CUANDO LOS TACOS
SE ELEVABAN
A LA MÁXIMA POTENCIA:
ROSARIOS Y
SANCIONES
Decir palabras
malsonantes se siguen diciendo también
hoy, pero con la carga tan ofensiva como debió de ser por aquellos años de 1927
sin duda alguna que no.
No debieron de
ser muy efectivos los carteles de Prohibido Blasfemar. Los que no supiesen leer
se acogerían en un momento determinado a esa disculpa que no les valdría. El
siguiente información de A. de Mirabal del l0
de enero de 1927 nos viene a reflejar el panorama de aquella época
Es curioso que
se hiciera tal iniciativa del señor Regajo con la colaboración ciudadana.
Merece la pena leerlo detenidamente.
Por los años
1960 se blasfemaba ya menos, aunque no era extraño que entre amigos alguien
escuchara esta famosa perla:” que mal vistes para lo bien que
hablas”- de términos intercambiables.
Lázaro Carreter
con tal que la eñe tan nuestra no perdiera el palito estuvo dispuesto a ceder o
hacer gestiones en torno al Peñón de
Gibraltar. Se imaginan ustedes que si el teclado que tienen al lado no tuviera
la eñe, ¿Que hubiera pasado con una de las palabras más significativas de
nuestra lengua como es el “cogno”?
Don Camilo José
Cela que estuvo en La Alberca recogiendo Loas fue siempre un extraordinario
artillero que hubiera gozado mucho un martes de carnaval en cualquiera de
nuestras tabernas de entonces. ¿Recuerdan a algunas mujeres esperando a la
puerta de la taberna que salieran sus maridos?
Otras de las
iniciativas propias de aquella época era la costumbre mañanera- medio saliendo
el sol- del llamado Rosario de la Aurora. En la manifestación solamente sonaba
una esquila y la musiquilla tan pegadiza soy capaz de tocarla en cualquier
sencillo instrumento. Medio tiritando de frío y muy acurrucado en la cama, la
letra era para estremecerse: “El demonio a la oreja / te está diciendo/ Déjate
de rosarios / sigue durmiendo//.
Viva María /
Viva el Rosario / Viva Santo Domingo / que lo ha fundado//. Tenía más estrofas,
pero los recuerdos infantiles me impiden seguir copleteando; pues podríamos terminar
como aquella famosa procesión de cierto lugar de España a “estandarterazo “
limpio. Pero en La Alberca, pese a los muchos pellejos de vino y rayos de sol
de bombas y cohetes, no se llegaba a tanto. Multa al canto /Y la palabrota al
llanto.
Las siguientes fotos están recogidas por Pilar Puerto:
No hay comentarios:
Publicar un comentario