miércoles, 30 de abril de 2014
martes, 29 de abril de 2014
LAS HURDES / DÉCADA DE LOS SESENTA-I-
LAS
HURDES EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA-I-
La
ventaja de escribir por aquellos años un diario es que hoy dispongo de una
serie de datos que sin ellos sería imposible que la memoria pudiera recordar.
Y
nada mejor que para ver la fidelidad de los mismos que escanear estas hojitas
que día a día iba escribiendo a vuelapluma en el lugar que más tuviera acomodo.
No he tratado de corregir nada sino mostrarlo como fue realizado en aquellos
momentos. El viaje sirvió para que mi amigo y compañero José María Requejo
después escribiera unos artículos “Las Hurdes en Auto-Stop” que refleja todas
nuestras andanzas por aquellos difíciles por entonces lugares. El papel se ha
ido deteriorando con el tiempo y me falta el artículo dos. Nos sirvió mucho las
amistades que tenía mi padre por aquellos lugares.
De
este tema de las Hurdes, mi padre se ocupó mucho, era también muy afectuosa la
amistad que tenía con Don Mauricio cuando éste se pasaba en La Alberca bastante
tiempo de reflexión, trabajo, descanso. Y desde aquí con el Tío Ignacio a modo
de Sancho y Don Quijote partían en burro en continuas expediciones. Los artículos
de mi padre “Salamanca y Las Hurdes” no puedo disponer de ellos, más que de una mala
fotocopia, lo mismo que otros que
escribió con el nombre de “Pueblecitos de
X- Clic sobre el diario para poder mejor leer
domingo, 27 de abril de 2014
LAS HURDES O EL HONOR DE ESPAÑA- EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA-
LAS HURDES O EL HONOR DE ESPAÑA- EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA
Al
sur de la provincia de Salamanca, pasando La Alberca y a unos metros del Valle
de las Batuecas, entre olivos, pinos, brezos y jara; en un profundo y escabroso
laberinto de valles y montañas, se abre una de las puertas –para nosotros la
más interesante- que da entrada a la región cacereña des Hurdes. En unos
kilómetros hemos pasado de un pueblo, esencialmente histórico: calles, plazas,
fiestas, trajes y costumbres. A un pedazo de tierra que ha estado durante largo
tiempo “al margen de toda historia”. Las Hurdes.
La
tierra sin tierra, sin pan, la tierra de “jambri”.
Donde
la pobreza, el aislamiento, el bocio y la enfermedad anidó muchos años junto al hombre.
TIERRA
SIN TIERRA
A
medida que vamos internándonos en su
amplia comarca, se va palpando lentamente la realidad del medio, pizarra y
roca,, más pizarra, todo roca.
Dejamos
atrás Las Mestas, el Ladrillar, Vegas de Coria, el Rubiaco,… pueblecitos del
mismo corte y perfil que tantos otros de la España de los años sesenta del
subdesarrollo y que la emigración se encargó de mermar.
Nuñomoral,
es la capital de las Hurdes Altas, de las aún tristes y paupérrimas Hurdes.
Buscando
el nacimiento del río Hurdano, los Casares. Y en torno al mismo un puñado de
míseras y desperdigadas alquerías: La Huetre, la Segur, Las Eras,…
Al
otro lado de Nuñomoral, El Cottolengo del Padre Alegre- centro hospitalario y
asistencial. Junto al bellísimo meandro que hace el Río Malvedillo las tres
alquerías más tristes y paupérrimas que se puede uno imaginar: Martilandrán, El
Gasco y La Fragosa.
Esta
zona de las Hurdes altas es donde la tierra no es tierra, sangre, miseria,
sudor. Donde la huerta o paredón cuántas veces ha tenido que ser construida por
las arremetidas del río o de los temporales, con cargas de tierra traídas a
lomos de burros de lejos. Y donde la vivienda es pizarra, pared, choza
familiar.
EL
HONOR DE ESPAÑA
Para
algunos las Hurdes, han sido durante largo tiempo, “la vergüenza de España”.
