EXPRESIONES Y PALABRAS RELACIONADAS CON LA PASCUA FLORIDA
Pascuas, pascualinas, pascualillas,
pascualas, Pascual,…
¡No me vayas a dar las pascuas, eh!
Viniste llorando como una magdalena y al cabo de un
rato, saliste hecho un Cristo. Bueno, bueno, me has hecho sufrir un calvario y soportar
todo un viacrucis.
En fin, son las cosas tuyas, primero quisiste
meter el dedo en la llaga y luego te has lavado las manos como Pilatos.
¿Sabes lo que te digo? Que me voy más contento
que unas pascuas. Y ¡Santas Pascuas, “Manué”! No hay por qué tener una cruz o llevarla por todo lo que se hace.
¿Y, ahora qué…? Por Pascua florida y en
tarde lluviosa ¿Cuál es la mejor distracción, que se podía tener en un pueblecito
como era La Alberca? Aunque no rime, el ir a despegar bizcochos con una pintita de aguardiente, era...lo más
socorrido.
¡Tengamos la fiesta en paz!
Rosquillas, mantecados, bizcochos, “turruletes”,
perrunillas, floretas,.. Todas estas delicias del cielo de la boca, están
hechas con huevos, leche, aceite, harinas, azúcar, una cuchara-da- de
manteca-¿?- anís y algún que otro secretillo especialmente propio de la casa.
Te contaré.
Las obleas las inventó San José cuando
pasando por La Alberca, camino de Belén,
el Chiquillo no se callaba. No sé si fue Luisa la Pitoca o La Mogarrala quien
le dio unos panecillos de Pascua tan finitos que se trasparentaban ambas caras.
San José aprendió a dorarlos y cortando
unos trocitos –chasquidos que hacían gracia al Niño- se los fue dando, mojándolos en un vasito con vinillo
tinto del Soto. El gustillo fue tan agradable que al parecer el Chavalín no
lloró después más.
¡No veas! Dijo el santo, y la gente le dijo tú
lo has dicho: ¡obleas!
En La Alberca todos estos dulces eran
caseros, familiares, hasta que los “industrializaron” las turruneras. Los
churros fue la Primi y las torrijas y pestiños las abuelas en las tardes de
fríos intensos.
Y a la gente le gustaba la leche calentita con castañas pilongas, las
manzanas “asás”, los casorios –higos con nueces. Y el arroz con leche muy dulce,…
Por estas fechas de Pascua Florida recuerdo
la panadería de Pedro Piri. Subías unas
diez escaleras y entrabas en una sala grande y calentita, al fondo tenía el
horno. Había que llevarle los rellenos- chorizo, huevos, lomo, jamón,..-¡Para,
para chiquillo!-
Es decir, la cantidad suficiente para
hacer un Pan de Pascua, o dos , o tres,…
Una vez rellenada la masa, con una pala
bastante larga la iba metiendo en el horno. Mari, su hija, te preguntaba ¿Dónde
quieres que la amasemos, en el horno grande o en el chico? El señor Pedro se me
quedó mirando y me dijo: “hornillo” aquí no tenemos
¿A qué prefieres en el horno este
grande? Y al decirle yo que sí, que en el horno grande, acababa de inventar el
nombre de este Pan de Pascua tan propio y característico de La Alberca.
AUMENTATIVOS DE PASCUA
-Donde se habla de una palabra propia de
esta localidad-
Te gusta agrandar el horno / Si de
encina es la candela.
Y la empanada… ¡Que vuela!
¡Madre
día qué bochorno!
Te gusta agrandar el horno / Y también esa palabra.
Tú es que estás como una cabra.
-Y
al verlo ya me trastorno-.
¿Adorno el horno?
Y el entorno.
Y…
¿Lo aumento?
Más candela.
Que ya es cosa de la escuela.
Si estás… Levantando el brazo.
Te entendemos.
Más hornazo.
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