miércoles, 22 de octubre de 2025

RELATOS PARA JUBILADOS QUE ESPERAN EL TOQUE DE LA CAMPANINA PARA PODER ENTRAR Y SALIR PRONTO


 














RELATOS PARA JUBILADOS QUE ESPERAN EL TOQUE DE LA CAMPANINA PARA PODER ENTRAR Y SALIR PRONTO

 

RECORDANDO A LOS FIEL-DATOS

Los fielatos eran  puestos de recaudación que había a la entrada de Salamanca para regular el mercado que llegaba de los pueblos  a los “mercadonás” libres de la gran ciudad Yo el que más recuerdo era el que estaba instalado junto al puente de Hierro. Si no eras coche pasabas sin darte cuenta y sin darles cuentas.

En La Alberca el fiel-dato era móvil y tenía un característico nombre local

Jesús, que iba, subía, bajaba por los diferentes rincones de coches o camiones cobrando el corretaje, los productos que llegaban al pueblo de fuera.

Con Jesús siempre tuve pendiente una cuenta que cuando se fue del pueblo a Pamplona me lo decía: “Te espero por los San Fermines” y lo sentí mucho no haber podido ir.

Recuerdo un suceso que contaban en  La Alberca, aunque no lo pude confirmar del todo. Que una niña les pareció que era Carmen estaba en la plaza viendo pasar a los golpistas del 36 y el jefe de ellos se acercó a  una niña y brutalmente le arrancó los pendientes que serían de oro, muy habitual por aquel entonces que tenían que entregar sus cosas de oro para los golpistas.

Hoy cercano a ese lugar hay un gran retrato de Unamuno que también tuvo que escuchar aquella famosa frase de que “muera la inteligencia”.

ANECDOTARIO

Recuerdo en una ocasión, en época estudiantil que fui a Salamanca con mi amigo “Remundín” y nos llevaba su padre Hipólito en su Ford, fuertísimo como él solo. Cerca ya de Salamanca con un frío que se les saltaban las lágrimas  a los enormes cabestros de las ganaderías colindantes. Meneíto al canto y Poli dijo:¡Pinchazo!

Remundín y el que escribe más “helade-delitos” que las enaguas de una recién casada el trece de mayo, veíamos al padre sudando y sudando mientras cambiaba la rueda y nos decía. “ánimo muchachos, no os quedéis “apalominados” y en verdad lo estábamos más que el Padre Cadete escuchando un reggaetón, nos despertamos de nuestro largo y oscuro invierno cuando al llegar a Salamanca, tarde y mal. Le dijo a Poli el encargado del fielato de la salida del puente de hierro. “Me tienen que abrir las maletas” No ve usted. que son estudiantillos y llevan bocadillo par cuatro días alternos. Pues nada se abrieron las maletas, “El pueden pasar”nos alegró que no llegáramos tarde. Mientras escuchábamos a un viejo coplero que con su Lazarillo recitaba a la salida de la calle del Rector Espérabe: espérame no, Esperabé

Una señora “mú fina” /Por el fielato pasó

De la Puente salmantina. / Y el machaca contestó:

 Abránme bien las maletas /Que aquí el guarda soy yo.

Lleva ud, bajo el sombrero /-la madre que lo montó-

Seis jamones y van tres. /Veinte  “guevos” de a cuatro euros

Y un gigante “zarcichón”

Más grande que ese reloj /Que hay en la Plaza Mayor.

Compartimos o no pasan/ Soy amigo del rector

Que sus hijos hoy se casan. / ¡Compartamos dije yo!

Y ¡saben! que nos pusimos /Más alegres que el Rector

Todo por un mal pinchazo / Que fue la causa mayor.

MORALEJA

Nunca echéis una desgracia / Por ser la culpa mayor

Que a veces la más pequeña / Que también se llama Engracia

Baila en diferente son.

La Alberca ya no es La Alberca / Es un segundo Guasinton

Tiene I.A y nadie fía / nuditos por salchichón

-LO SIENTO A MI NO ME GUSTA LEER-










 

 
















 

 








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