EL HENO
Los animalillos también tienen que comer
en el invierno. Entonces la hierba verde se deja secar y se hacen haces de
heno; que se cortan con la hoz en el campo y se trasladan en caballerías al
pueblo.
Allí, en la puerta de la casa se
descargaban las caballerías. Una persona abajo en la calle ataba los haces a un
gancho y otra desde arriba en el sobrado tiraba por medio de una cuerda o soga
larga, liada a una polea y así se subía. Allí en el sobrado el heno se guardaba para ir administrando y dando a
los animales a su debido tiempo.
Merece la pena reconsiderar esta
actividad tan propia de una vivienda tan bien adaptada para la vida, haceres y trabajos campesinos.
Otra muestra de de esta Casa Albercana,
de singular ejemplaridad y legado histórico.
Caserones únicos, multifuncionales de
inigualable función tradicional, propia de los pueblos de nuestra Sierra de
Francia pero no ya del campo charro
salmantino.
Las fotos son de un reportaje de Dupiereux
hacia el año 1973 cuando se iba perdiendo ya un poco esta forma
de vida campesina tan propia de nuestros pueblos y que la emigración se ha ido
encargando en transformar.
A VUELTAS CON EL HENO
SUBE.
BAJA…¡TIRA!...QUÉ VA…
¿Qué hay que guardar?...¿El heno…?
Al sobrado, va
el chaval.
¿Quién dice que eso no es bueno
Para la vida animal?
La polea, la soga, el gancho,…
Lo primero hay que enlazar / ¡Tira p´arriba…schiqillo…!
Cable,
vigas, ventanal,…
Ya entra por la “puertina”.
¿Qué
se ha enganchado el cordel…?
¿Qué
un camión quiere pasar…?
“Arrejuntarlo
en l´acera..¿Va..?
¡”Suerta…”! Despacio. ¡Tirad…!
Y otra vez a hacer lo mismo.
Hasta el sobrado llenar....
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