ERAN TIEMPOS DE
LAS PARVAS
Cereal segado y
extendido sobre la era para ser trillado. “Con
el viento fresco de la tarde los labradores aprovecharon para aventar
las parvas”.
Las parvas son
el montón de cereal y paja que se obtiene tras la trilla tradicional de las
espigas. Es la mies tendida en la era para trillarla, antes de separar el
grano.
Luego se iban
llenando los sacos del cereal para trasladarlos a casa. Pero el momento más deseado era el acto de la trilla. Trillar es
separar el grano de la paja.
No corren tempos
ya para realizar esos trabajos como se hacían en los años cincuenta. Pero Las
Eras, ese espacio tan amplio que existió en nuestro pueblo poco a poco ha ido
desapareciendo. Queda el trocito delante
de la ermita de San Blas, como recuerdo, como pequeño lugar para celebrar la
fiesta del Pendón.
Hoy las Eras ya
no existen, sí en su lugar un magnífico Instituto y otros terrenos recreativos.
Quienes
conocimos La Eras tal y cual como en
verdad fueron, lamentamos que desaparecieran. Primero fue el juego pelota para
realizar una fábrica de embutidos y después volvió a ser otra vez el juego de
pelotas que perdió los tradicionales vivas. Las Eras podrían haber sido un
magnífico parque recreativo, sus vistas eran espectaculares.
¿Quién no
recuerda aquel lugar de trabajo y encuentros? Los trillos que tanto animaban a
los niños y las meriendas de chorizo, bota de vino y queso de los duros
atardeceres que se compensaban con agradables momentos familiares. Hoy ya no
son tiempos de Parvas y sacos de carbón que tanta vida dieron al pueblo. El
estudio y la siembra de ideas escolares pueden abrir camino de un mejor futuro.
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