestra no perdiera el palito estuvo dispuesto a ceder o hacer gestiones  en torno al Peñón de Gibraltar. Se imaginan ustedes que si el teclado que tienen al lado no tuviera la eñe, ¿Que hubiera pasado con una de las palabras más significativas de nuestra lengua como es el “cogno”?

Don Camilo José Cela que estuvo en La Alberca recogiendo Loas fue siempre un extraordinario artillero que hubiera gozado mucho un martes de carnaval en cualquiera de nuestras tabernas de entonces. ¿Recuerdan a algunas mujeres esperando a la puerta de la taberna que salieran sus maridos?
Otras de las iniciativas propias de aquella época era la costumbre mañanera- medio saliendo el sol- del llamado Rosario de la Aurora. En la manifestación solamente sonaba una esquila y la musiquilla tan pegadiza soy capaz de tocarla en cualquier sencillo instrumento. Medio tiritando de frío y muy acurrucado en la cama, la letra era para estremecerse: “El demonio a la oreja / te está diciendo/ Déjate de rosarios / sigue durmiendo//.

Viva María / Viva el Rosario / Viva Santo Domingo / que lo ha fundado//. Tenía más estrofas, pero los recuerdos infantiles me impiden  seguir copleteando; pues podríamos terminar como aquella famosa procesión de cierto lugar de España a “estandarterazo “ limpio. Pero en La Alberca, pese a los muchos pellejos de vino y rayos de sol de bombas y cohetes, no se llegaba a tanto. Multa al canto /Y la palabrota al llanto.



























          Las siguientes fotos están  recogidas  por Pilar Puerto:

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