EXPERIENCIAS DE VIDA COTIDIANA:
DURACIÓN: La “convidá” en lo que se hace la foto.
MATERIAL: De Marcelino Barés
EFECTO: Revitalizador
Su apodo era “Perrerías” y le venía como anillo al dedo. Su oficio, durante cierto tiempo fue corretajero en La Alberca. Esa profesión apenas hoy se conoce; no vamos al caso de las “preferentes”, ni los bancos.
Si una persona de fuera venía al pueblo a vender alubias, pongamos por ejemplo, tenía que declarar su mercancía; ese era el oficio del corretajero y para eso si valía bien Jesús Pero Jesús, ante todo era un gran animador allí donde estuviese saltaba la chispa y la alegría.
Su mujer era alta, y muy guapetona, de niña decían que un generalote de aquellos del treinta y seis, de un manotazo le arrancó sus pendientes de oro en La Plaza, pues había estallado la guerra y había que entregar las joyas de oro.
Tenía un hijo que se llamaba David y otra niña Reme. Esta dobló en unas escenas a Marco Paoletti que había venido a La Alberca a rodar El Lazarillo de Tormes de Cesar F. Ardavín. Resulta que el chaval se cogió una buena colitis y mientras se repuso, Reme la hija de Perrerías le dobló estupendamente algunas escenas. Luego Jesús se fue a Pamplona a trabajar, si no recuerdo mal de cartero. Y ¡Cuántas veces me dijo! Te espero este año por los San Fermines, pero su invitación no pude complacer.
El primero de la foto a la derecha creo que es Jose Antonio (hijo de la señora Marica), casado con Rita, la de la tienda de ultramarinos. Jesús está brindando con una jarra en la mano, posiblemente de vino blanco o limonada.
Me supongo que dice: “Brindo/ pericopa copindo./ Brindo / pericopindo copa/ y el que no diga: pericopa/ copindo/ pericopindo copa/ Que no pruebe ni gota.”
El bar parece que es el de Julián, que después fue de Jacinto. Julián se fue a Madrid y tuvo el salón de baile, antes había sido el local de las escuelas; posteriormente lo llevó Gabi. Lo curioso de ese salón era que tenía un organillo algo destartalado pero que allí estaba y pudo ser la animación de otros tiempos.
-2-EL CUCO, UN GRAN RECORTADOR
El segundo de la foto en su parte izquierda es El Cuco, excelente doblador en los días de toros. Tenía su capote de torear y su pantalón ajustado y botas para las corridas. Hubiera sido un buen subalterno para algún famoso torero pues conocía el oficio bastante bien. Cuando había toros allí estaba El Cuco con su buen aspecto de torero; sabía echar el capote perfectamente para hacer los quites y a ¡cuántos atrevidos mozos o maletillas les sacó de apuros!
Torero no era torero / su pose lo confirmaba.
Recortador noble y fiero
De subalterno ganaba.
Gorra visera. Maestro /Y pantalón ajustado.
Al citar estaba presto.
No era de toro pasado.
Su capote bien dispuesto / Que si al Porru le ha pasado
Y a Florenti justo al lado...
Juan Manuel se ha emocionado.
Pero el Cuco que se ha expuesto
A unos cuantos ha salvado.
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