REMEMORANDO EL PASADO
EJEMPLO DE MUSEO:
LA CASA DE SATUR-JUANELA
Estábamos diciendo: este niño el día menos pensado se nos
cae. No se está quieto; el filo de la mesa es su mejor protector..¡Mira le ves,
esta ya solito de pie! Pero aún no tiene la estabilidad necesaria. ¡Déjalo entre dos grandes butacones, se echará a andar
enseguida!. Pero para padres miedosos..
Yo recuerdo, me dice mi amigo, el andador que tenía de
pequeño, seguro que anda por el “sobrao”
pues mi madre todo lo guardaba.
Creo y lo vamos a ver pronto que he visto un andador en la
casa-Museo de Satur-Juanela muy parecido al que teníamos en mi casa. Y allí,
nos dirigimos y sin más, lo encontramos. Perfecto. ¿Le ves? Con sus rueditas
para ir para adelante y para atrás. Voy a mandar a hacer uno al carpintero,
este de Satur Juanela me sirve de modelo.
Buena idea ha tenido Satur el mantener ese andador, seguro
que su madre
que tuve la suerte de conocerla, mientras ella cosía veía a
su por entonces niño como se desplazaba de un lugar para otro sin miedo a que
se cayera.
DICHOS MEDIO INVENTADOS
“ Anda, niño,
anda, que Dios te lo manda, / y la santa María, que andes en un día. / Señor
San Andrés, que andes un mes. / Señor San Bernardo, que andes un año sin
hacerte daño. / En esta demanda anda, niño, anda.” Canción Popular recogida por
Joaquín Rodrigo.
UN POCO DE
HISTORIA
En el siglo X, el médico cordobés, Arib ibn
Saíd, en el primer tratado sobre pediatría escrito en España, recomendaba que
para que los niños dieran sus primeros pasos “se le fabricará un andador de
madera provisto de sus ruedas llamado por las árabes al-hál.” Desde antiguo se
han ido construyendo diferentes tipos de andadores.
Diversos han
sido los artefactos y los nombres que se le han ido dando : Castillo, Varas,
Castillejo, Castillete, Andador, Pollera , Tacatá, Tacataca o Tirantes.
Los Carretones se
diferencian de los andadores, en que no estaban pensados para aprender a andar,
sino para que el niño se mantuviera ya
fuera sentado o de pie. También para su distracción, ya que sus ruedas
permitían su desplazamiento con el empuje de la madre. El diccionario de la RAE
define el carretón como “taburete sobre cuatro ruedas pequeñas en donde se pone
a los niños que están en mantillas. “ De origen medieval perduraron hasta el siglo
XVIII. Los andadores de mimbre eran los más baratos, el peligro que tenían es
que se volcaban los niños cuando se querían acercar tanto que no llegaban.
Recuerdo uno que se utilizó en mi familia con algún “volterete”
correspondiente. Al tiempo que se utilizaban los andadores como este magnífico
ejemplar del museo de la casa Museo de Satur-Juanela, que te animo a visitar.
Ahí van las
retahílas, dichos o sentencias de corte eminentemente infantil:
-Ea, ea, ea/ que
se casa la Matea / con el “guapo” de Cepeda.
-Aserrín,
aserrán/ ¡cómo tocan las campanas/,
cuando te ven comprar pan.
-Candelina de
dios, cuéntame los dedos y “vaite” condió –o que tenga usté un buen día.
-Con Dios me
acuesto, con Dios me levanto / pensando en las cuentas que no tengo en el
banco-
-Una, dole,
tele, catole;Vino Gil / le quito la tele/ le encendió un candil, candil,
candilón/ así es más barata, la televisión.
Se desahogó en
andadores: Isidro Barcala
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