lunes, 22 de octubre de 2018

RECUENTOS Y MEMORIAS EN TIEMPOS DE LA CASTAÑERA


























RECUENTOS Y MEMORIAS EN TIEMPOS DE LA CASTAÑERA
-Salíamos con una cestilla a recorrer los caminos, al tiempo que “descampaba”.  Volvíamos a casa con diez o doce castañas, unas tantas nueces y cuatro manzanas del huerto del padrino que llamaban La Chocia. Pero las más ricas y llamativas eran las de los caminos, no tenían dueño y te daba pena verlas caídas en el suelo.
El frío, acercándose noviembre era ya intenso; de modo que se te “engarañaban” las manos.
En casa ya, la lumbre de suelo las calentaba en un momento y hoy en recuerdo de aquel calorcillo te llegan estas historias a la memoria  de aquel alejado y cercano tiempo de los “cogolmillos”, la castañera y calboches en lo alto de la torre, mientras languidecían lentamente los toques de las campanas en días de difuntos y de todos los Santos.
¡Qué peligroso es el tajo de tres patas si no bebes con cautela la copilla de aguardiente que te acompaña y anima  tan sugestiva conversación otoñal; el brasero, la lumbre de suelo, la “catalítica” o “la que nunca baja de hoy”, vienen al calorcillo de la frente como anillo al dedo del recuento y la memoria.
Sigue la historia. Y que luego no digan que ¡qué pronto olvidamos lo nuestro! Y de siempre de nuestro pueblo.

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