miércoles, 3 de febrero de 2016

CACHITOS DE PAPEL Y TINTA- EL ZAPATERO DE MONFORTE Y EL MILITAR FILIPINO








































































CACHITOS DE PAPEL Y TINTA
-EL ZAPATERO DE MONFORTE Y EL MILITAR FILIPINO-
Sucedió en 1894 en la villa de Monforte, en aquellos tiempos muy unida a La Alberca. ¿Podría haber dado alas al conocido refrán”Un buen punto filipino”?
El  corrido trovar de nuestro amigo Peromingo y los cachitos de prensa correspondientes hallados   en el fondo de un  mundillo digital  pueden darnos a conocer tan lamentable suceso. Con los nombres, que no se ocultaban en su tiempo, seguimos la privacidad actual  correspondiente.
-Las trovas, nos dice Peromingo, son las clásicas suyas a vuelapluma y en  lenguaje llano. Para recitar en plaza pública con cartel ilustrativo, palo, voz e intriga.
¡¡Pongan todos atención!!- toque de trompetilla-

No te vayas asustar / De este caso de Monforte.
Por culpa de un militar
Que llegaba de la Corte.

El asunto grave encierra. / Hubo Consejo de Guerra.

Resulta que al artillero / Que le gustaba la charla.
Iba donde el zapatero
A darle al piquillo y parla.

Conoció allí a su sobrina / Que era muy guapa y muy fina,

-¡Arréglate, y ve a La Alberca / -le dijo así a su sobrino-
Que sabes que está muy cerca
Y el material anda fino.

Enterado el militar. / A la mitad del camino.
Le salió y quiso robar.

El chavalillo fue sano / Y se quiso defender
Como todo buen serrano
Mas un tiro y fue a caer
A un barranco, a su rellano,

El tiempo nada aclaraba / de lo que había sucedido
Y el zapatero penaba
Sin material, dolorido.

-¡Sobrina! Ve tú a La alberca / Que el trabajo anda muy mal.
Y allí en su mejor merca
Me compras buen material.

Y lo mismo  que al sobrino / A la chiquilla pasó
En la mitad del camino
El militar la mató.

La gente que observaba / Las juergas que se corría
El militar filipino.
Por lo pronto sospechaba
Y algo raro allí veía.

Tanta juerga y tanto vino / El refrán ya lo decía:
¡Un buen punto filipino!
Puede ser y lo creía
El verdadero asesino.

Aunque falte la condena / Y en el cachito no venga
El lector no tenga pena
Y menos que se contenga.
Si pasa por el camino

Fue ¡Un buen punto filipino!

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