Para otros encabezados, por aquel insigne hispanista francés que tanto amó a la
región, Maurice Legendre: El honor de España: “Porque hay que ver –decía
Legendre- lo heroicamente que han trabajado aquellos hurdanos para arrancar un
misérrimo sustento a una tierra ingrata. Ni los holandeses contra el mar”
El
hurdano pese a las crueles condiciones del medio –arañaban el suelo y todo era
pizarra pedregosa- no se dio nunca por vencido ni quería abandonar su rincón.
Hoy
que ha cambiado de mentalidad gracias a una mayor apertura de comunicaciones,
repoblación forestal, luz eléctrica, teleclubs, centros sanitarios, escuelas,
se ha elaborado el Plan Hurdes que es preciso realizar y que uno de sus principales
objetivos es CONCENTRAR en poblados esas
minúsculas y míseras alquerías.
-Hasta
aquí este artículo que teníamos escrito en la década de los años de 1960,
después de haber recorrido toda la región hurdana a pie y haber convivido con sus gentes, en compañía del amigo y escritor José María Requejo-.
sábado, 26 de abril de 2014
LUIS BUÑUEL-MI ÚLTIMO SUSPIRO
Las Hurdes, tierra sin pan
(Luis Buñuel, 1933)
Land Without Bread

IMDb
Producción Ramón Acín
Dirección Luis Buñuel
Fotografía Eli Lotar
Land Without Bread
IMDb
Producción Ramón Acín
Dirección Luis Buñuel
Fotografía Eli Lotar
Las Hurdes
- Había en Extremadura, entre Cáceres y Salamanca, una región montañosa desolada, en la que no había más que piedras, brezo y cabras: Las Hurdes. Tierras altas antaño pobladas por bandidos y judíos que huían de la Inquisición.
Yo acababa de leer un estudio completo realizado sobre aquella región por Maurice Legendre, director del Instituto Francés de Madrid, que me interesó sobremanera. Un día, en Zaragoza, hablando de la posibilidad de hacer un documental sobre Las Hurdes, con mi amigo Sánchez Ventura y Ramón Acín, un anarquista, éste me dijo de pronto: «Mira, si me toca el gordo de la lotería, te pago esa película». A los dos meses le tocó la lotería, no el gordo, pero sí una cantidad considerable. Y cumplió su palabra.
Ramón Acín, anarquista convencido, daba clases nocturnas de dibujo a los obreros. En 1936, cuando estalló la guerra, un grupo armado de extrema derecha fue a buscarlo a su casa en Huesca. Él consiguió escapar con gran habilidad. Los fascistas se llevaron entonces a su mujer y dijeron que la fusilarían si Acín no se presentaba. Él se presentó al día siguiente. Los fusilaron a los dos.
*****
Para rodar Las Hurdes (Tierra sin pan) hice venir de París a Pierre Unik para que me sirviera de ayudante y al cámara Elie Lotar. Yves Allégret nos prestó una cámara. Puesto que no disponía más que de veinte mil pesetas, cantidad muy modesta, me di a mí mismo un mes de plazo para hacer la película. Gastamos cuatro mil pesetas en la compra, indispensable, de un viejo «Fiat», que yo mismo reparaba cuando era necesario (era un mecánico bastante bueno).
En un antiguo convento requisado en virtud de las medidas anticlericales dispuestas por Mendizábal en el siglo XIX, Las Batuecas, se había instalado un modesto albergue que contaba apenas diez habitaciones. Cosa sorprendente: agua corriente (fría).
Durante el rodaje, salíamos todas las mañanas antes del amanecer. Después de dos horas de coche, teníamos que seguir a pie, cargados con el material.
Aquellas montañas desheredadas me conquistaron en seguida. Me fascinaba el desamparo de sus habitantes, pero también su inteligencia y su apego a su remoto país, a su «tierra sin pan». Por lo menos en una veintena de pueblos se desconocía el pan tierno. De vez en cuando, alguien llevaba de Andalucía algún mendrugo que servía de moneda de cambio.
