domingo, 7 de septiembre de 2025

MIEDOS. REVÁLIDAS Y BECERRADAS


 











MIEDOS. REVÁLIDAS Y BECERRADAS

 

No recuerdo, si en los llamados Exámenes de Estado de las reválidas de 4º y 6º curso que tuve que examinarme. Antes del comienzo de las mismas se realizaban  idénticos actos de solemnidad  como  en el ciclo de Becerradas de las Escuelas Taurinas de Andalucía. Tocando nada más y nada menos que el himno nacional.

En nuestro pueblo el Tío Del´unto seguía haciendo de las suyas; la “teti” de Alejo nos bajaba de las paredes; como el perro de Garrapina al pasar por su calle; el “mocho” de los  Calentinos pegaba sustos; “los pegotes” eran el terror de las niñas; como las bombas y cohetes a reá que vendía la Pilata, el “cuarterón” de Domingo Mecú,… y los peligrosos cerezos de las huertas cercanas,..

¿Quién no temía al Boni corriendo su caballería por la estrechez de las calles?..

Volviendo a los taurinos:

Es emocionante escuchar las indicaciones a toda voz que les da su director taurino que está detrás de las tablas:”¡Páralo..!; “Baja la mano”,… Y a nosotros nadie nos decía: “El cuadrado de la hipotenusa”; ”hervir, servir y vivir”; El caballero de Olmedo; el Río Ebro,…

El señor profesor de tercero de Política quería que sacara Notable en septiembre, tuve que vestirme de falangista y hacer los campamentos de Hoyos del Espino, en los que la canción que más se cantaba casi tanto como el Cara al Sol, era:  “no más reyes de estirpe extranjera”

Pero como volvió a amanecer surgieron después “tiempos de luz y esperanza democrática y asustábamos con un cencerro al recién llegado autocar de turistas, gritando: ¡El toro! Y de momento nadie se bajaba.

 Para acabar la fiesta de los sustos se ataba a la cola de un perro una lata y ¡ala! A alborotar las calles. Así se espantaban los sustos…en un pueblo que la emigración lo estaba vaciando y los anticuarios aprovechando la ocasión.

 Las noches albercanas de aquellos años era la fantasmada de tener que escuchar a los perros que sentían que la zorra se acercaba a San Antonio por las cercanías de la Casa García y por otras que el lobo se metía en algún “sobrao” por las afueras del Barrionuevo. Algún perro presentía algo raro y no dejaba de ladrar en toda la noche mientras los gatos saltaban la Callejina  y se iban a la huerta del Tío Guina a realizar la mejor llantina de toda la noche. Amanecía y el Rosario de la Aurora te encogía en la cama escuchando a los Beatles que cantaban: “el demonio a la oreja / te está diciendo / déjate de rosarios /  sigue durmiendo (…)

 

Realizaciones artísticas POP-ART del Arte y la Palabra:

X- Velos ahí: El maestro y el escolar.

X-Enigmas














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