EL
VALOR DE LAS PALABRAS
CUENTOS
ANTIGUOS
DENTRO
DE LA CULTURA POPULAR
-¡A TAPAR…!
Se
pueden “tapar” muchas cosas, pero este tapamiento al que nos vamos a referir es
muy formativo.
Yo
que tuve la suerte de nacer en un pueblo de extraordinarios valores educativos.
Me pasaba parte del día en la calle entre vecinas, amigos y juegos que a veces
tenían más valores de los que se aprendían en la escuela.
¡Cuidado
niño que vienen tres vacas! O alguna caballería demasiado ligera.
Mientras
tanto, si las vecinas veían que estábamos muy pesados y necesitábamos un
poquillo de orientación, nos decían: ¿Por qué no vais a jugar a tapar la calle?
Pues sí, tenían razón. Nos cogíamos del hombro
cinco o seis amigos y pasábamos cantando eso de: “A tapar la calle. Que no
pase nadie, que pase…” Y aquí cambiaba ya la letra. Para unos mi abuelo, mi
madre, mi abuela, etc. A veces si nos tomábamos el juego demasiado enserio y no
dejábamos pasar a un niño que iba al comercio, por ej.-nos llamaban la atención
y ¡Santas Pascuas!
EL
NO JUEGO EN LAS CIUDADES
Lo
realizan quienes se hacen los despistados y no dejan pasar -de verdad- a los
peatones que vienen detrás y si pasas y
les tocas se molestan. Y si no: ¡Pues se podría haber bajado de la acera, que
tan alta no es!
La
chispa está que cuando algunos van
demasiado lentos y no se inmutan, en vez de decirles:¡Ustedes perdonen! Les
canturreas eso de: “A tapar la calle!”..
Seguro que te dejaran paso y habrás coseguido de ellos una sonrisa, una
anécdota, un comentario. Y te dirán en vez de:¡Vaya “usté condió”! lo más guay de hoy: ¡Que pase usted un buen
día! Y seguro que todos se quedarán riendo y te habrán dejado amplio paso.
¡Señores que no era para tanto!...
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