*****
Después del rodaje, sin dinero, tuve que hacer el montaje yo mismo, en Madrid, encima de una mesa de cocina. Como no tenía moviola, miraba las imágenes con lupa y las pegaba como podía. Seguramente, descarté imágenes interesantes por no verlas bien.
Hice una primera proyección en el «Cine de la Prensa». La película era muda y yo la comentaba por el micrófono. «Hay que explotar la película», decía Acín, que quería recuperar su dinero. Decidimos presentarla al doctor Marañón, que había sido nombrado presidente del Patronato de Las Hurdes.
Poderosas corrientes de derecha y de extrema derecha atormentaban ya a la joven República española. La agitación era cada vez más violenta. Miembros de Falange —fundada por Primo de Rivera— disparaban contra los vendedores de Mundo Obrero. Era fácil adivinar que se acercaba una época sangrienta.
Pensábamos que Marañón, con su prestigio y su cargo, nos ayudaría a conseguir el permiso para explotar la película que, naturalmente, había sido prohibida por la censura. Pero su reacción fue negativa.
—¿Por qué enseñar siempre el lado feo y desagradable? —preguntó—. Yo he visto en Las Hurdes carros cargados de trigo (falso: los carros sólo pasaban por la parte baja, por la carretera de Granadilla, y eran escasísimos). ¿Por qué no mostrar las danzas folklóricas de La Alberca, que son las más bonitas del mundo?
La Alberca era un pueblo medieval como tantos hay en España, que en realidad no formaba parte de Las Hurdes.
Respondí a Marañón que, al decir de sus habitantes, cada país tiene los bailes más bonitos del mundo y que él demostraba un nacionalismo barato y abominable. Después de lo cual me marché sin añadir una palabra y la película siguió prohibida.
Dos años después, la Embajada de España en París me dio el dinero necesario para la sonorización de la película, que se hizo en los estudios de Pierre Braunberger. Éste la compró y, de grado o por fuerza, poco a poco, acabó por pagármela (un día tuve que enfadarme y amenazarle con romper la máquina de escribir de su secretaria con una maza que había comprado en la ferretería de la esquina).
Por fin, pude devolver el dinero de la película a las dos hijas de Ramón Acín, después de la muerte de éste.
*****
Durante la guerra civil, cuando las tropas republicanas, con la ayuda de la columna anarquista de Durruti, entraron en el pueblo de Quinto, mi amigo Mantecón, gobernador de Aragón, encontró una ficha con mi nombre en los archivos de la Guardia Civil. En ella se me describía como un depravado, un morfinómano abyecto y, sobre todo, como autor de Las Hurdes, película abominable, verdadero crimen de lesa patria. Si se me encontraba, debía ser entregado inmediatamente a las autoridades falangistas y mi suerte estaría echada.
Una vez, en Saint-Denis, por iniciativa de Jacques Doriot, que era alcalde comunista de la población, presenté Las Hurdes ante un público compuesto por obreros. Había entre la concurrencia cuatro o cinco hurdanos inmigrantes. Uno de ellos me reconoció y me saludó algún tiempo después, durante una de mis visitas a aquellos áridos montes. Aquellos hombres emigraban, pero siempre volvían a su país. Una fuerza les atraía hacia aquel infierno que les pertenecía.
Referencia
BUÑUEL, LUIS: Mi último suspiro. Éditions Robert Laffont, 1982. Disponible en:
viernes, 25 de abril de 2014
GIBSON, BUÑUEL Y UN PRÓXIMO DOCUMENTAL SOBRE LAS HURDES
GIBSON, BUÑUEL Y UN PRÓXIMO DOCUMENTAL SOBRE LAS HURDES
Nos
agrada leer que un historiador e hispanista tan importante como Ian Gibson vaya a realizar un documental
sobre Luis Buñuel.
