LA ASUNCIÓN ES MI PATRONA
-FIESTAS A SANTA MARÍA-
AL VUELO DE LAS CAMPANAS-I-
Cuando llega agosto y en día solemne, el quince, hay que echar
las campanas al vuelo.
Esas campanas que hoy están
sincronizadas para sus diversos toques, fiestas, entierros, bodas fuegos,… que
nos siguen transmitiendo con su singular lenguaje la emoción del momento.
Emoción que dejó impregnada para siempre, la maestría y cariño con las que las
tocaba Moisés Serrano y sigue con el mismo entusiasmo Valentín.
También tenemos el Esquilón que es esa
otra campana que tiene la facultad, cuando asoma Santiago, de anunciar que hay
toro.
¡Qué hay toro!...Y transmite la afición
que hay en La Alberca a los encierros y espectáculos taurinos. ¡Qué hay toro! Y
el tamboril se adorna con su torón-ton-tón…
TOQUE A VÍSPERAS
El toque más emocionante. Cuando, en
verdad, se echan las campanas al vuelo y sobre todo en esos momentos de
pasacalle que realizan los tamborileros recorriendo al unísono las calles del
pueblo. Se pararán en algunos rincones y lanzarán un “rejete” de ¡toro! ¡toro!
Como hacían Chagüe y el Guinda para animar el ambiente, la respuesta es seguida
con silbidos de entusiasmo.
Y un cohetazo –¡que no te vean!, que
están prohibidos- Pero para eso existe el conocido recurso de chocar una vara
larga de castaño contra la base de un poyo. “¡Daile en juro y qué asuste!”
EL RELOJ DE LA TORRE
La campana del reloj de la torre tiene
el privilegio de marcar la pauta que deben seguir los toques de las diferentes campanas, y en especial la
campana mayor, la principal de
1754. Esa que lleva inscrita en su
bronce estos emocionantes versos. “La Asunción es mi Patrona. / Y yo con gran
alegría. / Desharé nubes y vientos/ Cantando el Ave María”.
Y cantando el Ave María se llevará a la
Virgen en procesión a la Plaza, donde se realizará el Ofertorio. Y se
representará La Loa –Auto Sacramental que según el profesor García Boiza es:
“junto al Misterio de Elche, el último resto de los autos sacramentales en
España”. No faltarán las típicas danzas y el Ramo, dirigidas por la maestría de
Poldo.
El Castillo de Marchena, con sus devotas
relaciones, puede ser que algún año retorne, falta el empujoncito de la nueva
juventud; lo mismo que las espontáneas
alabanzas, con emocionantes versos a María de la Asunción –que va a subir a los
cielos y que con tan singular voz serrana y arrojo albercano, lo proclamaba
Manolín.
LOS MAYORDOMOS
Son los principales devotos en torno a
estas fiestas eminentemente religiosas.
Si supiéramos sus nombres de los
diferentes años sin duda alguna que los podríamos.
Hay que resaltar la Misa de los Cohetes
y el espléndido agasajo que hacen los Mayordomos, con convite incluido a los
asistentes que van a la misma al rayar el amanecer.
Los Mayordomos no deben de perder
protagonismo. ¿Quién no recuerda la expectación que originaba en la plaza
cuando iba a ofrecer la mayordoma? No se debe pasar de la incontrolada
cohetería a la indiferencia. Es el momento más importante de la ofrenda, de su
principal devota que representa a todo el pueblo ante la Virgen de la Asución.
Y seguro que lucirá El Traje de Vistas, el más antiguo de España, el que más
fotos y admiración despierta.
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