TIEMPOS OTOÑALES
A VAREAR LAS NOGALES
-En La alberca,
los nogales van mejor en femenino y así decíamos: las nogales.
Bien, recuerdo
cuando era niño y salíamos del Tablado hacia la carretera de Mogarraz, desde El
Arbolito –después Salón o Casa de los Calentino- pasábamos La Huerta La Chanca
y seguíamos hasta La Casa Marín –donde paró algunas veces el coche de línea,
cerca de la
Barrera y del Hotelito de Jesusa-. Lo siento, que para algunos les parezca que
estoy hablando en Latín, en el lenguaje de Paisa. Pero así era nuestra
realidad.
Realidad que al
pasar por esa zona que os estoy describiendo me atemorizaba ir sólo por la
altura de las nogales que por allí había. Se movían las ramas por esta época,
unas contra otras, cuando hacía fuerte viento, que la lluvia de nueces por la
carretera parecían bombas, riquísimas bombas que valorábamos entonces menos que
hoy. Pues bien, eran héroes los que tenían que subir a sus alturas y varearlas
para después recogerlas, con esa valentía de tener las manos “agarrotás” “
engarañás”, el frío solía ser muy crudo.
Pues bien-- Vamos a trovar.
CANCIÓN
PARA DESENFADAR
-A VAREAR LAS NOGALES -
Para varear las
nogales / No temas que no seas alto
Escaleras. ¡Das un salto…!
Y estás entre sus ramales
No esperes que
digan ¡Alto! / Tú para subir no vales…
Eso es algo de
chavales / ¡Agatar…! Y ver su altura
No hay apuestas
colosales / Hay que tener…sí, “¡cintura!”
No
engancharse a los troncales.
Y
lo dicho: “¡asaúras”!
Seguro que al
gran Belmonte / tanto no se le juzgaba
Ni, en esta ramita ¡ponte!/ Que el nogal da sus
cornadas
Viendo como
se doblaba.
Quise decirte,
resbalas / Por lo poco que cobraba.
Las nueces sus
hijas son /¿Quién pudiera varearlas?
Sin miedo y con tesón.
Hay que saber
airearlas
Y también el removerlas
Digo más,
acariciarlas / Con el máximo cuidado
Transportarlas y
tenerlas / Que no casquen. ¡Buen lavado!
A
VAREAR LAS NOGALES
Quieren ir tres
muchachitos / No hay cascos. Sí, calaveras
No temas por sus ramales / Ni que vuelvan cansaditos
Lo peor ¡Vaya
canguelo! / Se les cayó… la escalera.
Y
el árbol era…¿Un ciruelo?
-¡No
nos tomes tanto el pelo!-
Que el castaño y
el nogal / Son, sin duda, nuestro anhelo.
¡Trové- trovaste- trovó!
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