El
documental se basará en el libro escrito el pasado año por Gibson “Luis Buñuel,
la forja de un cineasta universal”.
Gibson
ha estado en La Alberca y algunos lugares donde va a grabar dicho documental.
Sin
duda alguna que se habrá llevado un tremendo chasco al ver lo que han cambiado
estos lugares en relación a los que se ofrece y son filmados anteriormente para
la película Tierra sin pan, Buñuel, hacia 1932.
Gibson
ha elegido las mismas fechas, entre el 23 de abril y 22 de mayo que Buñuel.
Llegará
a La Alberca el día de La Romería, lunes siguiente al del Pendón. En este día
se celebra el agasajo que realiza el Ayuntamiento a la toma por parte de las
mujeres albercanas del famoso Pendón que arrebataron a las tropas portuguesas
del Prior de Ocrato cuando estas al paso
por La Alberca defendían a Juana la Beltraneja que estaba en guerras familiares
con Isabel la Católica.
De
este acontecimiento no menciona Buñuel en Tierras sin Pan pero sí de las
carreras de gallos que se celebraban en el Solano Bajero, entrada de la calle
que sube al Barrio Nuevo. Califica el espectáculo como una extraña y bárbara
fiesta. En ella- se ve perfectamente en el film- los escancianos (casados de
ese año) montados a caballo tienen que cortar la cabeza del gallo
correspondiente. El espectáculo era muy llamativo y de gran atractivo popular,
hoy ya están prohibidas estas carreras a nivel nacional. (Aunque sí podrían ser
simuladas de otra forma).
Buñuel
en su documental hace una referencia bastante elogiosa de La Alberca. Calles,
casas, aspecto medieval,…
Pero
va a ser al día siguiente a la salida del Portillo de La Cruz, donde el primer
encuentro orográfico con las Batuecas, va a comenzar la verdadera y cruda
realidad.
Buñuel
establece su cuartel cinematográfico en las Batuecas, que quiso comprar como
manifiesta en sus escritos. Llega influido en los estudios de antropología
humana que había realizado el gran hispanista Maurice Legendre “Las Hurdes étude
de géographie humaine 1927”. Y también por las leyendas y escritos fantásticos
que se habían hecho sobre esta zona.
El
film de Buñuel originalmente mudo, en 1935 se pudo sonorizar, estuvo prohibido
muchos años en España y sólo pudimos ver en sesiones universitarias. Trata de
difundir un mensaje social y de denuncia contra la sociedad burguesa de aquel
momento que no se interesa de zonas muy atrasadas como esta región cacereña de
las Hurdes. Hurdes había varias en España pero esta era la más conocida, por el
viaje de Alfonso XIII, Marañón, Unamuno,…Los problemas del enanismo, bocio,…La
película es un poco cruda en algunas escenas. No puede faltar La Alberca, por
el dominio que ejerció sobre esa zona. Paupérrima sobre todo en las alquerías
del rio Malvedillo, Hurdes altas, Martilandrán, El Gasco, Fragosa.
Esperemos que la llamada
que se realiza para que nuestro pueblo colabore en el film de Gibson sea lo más numerosa y enriquecedora
posible, pues este conocido hispanista tiene un gran prestigio
internacional. No queremos acabar sin citar otro famoso libro escrito ya en
tiempos más recientes pero muy interesante para conocer la evolución de esta
región hurdana “Caminando por las Hurdes” de Antonio Ferres y Armando López Salinas,
transcribimos un párrafo de su página 36:
“Antonio recuerda las palabras de Barcala allí arriba en La Alberca y dice: Los
jurdanos tienen que sentirse orgullosos, un escritor dijo que si en todas
partes los hombres eran hijos de la tierra, en las Hurdes la tierra era hija de
los hombres, los hurdanos la habían hecho puñado a puñado”-Foto de Luis Buñuel-
ENLACE A LA PELÍCULA
domingo, 20 de abril de 2014
RESURREXIT / RESURRECCIÓN
RESURREXIT. / RESURRECCIÓN
Resurrexit.
