ESTAMPAS DE VIDA POPULAR:
LAS FAENAS DE LA CASA
-SIGLO XX, DÉCADA DE LOS SESENTA-
Venías del Castillo, pasabas la Barrera
y por esta callecita estrecha y tortuosa a dos pasos estabas en la Balsada- así
era el pueblo de grande, y ríete si quieres, de chico, de pequeño, de
acogedor-.
Esta imagen es una primicia porque ya se
la ha llevado el tiempo. El rincón sigue
conservando el peculiar tipismo para el turista y la propia añoranza para los
naturales que ven como las cosas tienen que transformarse con el tiempo, aunque
nos pese. Los latones preservan la madera de la lluvia y en el rincón el
entramado de madera conserva su color parduzco pero no falsamente ennegrecido
por el tinte de los de Bellas Artes.
Y hay que baldear, porque seguramente es
lunes y con el balde se lleva la ropa a tender a la finca cercana. También hay
que limpiar la casa, la cocina, las escaleras y luego baldear el trocito de la
calle para que esté limpio.
En el corredor las mazorcas secándose y el tajo que aguarda
para sentarse después un rato a coser, esperando al marido que viene del Hoyo
con la carga de leña o los productos que ha recogido del campo.
Esta segunda foto, visto el rincón en su conjunto, es una delicia. ¡Qué pena que sólo quede para el recuerdo de los años sesenta!
X---Haz clic, para verlas en su conjunto.
Esta segunda foto, visto el rincón en su conjunto, es una delicia. ¡Qué pena que sólo quede para el recuerdo de los años sesenta!
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