domingo, 30 de abril de 2017

UNA DE HISTORIAS, RELATOS Y TIEMPOS PASADOS --LA CALLE DEL GENERAL QUEIPO DE LLANO-













































UNA DE HISTORIAS, RELATOS Y TIEMPOS PASADOS
        --LA CALLE DEL GENERAL QUEIPO DE LLANO--
-¡Toma amigo! Aquí me cojo la palabra, que las imágenes son pocas y las reflexiones ¡puede! que muchas-Aunque haya tratado este  tema  en “Mi calle” merece aclarar este tema más.
Nada más entrar en La Alberca, pasando la finca del señor Güina que en gran parte estaba a la izquierda, empezaba esa calle. ¿Te suena raro, verdad? Pues sin hache intercalada, así comenzaba el nombre de esta famosa calle. ¡Qué no, que no ha desaparecido…Allí sigue! ¿Qué no la ves? Pues sigue leyendo
Yo de pequeño pensaba que había sido un error ortográfico y se habían olvidado de la hache, o que a lo mejor “hipo” la hubiera perdido para que el nombre cupiera bien en el rótulo. Con el tiempo me enteré que fue un general  de los golpistas de la guerra civil y ahora me lo confirma Wikipedia  que no se llevaba muy bien con Franco y que a éste le llamaba “Paca la Culona”. Como la calle es llana y larga, no me extrañaba que al que más o al que menos, le diera al tenerla que  pasar varias veces al día  un poquillo de hipo.
Pues bien, en esa calle  nací yo, es decir, “albercano, cochino y marrano” como se decía y no nos producía el más mínimo bullying como sucede hoy en día, ni acoso, ni intimidación, ni derribo. Claro que si alguien nos hubiera llamado “queipollaneros”… ¿nos hubiera ofendido? ¡Qué va hombre, pasábamos de esas cosas! Sólo nos peleábamos con los de la Barrera y no por estas cosas sino porque  aún no se había inventado el fútbol.
Y en esa calle vivía o vivió el señor Antolín,Clemente, la señora Claudia,Santiaga, Vicente, Benito, Pedrito, Fausti, Juanito, Kisko, Zacarías, José, La Lole, la Juani, Gerardo, Minuto, Mingo, La Ulle y la Rita; José Antonio, Lucas, La Basi, Puri, Pedro, Petra, Lucía, la Sunti; Juanito y Poli; Navarro, Santiaguito, Antonio, el Padre Cosme, José María,…
Era una calle con solera, tenía la herrería del señor Antolín, luego Vicente; un alcalde el Señor Román; antes otro gran alcalde el señor Juanela; un médico Don Luciano; una curandera la señora Antonia; una buena bailarina la Ramoni;un empresario ,Adrián el Rojo y la señora Ignacia con  Juli; un zapatero Martín hermano de Dorita; un hilandero el padre de Socorro; una maestra Doña Rita; Doña Lucía y Fabi; otra de verano Doña Ángela de Ciudad Rodrigo; un juez de paz el señor Clemente y la señora Araceli.
Buenas personas como la Chata, la señora Tomasa, Metri, Doña Adelaida, Don Teodoro, Fabi, la señora Jesús, la Tía Claudia; todas las del rincón con la Maina; la señora Josefa, la Benita, la señora Ángela, la Fausti, el señor Tacha, Isidoro, Fabi, el señor Manoli, Isac, Clemente; el señor Cacharro; Cananeo y la señora Josefa; el señor Chagal, las del otro rincón con la Cantora y la Minica, etc,etc.
¡Has visto como la calle Queipo de Llano era una buena calle!
Extrañaba la denominación franquista. Pero lo más curioso y te vas a enterar ya al final de lo principal que todo el mundo la llamábamos  y la seguimos llamando  de esta forma: ¡Ahí va la sorpresa!-à la calle El Tablao, dicen porque hubo un “tablado” por allí, pero eso yo ya no te lo puedo explicar. ¡¡¡LA CALLE EL TABLAO!!!
¡Qué grande! ¡Qué hermosa! ¡Qué típica! Se tendría que haber llamado la Albercanísima.  ¡Claro que nos hubiera costado más hoy cambiar la placa! En los años sesenta quienes más destacaban eran el señor Adrián el Rojo y el señor Román Romanones, con sus indumentarias albercanas fueron los dos últimos que nunca abandonaron su forma de vestir, tenían locos a los turistas y para los del pueblo un orgullo verlos así siempre vestidos.
 Sucedía lo mismo con el Barrionuevo que se llamaba  Joaquín Pérez Villanueva; menos la fuente, que era la fuente del Barrionuevo.
En cuanto a la escuela, te diré que fue una buenísima obra, de piedras de granito y excelente orientación que apenas necesitaba calefacción, fue obra de  don Filiberto Villalobos y si no llevó su nombre cerca anduvo por allí tal rótulo. Don Fili, fue un excelente médico salmantino muy preocupado por lo social y  dos veces ministro de Instrucción Pública. El edificio albercano sirve de muestra, igualitas que las de hoy ¿verdad? Que a la primera  bocanada de aire ya está el techo dando vueltas por los Machiales  ¡digo!
P.D Después de haber escrito lo anterior, me llama la atención que en el callejero de internet ponga El Tablado y en de una tienda el nombre arriba indicado, con que el artículo ¿pierde novedad?.
X-Entre las fotos finales, Adiós al Quehipo, programa TVE 8-8-68


  











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