miércoles, 12 de junio de 2024

LA ALBERCA QUE NO VEN LOS TURISTAS---- HISTORIAS Y CUENTOS PARA ANDAR POR CASA


 










LA ALBERCA QUE NO VEN LOS TURISTAS

 

HISTORIAS Y CUENTOS PARA ANDAR POR CASA

 

COSAS Y CASOS DE UN DÍA CUALQUIERA

 EMTRE VIVENCIAS Y CHISMEANDO UN POCO

 

Son  las del pueblo, más pueblo de todos los pueblos, como diría muy bien Unamuno.

Y de nuestro “orinal del cielo” que diría la Minica, cuando veía bajar las aguas de lluvia, de la calle del Tablado al rincón de la Balsada.

Pero ella tenía que salir con su campanilla de las Ánimas “lluviera” lo que lloviera, a recorrer las calles y a avisar a los vecinos que había que rezar por las “pobrecitas “almas del Purgatorio. Con su buen mantón que tenía para estos casos y tapándose bien la cabeza se lanzaba a recorrer todas sus calles. ¡Entonces sí que hacía frío!

¡Vamos le decía, a la Cantora, a la Isabelita, a la señora Tomasa, a la Aurelia si la pillaba al paso! Y…fieles cristianos acordémonos…

 A su paso algún perro las ladraba, estos no entendían de idiomas Y al llegar a la Esquina del Torreón de la Iglesia, misión cumplida.

Esta era la costumbre, la tradición para que no se perdiera el acto de salir todos los días ya toreara el Cordobés, jugara el Real Madrid o cantaran en la recién estrenada tele de Gabi o de Jacinto; con Manolo Escolar, Lilián de Celis o la Paquera de Jerez.

Pero bueno y este que acaba de llegar nuevo. ¿Cómo dices que se llama? Ni idea. Dice que a él le gusta venir “a onde” Marcial a ver Bonanza. Pues entonces ya sabes su nombre, nosotros es que así “¿Semos o somos?”

 Mi padre me acaba de dar un cachete, con eso del “semos” pero no ha sido muy fuerte,. Eso para que aprendas. ¡Que le vamos a hacer! eran los métodos educativos de aquel entonces Y para que eso no sucediera  Doña Lucía le hacía leer el  Adelanto,  en voz alta a Fabi. Mientras Isidoro cantaba un buen fandango a las vecinas. ¡Espera que voy a buscar el magnetofón! Y después te lo pongo y nos reímos. ¡Hay que ver lo malos que éramos y no se enteraban los turistas! Los turistas eran de Mondragón, de Baracaldo, Valladolid, de “Placencia” de pa´allá p´al norte. Y vaya usted  a saber “de geometría como así se decía”…

En cuanto a Servicios os diré que Leandro-el gafas- se fue para el norte. Amadeo  se había hecho ya muy señorito y yo me compré un cortipelo –una hojilla de esas de palmera incrustada a un peine que me hacía unas calvitas que hasta el tercer día estabas arreglado, menos mal que la gente me decía  “este no se va a quedar calvo como su padre”, de adivinos siempre anduvo muy mal La Alberca.











































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