EL
TORREÓN DE LA IGLESIA DE MI PUEBLO
DE LAS DIEZ PARA LAS ONCE
Que el tiempo
existe o no existe no lo sé. Sí sé, que somos tiempo. Y nos medimos los unos a
los otros por medio de esa medida. Abstracta, inconcebida
pero inventada por el hombre, por
su existencia. ¿Cuántos años tiene el Sol? ¿Y la Luna? ¿Y las estrellas?...Estas
últimas, dicen que las vemos cuando aún ya no existen. ¿Podría ser el hombre
una estrella?..
-En lo virtual,
ahora parece que todo es posible-
En el
impresionante aspecto natural, podemos verlo si nos acercamos a La Alberca y
preguntamos por el Solano de las Comedias. En el Solano Bajero sin tenernos que
acercar al Osario podemos contemplarlo. Magnífico este antiguo torreón de los
señores de Valdecorneja, con su atrevido y sonoro campanario y el reloj en lo
más alto posible para que lo viera, por aquel entonces, medio pueblo.
Las campanas,
las mejores de toda la comarca; algunos días, si el viento está dirigido a ese
lugar se pueden escuchar hasta por Miranda. Lo confirmaban los arrieros que iban a vender chorizos a Bejar,
pueblos de Ávila y otros alrededores. ¡Oían campanas?... Sin haber probado,
aún el vinillo del Soto; lugar donde
algunos albercanos tuvieron también algunas posesiones. Por lo pronto el tinto “mancha labios” lo
preferian de allí, antes que de otros lugares cercanos.
SALIENDO POR
PETENERAS
¿Qué tendrá el
vino del Soto?. / Aunque también es verdad/ que gusta el de Mogarraz.
¿Qué tendrá el
vino del Soto? / Que cabeza un poco caliente /piensa que del sol abajo / no hay
un hombre más valiente.-Y también inteligente- Que el que ella tiene debajo.
¿Qué tendrá el vino del Soto? ¡Dilo ya, hombre dilo!: “Te pone como una moto” (
Sigue en Aires y Coplas de mi pueblo)
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