miércoles, 2 de octubre de 2019

EL HENO
















                                              EL HENO
Los animalillos también tienen que comer en el invierno. Entonces la hierba verde se deja secar y se hacen haces de heno; que se cortan con la hoz en el campo y se trasladan en caballerías al pueblo.
Allí, en la puerta de la casa se descargaban las caballerías. Una persona abajo en la calle ataba los haces a un gancho y otra desde arriba en el sobrado tiraba por medio de una cuerda o soga larga, liada a una polea y así se subía. Allí en el sobrado el heno  se guardaba para ir administrando y dando a los animales a su debido tiempo.
Merece la pena reconsiderar esta actividad tan propia de una vivienda tan bien adaptada para la vida, haceres  y trabajos campesinos.
Otra muestra de de esta Casa Albercana, de singular ejemplaridad y legado histórico.
Caserones únicos, multifuncionales de inigualable función tradicional, propia de los pueblos de nuestra Sierra de Francia  pero no ya del campo charro salmantino.
Las fotos son de un reportaje de Dupiereux  hacia el año 1973  cuando se iba perdiendo ya un poco esta forma de vida campesina tan propia de nuestros pueblos y que la emigración se ha ido encargando en transformar.
                      A VUELTAS CON EL HENO
SUBE.  BAJA…¡TIRA!...QUÉ VA…

¿Qué hay que guardar?...¿El heno…?
Al sobrado, va el chaval.
            ¿Quién dice que eso no es bueno
                        Para la vida animal?

La polea, la soga, el gancho,…

Lo primero hay que enlazar / ¡Tira p´arriba…schiqillo…!
            Cable, vigas, ventanal,…
Ya entra por la “puertina”.
            ¿Qué se ha enganchado el cordel…?
            ¿Qué un camión quiere pasar…?
                        “Arrejuntarlo en l´acera..¿Va..?


¡”Suerta…”! Despacio. ¡Tirad…!
             Y otra vez a hacer lo mismo.
                      Hasta el sobrado llenar....

           

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