MOMENTOS CRUCIALES: FUENTE. CRUZ Y CÁNTARO
¡Cuánto nos gustaría a todos poder
detener el tiempo! Gracias a la fotografía podemos recordarlo y dejarlo unos instantes en nuestra mente.
Las imágenes pasan muy deprisa, son nada
menos del año 1954. Conseguimos detenerlas del magnífico film que las captó.
Parece un milagro, ¿verdad? Sentimos el tiempo, ese tiempo que parece que
los ojos toquen y las manos, los oídos, la
vista se recrea sin prisa; viviendo el momento de las cantarinas gotitas de
agua que caen del caño y se ondulan en la superficie transparente del espejo
del agua que nos medio descubre.
No sabemos lo que nos depararán los
próximos milagros, pero este de La Alberca es de su más pura solera. ¡Década de los cincuenta!,
escuchando a los niños y a las niñas cantando y saltando en la plaza con esta canción tan popular de “la Sinda” Y que merece la pena que nos guste revivir.
-AL PIE DE UNA FUENTE FRÍA
-I-
Los secretos al oído
Se los llevó la corriente.
Murmullos que ya se han ido
Y bien
conoció la fuente.
-Ya
no va la niña / A por agua a la fuente,
Ya no va la niña/ Ya no se divierte.-
-II-
Hoy, ¿hay algo parecido?
Tan singular y excelente.
Parece que nada se ha ido
Y que sigue el mismo ambiente.
-Ya
no va la niña / a por agua al arroyo
Ya no
va la niña / Ya no tiene novio.
-III-
¿Son sueños que hemos tenido?...
Pues que lo sepa la gente
Que hubo un ayer que ha existido.
Y que sigue en nuestra mente.
-Ahí
la tienes bailalá, bailalá
No la rompas el mandil, el mandil.
Mira que no tiene otro. / La pobrecita
infeliz.
-I V-
-AL PIE DE UNA FUENTE FRÍA
ME PUSE A CONSIDERAR
QUE POCOS AMIGOS TIENE
EL QUE NO TIENE QUE DAR.-
-V-
Los chorritos de las fuentes
De la plaza y la Balsada-
Y…¡Cuántas y cuántas gentes
Con la cruz abarrotada!
-Mi
madre no quiere / Que vaya al molino
Porque el molinero / se mete conmigo.
-VI-
El cántaro y el agua clara
El reflejo y su semblante.
La ondulación que no para
La hermosura. ¡Impresionante!
La suerte que tiene el agua.
-Mi
madre no quiere / Que al molino vaya
Porque cuando bajo / Me rompe la saya
-VII-
¿Igualito? ¿No? Que antaño
La chica con sus enaguas
Por si salpicaba el caño.
Y tú ¿miras?. ¿Por qué no hablas?
-Ahí
la tienes bailalá, bailalá
No la rompas el mandil, el mandil
Mira que no tiene otro / La pobrecita infeliz.
Anochece. Bajan las cabras del monte. Se
escucha el toque de la campanina de las
Ánimas en cada esquina. Tocan las campanas del atardecer, es la hora del rosario.
Y mientras se realizan las faenas de la
casa, del hoguero con el caldero de agua
caliente a la cuadra, el continuo chillido de los cerdos,…
De la fuente a la casa va y viene la
cántara de agua, descansa unos instantes en el portal, al tiempo que un
pellizco amoroso aviva una sonrisa y
lanza un “¡vaite” con Dios y no “vuervas”!
¡Hasta mañana!
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