EL CRUCERO. LA PLAZA Y LA FUENTE
-IMPULSOS POÉTICOS-
Hoy La Plaza de La Alberca
Aunque
esté algo reformada
Tiene
su mismo carisma.
Y no se da por pasada.
Al contrario más se acerca
A
su especial tradición
De
villa cristianizada.
La distingue su Crucero
Con
su columna labrada
Magnifica
exposición
Que debe ser conservada..
Le rodea una escalinata
Donde
se sienta la gente.
Y
desde allí bien se cata…
La perfección de la Plaza.
Dos
caños sacan el agua
Que
ensortija la corriente.
Un pequeño desnivel.
Y
desagua en la Balsada.
Mientras nos llega el recuerdo.
De
aquel encuentro novel.
Tan recatado y tan fiel.
-No diga “aluego” la gente…-
Del
recogerse la saya.
Y el reclinarse prudente.
-¡Niño
que me has chapuzado!-.
Cántaro. Pilón e imagen…
EL
cántaro de costado.
Momentos de atardecer.
Más miradas que palabras.
Requiebros como quien reza
¿Te
acompaño…? ¡Puede ser…!
Tú verás si te la juegas…
Y también de quien ensaya
Con
rodete a la cabeza….
“Del ese, va hasta la puerta…
Pues
de momento tú calla.
Que
las lenguas andan sueltas”.
El “cuqueo”. Y ¡el vaya, vaya…!
El momento ya ha pasado
Permanece
en el recuerdo
La Plaza. El crucero. La fuente,…
Costumbres
del siglo veinte.
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