Gloria. Y brindo. / No hace falta lo concrete
Que
a tal milagro me rindo.
Flauta.
Tamboril. Y cohetes.
Resurrexit.
Amiguetes.
Ya
no es viernes. Es domingo.
La
semana ha sido dura. / Con oficios. Procesiones.
Muchos
pasos. Amargura.
E
infinidad de oraciones.
Resurrexit
en las plazas. / Callejuelas y rincones.
Resurrexit
en terrazas
Foros.
Tertulias. Salones.
¡Tiene
el tío caradura! / ¡Cuánto dice Resurrexit!
Lo
que quiere, ya lo cazo
Que
empecemos el hornazo
Y
encetarlo con holgura.
-Por
eso dice, tanto…”exit”-
Pues
eso, ¡qué venga a plazos! / Que hay que
cuidar la figura.
La
crisis y sus zarpazos
Piden
guardar compostura.
Con
postura punto com.
¡Resurrexit!
¡Y a las Eras!
Que
a las diez, sube el Pendón.
Diez
sueltos. Seis “latigazos” / Que un día…Mas,
hoy es cuestión
Que
hermanemos los hornazos
¡Un
brindis! Resurrección.
-Entendí
ya la lección-
Y
hay que despegar bizcochos. / Dar cartones. Pelotazos
Para
eso está el frontón.
¡Y
barra! Que hay buenos brazos
Y la mejor tradición.
Yo con una"perra chochos"...
Y la mejor tradición.
Yo con una"perra chochos"...
Tú
lo dices: El “pendón”.
Resurrexit
.¡Cuatro eurazos!
Y
baile suelto en Las Eras / Junto a la
ermita San Blas
(que
ya no es lo que era…
¿Seguro?
Ven y verás)
¡Resurrexit! ¡Qué ca…
nijo
y cabezón!
Resurrexit.
Resurrección.
X- Gracias a la amabilidad de Plateros y todos los que en el vídeo tan divinamente salen.
Y el buen hacer de mi mujer ante tan suculento hornazo. Brindemos trovador brindemos
que La Alberca bien se lo merece. ¡Va por ustedes! Y que Dios reparta suerte.
viernes, 18 de abril de 2014
DEL SENTIMIENTO PROFUNDO DE LA PASIÓN
DEL
SENTIMIENTO PROFUNDO DE LA PASIÓN
En
muchos pueblos de Castilla se celebra la Semana Santa. Se procesionan los pasos que guardan en sus iglesias como
auténticas reliquias de su pasado.
Pero
hay en ciertos lugares, como es el caso de nuestro pueblo salmantino de La
Alberca, donde se realiza con una voluntad asombrosa del sentir del pueblo.
Allí
verás tanto en su iglesia como en sus procesiones
ese sentir reflejado en el rostro de la simpar figura del serrano.
Entre
los tipos de la Sierra de Francia, dice Manuel Martín “abunda una expresión
como mística, quiere decirse cierta rudeza primitiva, cierto pergeño arcaico
que acaso inspiró a los imagineros”. Quizá un poco ruda esa fe, pero obstinada,
vigorosa que acuden a sus actos religiosos con la severidad y prestancia de sus
capas negras, cual si fueran cardenales de la curia romana, orden de caballeros
cristianos con fervor y severidad.
Algunas
serranas enlutadas parecen Virgencitas religiosas. Y cantan con una dulzura
sentimental y religiosa el “perdona tu pueblo”; sus cánticos sobrecogen a todos
los presentes más que esas trompetas desgarradoras que cortan el aire de las
grandes ciudades. Otras veces es el silencio, el “ay Dios mío!, junto al paso
lento que sus pisadas desprenden de los duras lanchas de granito.
¡Qué
tendrán esos cánticos religiosos como “cantemos
al amor de los amores”, el “perdona tu pueblo”, el vía crucis a través de los cruceros que salen del pueblo
hasta el alto del Calvario, o el toque de la campana de Animas del atardecer , que
hasta el visitante o turista más bullanguero al oír y sentir la presencia de
estas manifestaciones religiosas queda absorto y sobrecogido!
