INSTANTÁNEAS
Hay fotos que cuando las ve uno se lleva una gran satisfacción. ¡Mira! ves... a Luisa, a Rosa, a Fermi y Juana echándose una partidita de cartas en la puerta de su casa, un rato entre vecinas siempre agrada. Y sin hacer trampillas, para que nadie se enfade... Quien más llama la atención es Luisa, para los albercanos Luisa la Pitoca.
Y te diré, Luisa hacía obleas
con gran maestría. Pero, sobre todo era conocida porque era una estupenda “partera” y con ello
hacía una gran labor. Pues abría el paso al médíco y a la familia de la
parturienta sus conocimientos y experiencias siempre venían bien.
Antes que
ella estuvo de partera la señora María la de Pale, madre del Gafas (buen
peluquero) pero se fueron al norte.
Entonces quedó Luisa y la recuerdo cuando
iba a buscar “ la cartera de los partos”
o a dar la noticia “todavía queda un
poquino pero ya se va acercando” y para allá iba el médico.
Hoy los tiempos han
cambiado y ni en los pueblos pequeños, ni en las casas ya nacen los niños. Si a algún mozalbete le
preguntas: ¿Dónde has nacido? La respuesta más acertada es que te conteste que en la Residencia, es
decir “residenciano”.
Pues
mira, yo nací en la Calle del Tablado en el número 56 y “soy albercano, cochino
y marrano”, como se dice, y también “Tablaeño” ¡ A mucha honra, eh!
Y
es que en La Alberca los hay “puentinos”,los nacidos en La Puente;
“pedragaleños”de la calle del Pedregal; “barrionueveninos”, los nacidos en el
Barrio Nuevo, “juegadardinos de la calle Juegadardos; etc,etc.
¿Y los nacidos
en la Balsada? ¿lo sabrá Barés?
Mi
amigo Pedro creo que es “puentino”, Andrés “barrionuevino”, José Luis (¡El gran
José Luis!) además de ser de Alfranqueño creo que es “espeñiteño ,y si no, anotar
investigación...
Pues
te diré, siguiendo con Luisa la Pitoca,
todavía por la década final de los sesenta había algunas albercanas que vivían
en ciudades, con grandes adelantos ya, y preferían ir al pueblo a dar a luz a
casa de su madre y allí estaba Luisa, Don Luciano y si la cosa se complicaba
porque fuera una cesárea con Jacinto o con Serafín se iba a Salamanca. Hoy los
tiempos ya han cambiado.
No
obstante se queda uno pensando... ¿Qué
se jugarían con la partida? ¿Una pinta con queso? ¿Despegar, después algunos bizcochos? Las sonrisas dicen que un rato bueno están pasando.
Y,
no te digo nada, si en el momento que una decía:¡las cuarenta! Rebuznaba al
instante un burro de dentro de la cuadra...,o ladraba un perro (¡calla,
“coñe, atontao”...!) entonces ya era
para morirse de risa... (como te está pasando a ti ahora...)
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