PILAR MAGADÁN CHAO: IN MEMORIAM
-VOCES BLANCAS SALMANTINAS-
Hay noticias que uno no espera recibir nunca, como el
fallecimiento de nuestra gran amiga Pilar Magadán Chao.
En ese mismo momento, te aseguro amable
lector, los 1.723 metros de altura de la Peña de Francia se nos vinieron todos
abajo. Igual también, que en ese mismo instante, sucedió el efecto contrario,
los 1.723 metros de altura de la Peña, hoy están más altos, más cerca del cielo
que nunca.
Y desde allí, desde el alto de su amado
risco, se ha extendido el manto de la Virgen Morena vestida con Traje de Vistas
por todas las inmediaciones cercanas. Por las calles de La Alberca que conducen
a su singular plaza, donde hoy está tocando Sebastián Luis “El Guinda” para que el pueblo no olvide la
memoria de Pilar. Igualmente por las empinadas calles de Candelario, donde
pasaba los veranos con su padre, contemplando las atrevidas sierras que
circundan el pueblo y Pilar denominaba El Altar de la Virgen.
En tan pocas líneas, es difícil
sintetizar su amplia labor tanto en publicaciones periodísticas como musicales.
Estar con Pilar, gallega, serrana y salmantina
de las sierras de Bejar, Candelario y Peña de Francia, era hablar sin descanso
del maestro Dámaso Ledesma y sobre todo de Don Aníbal Sánchez Fraile, musicólogo y gran organista de la
catedral de Salamanca, que había sido profesor mío y guardaba también una especial
predilección por nuestro pueblo
La Alberca.
Pilar estudió durante muchos años la
música tradicional salmantina. Dirigía su preciado coro de “Voces Blancas Salmantinas” en el que
figuraron durante mucho tiempo algunas
jóvenes albercanas y tocaba con singular maestría Sebastián Luis “el
Guinda” recibiendo por parte de ella la maestría académica que
por su gran espontaneidad
natural él necesitaba.
Últimamente la hemos seguido con
gran entusiasmo en el ingreso en Centro
de Estudios Salmantinos del
magnífico tamborilero mirobriguense José
Ramón Cid Cebrián.
Y ¡Qué mejor homenaje en estos momentos
tan especiales es verla con su hermosísimo
traje de Vistas albercano y escuchar de nuevo ese himno a la Virgen
de la Peña de Francia que tantas veces
cantó y ofrendó con su grupo!
VOCES BLANCAS SALMANTINAS
Ya
no cantan en la tierra / Sus voces llegan del cielo.
Triste ha quedado la sierra.
Pero no, de tanto anhelo.
Voces
blancas, tan reblancas. / Voces blancas salmantinas.
Las que mueven las palancas.
Y pide el verso. Divinas.
Mañana
en la catedral. / Pasado en la Clerecía.
En la Peña, el Escurial,…
En toda la serranía.
En
misas, celebraciones. / ¡Cómo podían faltar!
Si hasta en pequeños rincones
Se conocía a Pilar.
¡Mira!
¿La ves? Dirigiendo / Entrando. Y con las demás.
Con su mechón, sonriendo
¡Tan blanco…! Aviva el compás.
Ya
no cantan en la tierra / sus voces llegan del cielo.
“En el ramo. La Alborada.
Los mozos de Villavieja
Temas de boda. Charrada”.
“Señor
alcalde mayor / ¡Qué salga el toro en la sierra!
Picao serrano. El romance.
Los
mozos de Monleón. /Si echas el surco derecho”.
Todas están a mi alcance.
La
Virgen del Castañar / La de la Vega y de Francia
En el coro, con Pilar.
Se han unido en consonancia
“Madre
a la puerta hay un niño / ¿A quién debo yo llamar?
Al son de tu caramillo.
Gloria. Señor ten piedad”.
Ya
no cantan en la tierra / Sus voces llegan del cielo
Gloria y paz. Nada se cierra.
Pilar nos dejó su anhelo:
Cantar. Sonreír. Soñar,…
1 comentario:
Cuando me avisó tu querido Manolo, se me hizo un nudo en la garganta. A pesar de esperar ese final, fue inevitable llorar por dentro y decir adiós a momentos felices en mi infancia en Salamanca. Es como si uno de los últimos enlaces de recuerdos de mi madre, se hubiese roto. A los pies del Cristo de la Agonía de Capuchinos pedí a Dios que ya estuvieses en su luz.
Al día siguiente seguí el furgón que llevaba tus restos, pero tú ya no estabas allí.
¿Viste las flores de todos? Blancas, como tú, blanca por dentro y por fuera. Yo giré hacia La Alberca y no dejé de recordar momentos contigo. Mi llanto interno se hizo lágrima silenciosa al pasar cerca del camino de tu Virgen del Cueto; la Virgen de la Peña también se había vestido de blanca nieve y parecía como si la niebla de la cumbre también se uniese a mi tristeza. Tus chicos amigos y amigas no te han dejado ni un momento. Eso seguro que te hace feliz.
Dejaste pendiente, justo este año, la transcripción de las canciones de la Virgen de los Dolores de La Alberca. Bueno, seguro que envías a alguien desde el cielo.
Gracias por tu cariño.
Hasta siempre, Pilar, un beso. Descansa.
María Serrano Becerro.
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