Enmudecen
las campanas, el pueblo se llena de visitantes de fuera algunos que trabajan o
viven fuera, otros que acuden a ver un pueblo que tiene algo distinto que los
demás. El grupo local de Cateja escenifica escenas de la pasión en las puertas
del templo parroquial con efectos acústicos y luminosos propios de nuestro
tiempo, pero con voces que traen al
espectador a Calderón, a Lope, a Santa Teresa, o escenas de la Pasión
representadas por jóvenes lugareños que actúan como verdaderos profesionales. Y
viven y reviven su Semana Santa.
Las
fotos muestran imágenes de alrededor de 1950, cuando la emigración no había
hecho aún muchas de las suyas, aunque Juítas si lo estaba ya indicando.
Mala
la hubiste Juítas. / De tanto mirar pa´fuera.
No
tenías aquí huertitas
Y
buenos trozos en Leras?
Cambia
ya tus intenciones / Y mira más por las locales
-obleas,
jamón, turrones,..
Castaños,
cerezos, nogales.
Manzanos.
Exposiciones
De
bordados. Robledales,…
Por
tanto ¿de qué te quejas? / Si tienes arte a raudales
Y
los mejores Catejas.
¡Juítas
abre canales!
Da
igual ovejas que abejas
Importa
que sean caudales.
domingo, 6 de abril de 2014
HISTORIAS DE AQUEL JUDAS PATAGENO
HISTORIAS
PARA SER MEJOR CONTADAS
-DE
AQUEL JUDAS PATAGENO-
Pues
bien, yo también estuve allí, ya era un
mocito metido en jarana. Aunque en aquellas Semanas Santas no se podía cantar, a quien vieran hacerlo le
llamaban la atención, había muerto el Señor
y por tanto se debería ser respetuoso y más en aquella época que se cantaba La
Pelona, Yo te daré, Maria Cristina me quiere gobernar, ¡Ay Tani que mi tani?,..
No tocaban las campanas sino la Matraca; se comía la Rosca que era una especie
de hornazo pero a lo viudo, quiero decir sin tajadas.
Eso
sí, se hacían sonar una especie de “carracas” que los hijos de Goyo Mañanitas
eran expertos en el toque.
En las procesiones no tocaba el tamboril se
cantaba el “Perdona tu pueblo” y lo hacían tan bien las mujeres albercanas que
nos sobrecogían. Cuando nos aburríamos El Cemento era el mejor sitio de
atracciones. Quienes no iban a las procesiones sabíamos que se escondían detrás
de las ventanas de los bares y se les miraba de reojo al pasar por la Plaza.
Como
todos los años venía algún buen predicador, la iglesia se llenaba hasta los
topes.
A
los albercanos siempre les ha gustado en Semana Santa , las fuertes emociones y
sobre todo que la palabra conmoviera.
PUESTA
EN ESCENA
Estamos en el Solano, en lo alto de un tablado
un joven, buen recitador y con voz conmovedora igual que lo hacía Marchena en
lo alto del castillo humano, y Manolín en la Plaza ante la Virgen, comienza a
declamar con estas relaciones espontáneas y sentidas:
El
Solano abarrotado. / “Toa” la gente enardecida.
¿Qué
es lo que aquí habrá pasado
Que
“tie” tan mala acogida?
-Ven,
“pa´acá” Judas traidor / Ven ,”pa´acá” que te socorre
Te
escapaste “pa” la Torre
Cuando
vendiste al Señor.
De
ti ya nadie se fía / Quisiste huir “pa” la Puente
Pero
al pillarte la gente
Entraste
en la sacristía.
Para
contar los denarios / Sacados de tu traición.
Y“t´as
ío”, al campanario
Como
un loco, de un tirón.
