LOS GATOS SALEN AL ATARDECER
Los pueblos se están quedando sin
animales. Hay muchísimos menos y se alejan del medio urbano. Las gallinas
volaron. Burros, caballos, vacas, cabras, ovejas, cerdos,…Callejeaban por las
calles de La Alberca hermanados con los hombres con tanta familiaridad que hoy
se les añora. No de todos, ¡claro está! Pues el “mocho de Telesforo” tuvo fama,
igual que el perro de Garrapina, la Teti
de Alejo, el zorro de Elías, las caballerías del Boni,… Pero hoy ya son pequeñas muestras anecdotarias.
La salida y llegada de las cabras al
pueblo fue un verdadero acontecimiento de vida campesina y popular; sonido de
alegres campanillas y voces de “chivina” con verdadera alegría y cariño.
Los nuevos tiempos nos traen diferentes
razas de perritos domesticados y educadísima variedad de gatitos que tienen
controlada sus salidas a la calle y se
escandalizan de los maullidos amorosos de otros gatos callejeros que salen con
la luna nueva por huertas cercanas a su entorno a eso de la media noche.
EL GATITO DE ROSA
-Historia que podría ser real-
Para lavarse la cara / está pensando el
gatito
No hace falta gastar agua
Con la lengua estoy bendito.
Pero mirando al chorrito / de esta calle
de los Prados
Se llevó su sambenito
Vio otro gato reflejado.
“¿Qué pasa si meto un pie?/ Que el que
está dentro del agua
Se mojará también él”.
Para no ser castigado / Por hacer tal
travesura.
Piensa que un salto bien dado
Le
evitará tal cordura
Pero por ser tan osado / Y no quererse
mojar
Se resbaló al saltar
Y al caño quedó adosado.
Y… ¿Del que vio reflejado / en el agua?
¿Qué pasó?
Que al verse auto-transformado
En el mismo se quedó:
En remojo y duplicado.
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