EN TORNO A LOS CLÁSICOS ALBERCANOS
-MARCELINO PAN Y VINO-
EL ÉXITO MUNDIAL DE LA PELÍCULA
Marcelino Pan y Vino, película, se basa en la novela de
José María Sánchez Silva. Está dirigida por Ladislao Vajda -1954-.
Marcelino es un niño, Pablito Calvo,
expósito que es recogido por unos frailes. Un día orando ante un crucifijo,
este toma vida y comienza a comunicarse con Marcelino. Las escenas claves están
rodadas en La Alberca. Fernando Rey es el narrador que baja al pueblo a contar a una niña ciega
la historia de Marcelino. Son interesantes las escenas del mercado, donde
Marcelino se sube a una farola tras provocar la desbandada de una yunta de bueyes. Pudo haber sido
realidad pues nuestro amigo Pedro Becerro, un niño por aquel entonces, va a
pasar despistado por un lado de la plaza y tuvo que ser advertido, que por allí
no se podía pasar, tan cerca de los bueyes; la que se podría también haber
armado…. Pedro, los bueyes, el padre franciscano buscando a Pedro, a Marcelino y
este en lo alto de una farola tronchándose de risa.
“El Cristo, leemos en Wikipedia fue hecho por el escultor Antonio Simont y se
encuentra en el Convento de las Carmelitas de Don Benito –Badajoz, por deseo de
uno de los ingenieros de sonido que tenía allí una hermana monja”.
No es el Cristo del Sudor, como alguien
cuenta equivocado.
La tumba de Marcelino, que vemos en la
película tiene las mismas características que las que hay en el suelo de la
iglesia de La Alberca. Animamos a nuestros lectores que echen una ojeada a ver
si la encuentran porque dicen que está
en el templo parroquial. Muy cerquita de ese famoso Púlpito de la Gloria-.
Un buen día…/- si son cosas de Amadeo /
yo en verdad que me las creo-:/”Marcelino /Fue por vino /rompió el jarro / en
el camino. / Pobre jarro / pobre vino./ Pobre pompi /de Marcelino”
Con nuestro amigo Pedro Becerro hemos
ido buscando las pistas que ha ido dejando está película y son interesantes los
diferentes carteles que hemos ido encontrando en diferentes idiomas. Es
destacable también el gran éxito de la Canción de Marcelino, la recogemos en
nuestro blog en el apartado-etiquetas de Sonidos albercanos. Una de las
versiones de la canción la repetimos
porque se podría adaptar muy bien al toque del tamboril de La Alberca.
Si uno de los tamborileros, pues en la actualidad hay varios, quisiera tocarla
en diferentes momentos podría ser un buen éxito como canción dedicada a esas
tristes vidas que tienen que sufrir los niños abandonados Ya que es grande la repercusión mundial que
ha tenido este sencillo cuento de Sáchez Silva como su conmovedora canción de la película.
Y un gran honor el hubiera sido rodada en nuestro pueblo.
Como anécdota contaré que estando
hablando con Ana Mari, hija de doña Rita, la maestra, en la plaza estábamos
comentando la cantidad de grandes camiones que había en la entrada del pueblo y
que rotulaban Chamartín. Era el último
día que estábamos de vacaciones, yo sabía que el campo de Fútbol del Real
Madrid llevaba ese nombre. De pronto un señor se acercó y nos dijo que si
éramos del pueblo, al decir que sí, nos comentó lo de la película y que
necesitaban niños. Una pena que el día siguiente nos teníamos que ir para Salamanca. Luego en Salamanca en la
Plaza de Colón, comentábamos nos podíamos haber quedado y podríamos haber sido ,
probablemente, artistas de cine. Todo quedó en que nos esperaban las
matemáticas y el latín, de un nuevo curso. ¡Qué rabia!
La película es digna de ver.
Y ¡VÁMONOS CON MARCELINO! A ver estas
curiosas y mundialistas fotos de la película de Ladislao Vajda y Pablito Calvo.
¡Ah, que no se les olvide a los
tamborileros tocar, ya que está muy adaptada para el tamboril, esta canción de
la película que tanta fama dio a nuestro pueblo! Después podrán seguir con
Gerardito, “Yo tenía un cascabel”, ”La viuda de Miranda” “La Campanera”,…
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