-¡Ven
,pa´acá, Judas traidor!-
Quieres
tocar las campanas / Pero
estas se te han negado
Te
tienen por tarambana
Y
personaje alocado.
¡Dale,
dale a la matraca! / Te decimos desde
abajo
¿Desde
abajo?¡Qué carajo!
Si
te estabas haciendo caca.
Salta,
Juítas, traidor. / Que estás tan acorralado
Que
un milagro hará el Señor
¡Qué
caigas despachurrado!
Siete
vidas tiene un gato / Tú seguro las triplicas
¡Mira
que grande este trapo!
Lánzate
y te santificas.
Se
le ocurrió al desgraciado / Astuto cantamañanas
Cortar
la soga de un lado
Que
sale de las campanas.
Ya
Juítas que se ha lanzado / A bajar por la pared.
La
gente grita ¡chalado!
¿”A
ónde” va “vuesa” merced?
Al
infierno –dice Judas / Por traidor y mal banquero.
No
me deis vuestras ayudas
¡Pa” los pobres! mi
dinero.
¿Tú
dinero?-¡Calla fiera! / Si a Jesús has delatado.
Tú
mismo lo has destinado.
Bebiendo
una cuba entera.
Mas
de pronto ¿Qué ha pasado? / Y se horroriza el Solano.
Judas
ya desesperado
Ha
cortado por lo sano.
Se
ha lanzado hacia el Osario / Brazos abiertos y en plano
Absorto
está el vecindario
Viendo
caer al tirano.
El
milagro está bien hecho
/ Su cuerpo se ha transformado
En
muñeco de deshecho
Y
en un saco disfrazado.
Un
chaval se lleva un brazo / Cuatro pajas medio rotas.
Otro
se lleva las botas
Y
del cuero hacen pelotas.
Ya
Judas ¡¡Que ya se ha ahorcado!! / Grita un hombre entusiasmado.
Y
mientras llega la caja
Contenta
la muchachada
Se
pelea, lo desgaja
Baile
suelto. ¡Qué gozada!
Y
AQUÍ ACABÓ EL EPISODIO
-Mas la historia continúa.
Gracias
a un ángel custodio
La
seguimos relatando.
Que
hay gente vaga y “mu agúa”
Que
no le gusta ir andando.-
Ya
lo llevan a enterrar / Por la Esquina
del Tornero
Hacia
la Puente. Y al pasar.
Ovación
como a un torero.
¡¡”Llevaílo
pa Los Molinos!!” / Gritaban los del
Castillo
¡Anda
que si yo lo pillo...!
Nadie
deja de aclamar. / Y si no “pa” los
cochinos
Que
es delicioso el manjar.
A
los Molinos le bajan / Por una rampa que
había.
Mientras
unos más le rajan
Otros
con gran osadía
Cuquean,
gritan, se abrazan,...
Vuelven
al pueblo en silencio. / Comentando por
lo bajo
Ya
lo decía el tío Cencio
Que
a él, Judas le olía a ajo.
En
el fondo un gran silencio / “¡callaisvos!”. No veis, carajo
Capas
negras con hachones.
-Sobrecogen,
¡qué emociones!-
Pues,
yo te doy esquinazo / Te veré en la procesión...
Voy
a encargar tres hornazos
Para
Pascuas y el Pendón,...
Dicen
que al siguiente día / Vieron
en un soportal
A
Juítas que salía
“D´ancasa”
del Tío Chagal.
¿Es
milagro? ¡Madre mía!
Pues
de esto ya ¡chitón!
Ya
verás, si no se lía. / ¿Un cigarro? -¡qué capón!-
Este
es de imaginería
Por
eso va en procesión.
Y
tiene la condición / Que “pa´onde mira el sayón”
Ese
año hay alegría
Y
mejor recolección.
Y
AQUÍ SE ACABA LA HISTORIA
DE
ESTE JUDAS PATAGENO
QUE
QUEDA EN NUESTRA MEMORIA
¡AUNQUE
YA VEIS, NO FUE BUENO!
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