viernes, 19 de julio de 2013

PAREDES














PAREDES
Primero corta con cuidado un helecho, una ramita. Si tienes una navaja mejor. Cortar un helecho si no estás bien puesto te puedes hacer un buen corte en la mano. Con la ramita limpia los oricios (os –oris=boca) de la pared que están un poquito secos. Sopla con cuidado y ¡siéntate!
¡Qué agradable es sentarse en una pared en verano a la sombra de esos castañitos! No cortes las “cañivetas” - cañahejas-, espera que se sequen y podrás hacer bonitos trabajos manuales. Su floración es una auténtica fiesta para los insectos.
En el mes de agosto la caña ya está seca. “En los tiempos que la educación era más estricta, los pupilos estaban a menudo bajo la “férula” del maestro, ya que éste sostenía una caña de cañaheja en la mano. La media era útil, ya que la caña no produce dolor ni secuelas y es manejable y liviana por parte del maestro”
A tu lado tienes al hermano gordolobo y seguro que alguna lagartija saldrá por algún rinconcito a observarte...
 ¿No oyes a lo lejos el río? Salta el vientecillo y hace mover las hojitas de los árboles.
El silbido de un zagal hace ladrar a un perro.
¡Qué bien se está sentado en una pared como esta en un pueblo como es La Alberca tan tranquilo en sus campos y sierras!.
 Los principales protagonistas son la mosca que se posa y se lleva un manotazo y la hormiguita que se cuela por el calcetín y al instante cambia de rumbo
 ¡Cómo se goza de la paz y el silencio del momento!
No me digas que no es agradable ver el trabajo, magnífico cuadro artesanal, de la tejedora araña.
 Pero hay que levantarse ,limpiarse el pantalón un poquillo con la mano y seguir por la sombra del camino que conduce al pueblo.

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